viernes, abril 18, 2008

Cerco ciudadano

* Al grito de “¡No pasarán, no pasarán!”, los integrantes del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo forman una muralla humana total alrededor del Senado de la República para impedir que los senadores del PRI y PAN ingresen a sesionar


* Con los brazos entrelazados, los brigadistas de la resistencia civil pacífica contra la “reforma energética” fecalista NO permitieron el acceso / El grito se volvió uno: “¡Se canceló la sesión! ¡Sí se pudo, sí se pudo!” y el día se convirtió EN un éxito total y un triunfo en la batalla / Senadores, de tumbo en tumbo

El jueves fue una jornada de tensión. Al mediodía las Adelitas se movilizaban. Treinta minutos después la plaza se calentó. Por la calle de Allende cuatro camionetas de la PFP escoltaban un autobús donde viajan los senadores del PAN, a su lado marchaban dos líneas de federales con tolete en mano. Al verlo, la brigada de Claudia Sheinbaum comenzó a entonar el Himno Nacional con los brazos entrelazados. (UNIVERESAL/NTX)

MEXICO, D.F., 17 de abril (UNIVERSAL/LA JORNADA/NTX).- Integrantes del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo impulsado por Andrés Manuel López, en las calles de Tacuba, Donceles, República de Cuba y Belisario Domínguez, establecieron un cerco total a las inmediaciones del Senado de la República.
Al grito de “¡No pasarán, no pasarán!”, las Adelitas y Adelitos comenzaron su plan de acción para impedir que senadores de los partidos de la Revolución Institucional (PRI), y Acción Nacional (PAN), así como elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) y elementos de la policía capitalina ingresen al perímetro del Senado.
Con los brazos entrelazados, los brigadistas impiden el acceso a las entradas del plantón, instalado desde el martes pasado.
Lo anterior provocó algunos problemas con ciudadanos que exigen respeto al libre tránsito.
La resistencia civil pacífica contra la “reforma energética” fecalista cumple este jueves una semana de haberse instalado en las inmediaciones del Senado.
Dentro, la tribuna que permanece tomada por el Frente Amplio Progresista (FAP),.
Así, las Adelitas del Movimiento Nacional en defensa del petróleo comenzaron a levantar a las 17:30 horas el plantón que instalaron desde el martes en las inmediaciones del Senado.
El anuncio lo hizo la coordinadora general, Claudia Sheinbaum, quien consideró la jornada “muy buena” para su movimiento de resistencia civil contra la privatización del petróleo.
De inmediato las brigadistas se dieron a la tarea de desmontar sus campamentos, tiendas de campaña, levantar sillas, utensilios de cocina, entre otros enseres.
Sheinbaum convocó para el próximo domingo a todas las brigadas a asistir a las asambleas informativas en todos los Estados y en las delegaciones políticas de la capital. Ese día, dijo, se definirá el plan de acción de su movimiento.
Claudia Sheinbaum, coordinadora de las brigadas en defensa del petróleo, anunció a las Adelitas que la jornada de este jueves fue un triunfo en la batalla de su movimiento por la defensa del petróleo.
Dijo que los cercos ciudadanos instalados en las inmediaciones del Senado de la República impidieron que no se reuniera el quórum necesario para instalar la sesión.
“Se nos pasó un camión con senadores del PAN”, reconoció. Pero fueron los senadores del PRI quienes no acudieron el edificio de Donceles 14, sede alterna de la Cámara Alta y se suspendió la sesión.
“¡Muchas felicidades a todas. Son mujeres muy valientes! Es un orgullo estar entre ustedes”, repitió en cada una las de 21 brigadas que recorrió para dar un improvisado “parte de guerra”.
Fue una jornada de tensión. Al mediodía, Lenia Batres, de la brigadas 11, y Virginia Jaramillo, de las 18, movilizaban a sus Adelitas de Tacuba a la esquina de Belisario Domínguez y Allende.
