Resulta que hoy a las 21:34 de la noche el Universal saca la noticia de una conversación telefónica entre Correa y el pelele, en la que el primero le agradece su contribución para el acuerdo alcanzado en la Cumbre de Río, sólo que esa conversación se dio el DOMINGO.
HOY:
Reunión de Cancilleres de la OEA en Washington
EEUU y México en contra de propuesta de resolución que condena agresiones de Colombia
Telesur conoció que países como Venezuela, Argentina y Brasil reclaman una condena contundente contra la invasión a suelo ecuatoriano y esperan, al igual que Ecuador, que la declaración de los cancilleres de la OEA maneje el mismo lenguaje que la emitida por la Cumbre del Grupo del Río, llevado a cabo el 7 de marzo en República Dominicana. Según un cable de la agencia EFE, son doce los países que están de acuerdo en "condenar" las acciones neogranadinas.
Mientras, Estados Unidos, México y Colombia rechazan la solicitud de condena y bloquean las conclusiones finales de la XXV reunión de los cancilleres de la OEA. Washington ha justificado desde el principio de la crisis la posición de Bogotá como un acto de "legítima defensa".
¿Será que hasta el Universal le da vergüenza semejante actuación y por eso nos da una noticia del domingo? ¿O será que no quieren que nos enteremos del papel tan humillante que está desempeñando México después de que asesinaron mexicanos?
¿Cuál fue la "legítima defensa" de los universitarios mexicanos cuando los masacraron? Esa no le importa al gobierno usurpador que no es capaz de condenar la agresión por estar de lambiscón y de criado, pelele, del genocida de Bush.
Esto es lo que el gobierno pelele no condena:
Telesur
LUNES, 17 DE MAR DE 2008. 7:38 PM
Lucía Morett, la única estudiante mexicana que sobrevivió a la masacre que Colombia perpetró en suelo ecuatoriano a principios de marzo contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dio testimonio de cómo los soldados colombianos asesinaron a sangre fría a los heridos y a los guerrilleros que se habían rendido.
"Detrás del bombardeo llegaron personas disparando. Yo alcancé a ver mucho fuego y oí gente que contaba muertos, gente que gritaba: 'estoy herido, estoy herido, ayuda'; y otra que decía: 'denle bala, denle bala'; y detrás de ahí, disparos", relató.
En un video divulgado este domingo por la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (Aldhu), se la ve recostada en una cama del Hospital Militar de Quito, donde permanece recluida por graves heridas producto del ataque. Desde allí, la joven contó su versión de los hechos y aseguró que al campamento clandestino de las FARC, donde habitaba también el ex vocero internacional de esa guerrilla Raúl Reyes, llegaron sólo los mexicanos y éstos no conocían a nadie en el lugar.
Afirmó que salió de la capital ecuatoriana junto a sus compatriotas la noche del 28 de febrero y llegaron al campamento al día siguiente, entre las 17H30 y las 18H00. A su arribo, fueron recibidos por un par de personas que les dieron de comer y les indicaron dónde debían dormir. Esa misma noche fue el bombardeo.
"Estaba dormida y me despertaron las bombas, un temblor de la tierra que hizo que se cayeran árboles, que se quemaran muchas cosas, y muchos gritos". Explicó que el objeto de la visita era para conocer un campamento y hacer investigaciones para su tesis de grado. "Yo trabajo sobre la cultura popular, y la relacionada con los procesos sociales en América Latina, y me interesaba conocer cómo en ese campamento se llevan a cabo actividades culturales".
Confirmó que participó en el Congreso Continental Bolivariano, que se realizó en Quito, entre el 25 y 27 de febrero en una obra de teatro, y que fue allí donde los invitaron a visitar el campamento.
"No hice ese contacto, fueron mis compañeros, creo; desafortunadamente fueron asesinados".
Hostigamiento sexual
En la entrevista con Aldhu y medios mexicanos, Morett dijo que fue hostigada sexualmente por los uniformados colombianos, quienes además le condicionaron los primeros auxilios. Según Morett, ella pudo salvarse porque se protegió con una mochila. El bombardeo, que fue en dos etapas, le dejó una herida abierta de 10 centímetros en uno de sus glúteos.
La segunda etapa de la incursión fue el ingreso de soldados por tierra, cinco de ellos la rodearon y la iluminaron, ella les decía que era una estudiante mexicana. Los efectivos la acosaron sexualmente.
Más tarde llegó otra oleada de agentes colombianos, esta vez estaban vestidos de otra forma y se identificaron como policías. Después la trasladaron a un sitio más alto, bajo un techo, porque ya estaba alto el sol. Y ahí la abandonaron.
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