Susana González G.
Un análisis de la dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) revela que desde 1988 los productores privados han registrado “un crecimiento pleno” en la generación bruta de electricidad, en contraste con la baja que reporta la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“En términos de la entrega a los capitales privados, esa generación bruta creció entre 1998 y 2006 de 9.509 a 59.548 mil gigavatios-hora (GWh)”, cifra que implica que la producción de electricidad a manos del sector privado se sextuplicó en un periodo de 18 años, o bien que tuvo un incremento de 525 por ciento.
En cambio, “la generación bruta de CFE tuvo altibajos de consideración. Si anotamos las cifras de aquel año, tenemos una generación bruta de 168 mil 981 en 1998, frente a la de 162 mil 472 GWh en 2006 a nivel nacional. La baja es notoria”.
El documento fue elaborado sobre la producción de electricidad en México y la reducción de gases contaminantes, pero particularmente en la zona central del país donde opera la compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC), e incluso fue presentado por el dirigente del SME, Martín Esparza Flores, en un seminario que sobre el tema organizó hace unas semanas el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Aumentan compras de fluido
Apunta que aunque la generación bruta de electricidad no ha dejado de crecer en el centro del país, zona de influencia de (LFC), debido a la alta concentración de viviendas, empresas, fábricas y comercios respecto a otras regiones, la compañía regional sólo ha podido incrementar las compras del fluido a CFE.
Así, la generación bruta de electricidad pasó de 34.7 a 46.5 mil GWh de 1998 a 2006, pero la electricidad comprada a CFE pasó de 3.7 a 44.8 mil GWh, según el documento de Esparza Flores.
De hecho, LFC sólo incrementó de 890 a 977 GWh la generación hidroeléctica en dichos años y registró un descenso de mil 107 a 690 GWh en cuanto a electricidad obtenida en termoeléctricas.
Explica por qué LFC no puede producir la electricidad que distribuye en la capital del país y municipios del estado de México, Puebla, Morelos e Hidalgo, dado que los gobiernos de los últimos 25 años no han abierto el mercado de la energía para que los capitales privados invadan áreas exclusivas del Estado, como marca la Constitución.
Entonces, dijo, “quiebran la industria energética desde otra perspectiva”, bajo esquemas de obra pública financiada por la iniciativa privada, pero donde los riesgos de inversión son asumidos sólo por el gobierno.
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