Treinta minutos después la plaza se calentó. Por la calle de Allende cuatro camionetas de la PFP escoltaban un autobús donde viajan los senadores de Acción Nacional, a su lado marchaban dos líneas de federales con tolete en mano.
Al verlo, la brigada de Claudia Sheinbaum comenzó a entonar el Himno Nacional; una de sus más cercanas colaboradoras se tiró al pavimento, pero fue levantada en vilo. Fueron superados en número y rompieron su cerco ciudadano.
El autobús se detuvo en el estacionamiento del Centro de Educación Continua. Hubo jaloneos y gritos entre los integrantes de resistencia y los granaderos. “Malditos, traidores”, gritaban los simpatizantes de López Obrador al panista Santiago Creel, quien apuraba su paso al descender el autobús.
La ex secretaria de SEDESOL, Beatriz Zavala, hablaba por su celular y Federico Döring lanzaba miradas de desprecio.
Hora y media después salieron de la sede alterna del Senado para dirigirse a la Torre del Caballito. Faltaron sus contrapartes del PRI.
Para Sheinbaum el día no había terminado. A las 17:20 hors de este jueves, daba sus últimas instrucciones. Ordenó levantar el plantón y estar preparadas para las brigadas informativas que iniciarán el domingo.
Así, la primera entrega es perfecta. Cuatro camionetas salen hechas la raya de un estacionamiento y tras un trayecto de apenas unos cuantos metros depositan su carga a las puertas del recinto alterno. Suceden otras. Bajan los senadores acompañados de gorilas muy celosos de su deber que los protegen de cámaras y grabadoras. Todos son legisladores del Partido Acción Nacional.
En la primera entrega baja, para poner el ejemplo, el coordinador de los azules, Santiago Creel. Se piensa que es cuestión de minutos la llegada de los legisladores del PRI.
A pesar del cerco de las Adelitas ha quedado libre una ruta que comienza en las calles de Perú, y atraviesa dos estacionamientos que van de una calle a otra para poner a los senadores en la calle República de Cuba, frente a un hotel muy convenientemente llamado Congreso.
Los trabajadores de la lente que esperan a las puertas del edificio elegido como sede alterna del Senado, en Donceles 14, y frente al estacionamiento mencionado se quedan con las cámaras quietas. Los legisladores del PRI no aparecen.
A las 12:36, cuando aparecen los senadores panistas, truena un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública local en las cabezas de las Adelitas y el resto de los presentes. En el sonido de las brigadistas que hacen guardia y gritan en la esquina de Donceles y Eje Central suena a todo volumen una canción de combate italiana. Y al ritmo de Bella ciao entran los panistas a esperar a los priístas.
Es un misterio por qué pueden pasar los panistas y no los senadores encabezados por Manlio Fabio Beltrones. Los priístas argumentan que el cerco apretó, que anduvieron dando vueltas por las calles de la Lagunilla buscando una ruta de entrada y que no lo consiguieron. Eso dicen unos. Otros, en información que retoman los portales de internet de algunos diarios, aseguran que fueron “interceptados” en el Eje Central y que por ello decidieron volver al edificio donde se encuentran sus oficinas.
Pese al cerco que impide la entrada de los tricolores, los panistas pueden hacer el viaje de vuelta y salen por donde los priístas no pueden entrar. Convenientemente, el acuerdo para utilizar una sede alterna incluye cualquier edificio del Senado. De modo que todos se reúnen en la Torre del Caballito y ahí, los legisladores del PAN, PRI, Partido Verde y Nueva Alianza, realizan la reunión del día.
La jornada comienza temprano. Los camarógrafos madrugan para evitar los retenes de las Adelitas. Mientras se acerca la hora de la cita de los senadores, la una de la tarde, las carpas de la resistencia civil se nutren de más y más brigadistas. La calle de Bolívar es bloqueada por integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas que hacen un mitin frente al edificio de la Asamblea Legislativa del DF.
Pasado el mediodía, las filas de granaderos son reforzadas. En cada punto se suman tres hileras de policías capitalinos y una de antimotines de la Policía Federal Preventiva. En algunos lugares hay más granaderos que brigadistas.
Las Adelitas responden con un solo grito: “No tenemos miedo, no tenemos miedo”.
El ambiente en el exterior contrasta con la calma que reina en el edificio de Xiconténcatl, donde unos cuantos senadores del Frente Amplio Progresista charlan y leen las síntesis informativas.
Por ahí se pasea Ricardo Monreal, a quienes algunos ven como la carta para el interinato en el PRD. “Yo ahorita estoy en esto”, dice él, y adelante que los senadores del PAN están por entrar a la sede alterna.
Nada turba el aire calmo del salón de sesiones, excepto que los senadores se enteran que en la Cámara de Diputados, contra un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, la mayoría PRI-PAN acaba de aprobar modificaciones a la Ley de Adquisiciones, con lo que, comentan algunos senadores, se abre la puerta a la absoluta discrecionalidad en las compras del sector público.
Afuera, los panistas hacen su arribo y sólo un par de ellos se detienen a hacer declaraciones.
Alejandro González Alcocer, quien como gobernador sustituto de Baja California promovió una ley para que las policías mexicanas hicieran el trabajo de la Border Patrol, demanda el uso de la fuerza para retirar a quienes ocupan la tribuna senatorial.
Poco después sigue sus propios pasos para retornar al edificio del Caballito.Ahí, quizá para no ir a los “ritmos” de López Obrador, pero tampoco de los de Beltrones, el coordinador de los panistas, Santiago Creel, propone que se acuerde un programa de foros sin atarlo a un plazo definido, de 50 o 120 días.
Terminada la sesión, las brigadistas celebran lo que consideran un triunfo. Claudia Sheinbaum felicita a sus huestes.
“¡Sí se pudo, sí se pudo!”, le contestan, mientras comienzan a levantar sus carpas y tiliches sin dejar las consignas de los últimos días, sobre todo la de “Este es el pueblo/ de López Obrador,/ ¿dónde está el tuyo/ espurio Calderón?”.
Los policías locales y federales también se van.
Entre las Adelitas que se retiran no hay un ánimo de victoria total. Pero van felices. Quizá porque se quedan con lo que les dijo Paco Ignacio Taibo II al filo de las dos de la tarde, luego de referirse al movimiento del 68 y luchas que le siguieron: “Tuvimos victorias y derrotas, pero ¿quién nos quita lo bailado?”.
“Te van a lastimar, levántate”, le pedían dos policías, uno de civil y otro uniformado, a la doctora Romana Sierra, que tendida en el pavimento de Allende se cruzó frente al convoy que la Policía Federal Preventiva (PFP) armó para abrirle paso a los senadores del Partido Acción Nacional (PAN).Te van a lastimar, volvieron a suplicarle. Pero ella se mantuvo, firme. “¡Ni madres!”, les espetó.
Las fuerzas federales, con el respaldo de la policía preventiva capitalina, habían diseñado una ruta de acceso a la Cámara de Senadores, para burlar el cerco de las adelitas en resistencia civil en defensa del petróleo.
El diseño del operativo consistía en introducir, casi de manera subrepticia, a los legisladores panistas por un edificio del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en el número 38 de Allende, pero antes tenían que pasar por la esquina con Perú.
Ahí se tendió la doctora.
Primero, los dos policías la tomaron de un brazo y de una pierna. Luego de los dos brazos y sólo así pudieron quitarla, por la fuerza. El autobús donde viajaban los panistas pudo entrar de reversa al edificio del Centro de Educación Continua a Distancia del Poli, gracias a que el resto de mujeres brigadistas se encontraba en sus calles asignadas, y pocas pudieron respaldar la acción de resistencia civil de Romana Sierra.
Los senadores priístas no tuvieron la misma suerte que los del blanquiazul. Momentos después, Claudia Sheinbaum y otras mujeres se sentaron en el piso y así el transporte asignado a los legisladores del tricolor no pudo trasponer el cerco. “¡No pasarán, no pasarán!” exclamaron las brigadistas.
Y no pasaron. A lo lejos, donde se quedaron y tuvieron que regresar, para ir a la Torre del Caballito, escucharon el Himno Nacional cantado por decenas de mujeres firmes como Romana.
Del autobús, los panistas fueron trasladados en grupos en tres camionetas Suburban y Van del traspatio del inmueble politécnico, ya en el número 22 de Belisario Domínguez, para cruzar la calle al número 22, un estacionamiento público rentado para la ocasión, que a su vez cuenta con una salida al 28 de Cuba, de donde dieron vuelta a la derecha, hasta el callejón del 57 y de ahí a Donceles, al recinto alterno.
Pero se quedaron esperando a los priístas. Lo efectivo de la organización de las brigadas en defensa del petróleo cerró el camino a los senadores del PRI. Así que pasaditas las dos de la tarde, los panistas desandaron la ruta en las mismas camionetas, y las mujeres de las brigadas 11, Leona Vicario, y 17, Benita Galeana los despidieron con gritos de júbilo: “¡ratas, ratas…! ¡Sí se pudo, sí se pudo! ¡Lo logramos, compañeras!”.
La resistencia, pues, se anotó una victoria. El escritor Paco Ignacio Taibo II, que recorría las brigadas, celebró junto con ellas en Belisario Domínguez, donde las camionetas quedaban por segundos a descubierto. Y para acentuar el resguardo a los panistas, guardias del Senado viajaban en los estribos. “Miedo, miedo, miedo”, se burlaron de ellos.
Ante esa visión, Paco Ignacio ironizó: “Los mexicanos no nos merecemos a esta clase de políticos corruptos. Nosotros no hicimos ningún mal. No mordimos a nuestras mamás de chiquitos”.
El éxito del movimiento de resistencia civil pacífica fue tal que Paco Ignacio les contó una perla.”Hace un rato que venía para acá –les dijo—se me acercó un turista gringo que me preguntó el mejor lugar para visitar. Y entonces le respondí: ‘a los campamentos, güey, ahí está lo mejor de este país’”.
Ambas brigadas fueron las primeras en enterarse que los panistas se iban, como se fueron, por Belisario Domínguez hacia Palma. Pero la noticia corrió rápida por el resto de las calles custodiadas, y el grito se volvió uno: “¡Se canceló la sesión! ¡Sí se pudo, sí se pudo!”.
El día de hoy fue un éxito total, resumió Jesusa Rodríguez. “Nos dicen –abundó-- que panistas y priístas se fueron a sesionar al piso quinto del Caballito, pero el objetivo se cumplió. Y si están ahí esa sesión es ilegal, porque no puede convocarse a un recinto alterno con tanta premura”.De voz en voz, como se dan las noticias en el cerco, la resistencia en Allende y Perú se contó como una hazaña. “Se acostaron en el piso”, decían las mujeres entre sí. “Las empujó la policía con los escudos”. Muchas cejas se levantaron de admiración.
A las seis de la tarde, tras la evaluación del efecto del cerco, se decidió levantarlo y se anunció que el fin de semana, mientras inicia la distribución, casa por casa, de los folletos y los dvd con la explicación de por qué el rechazo a las iniciativas de Felipe Calderón para abrir Petróleos Mexicanos a la iniciativa privada, se evaluará si esta acción de resistencia continúa.
El domingo se ha convocado a decenas de asambleas informativas, en las 16 delegaciones políticas del Distrito Federal y las principales plazas en los estados.Mientras se levantaban las carpas, los fogones, las mesas y eran guardadas –que no arriadas— las banderas, Jesusa Rodríguez anticipó: “este movimiento apenas comienza”.
Como rehenes de su propio escudo de guardaespaldas, senadores del PAN fueron ayer (jueves) viajeros en la crisis política del Congreso, pero con la adrenalina de las películas de acción.
Legisladores serenos, que en el salón de sesiones oficial suelen deambular como vacas, en la descomposición de la supuesta emergencia de huir de Donceles, perdieron el donaire. Se les cayó el semblante, los delató el amargor temprano de derrota: iban de tumbo en tumbo.
Los senadores del PAN, con Santiago Creel a la cabeza, fueron sacados del edificio de Donceles, quince minutos antes de las dos de la tarde, entre fuertes medidas de seguridad y el zumbido de un helicóptero que no dejó de sobrevolar la zona.
El rostro de Santiago Creel denotaba molestia, otros blanquiazules lucían desencajados y algunos no ocultaban la furia por ese papel que este jueves les tocó jugar de legisladores nómadas, itinerantes.
Fue muy complicado que los blanquiazules pudieran pasar el cerco que extendieron “las Adelitas” de Andrés Manuel López Obrador y los trabajadores de Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) alrededor de la sede senatorial.
Y las mujeres agrupadas en el Movimiento en Defensa del Petróleo exigieron en las oficinas de Televisa una respuesta a la demanda de que se les otorgue el derecho de réplica en los noticiarios de la empresa, una semana después de que entregaron ahí una carta dirigida al presidente del consorcio, Emilio Azcárraga Jean.
Y diputados federales del FAP encadenaron esta madrugada las cuatro puertas de acceso al Salón de Plenos del recinto legislativo de San Lázaro.
Aproximadamente a las 04:00 horas de este jueves y al iniciar el octavo día de la toma de la tribuna de San Lázaro, el Frente Amplio Progresista (FAP) endureció las acciones de protesta en dicho recinto.
Una veintena de legisladores del PRD, PT y Convergencia que pernoctaron en la tribuna colocaron cadenas la parte interna de las cuatro grandes puertas donde ingresan normalmente los diputados al Salón de Plenos.
Y debido a que prevalece la negativa para que se establezca un debate plural y abierto en torno a la “reforma energética”, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) anunció hoy que desplegará una serie de acciones en contra de la propuesta gubernamental.
Martín Esparza Flores, secretario general del gremio, al encabezar un mitin en los alrededores del Senado, refirió que dicha movilización inaugura las actividades del SME en contra de la intención de “privatizar” PEMEX y se pronunció porque en el debate participen los sindicatos del sector energético como el que él dirige.
El senador Carlos Navarrete, quien en conjunto con otros legisladores, entre ellos Rosario Ibarra, se sumó al mitin para informar a los sindicalistas la situación que prevalece en las cámaras, sostuvo que el debate no sólo debe ser “intenso” sino también en cadena nacional.
Y el Consejo General de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) aprobó que se instalen foros de discusión sobre la iniciativa de reforma energética en las facultades de Drecho, Economía, Ingenierías y Administración.
La Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme) opinó que será un atropello limitar a 50 ó 120 días el debate nacional de la reforma energética, lo cual -señaló- hace prever que la iniciativa fecalista “ya esta planchada”.
Al menos 31 de las 47 áreas de la industria petrolera del país se privatizarían, si se aprueba en sus términos la iniciativa de reforma a Petróleos Mexicanos (PEMEX) que envió al Congreso Felipe Calderón, advirtieron investigadores al intervenir en el quinto Foro de Defensa del Sector Energético, realizado en la Cámara de Diputados.
Mario Di Costanzo, secretario de Hacienda del Gobierno Legítimo, advirtió que en la defensa del artículo 25, 27 y 28 constitucional en materia del petróleo “no estamos dispuesto a permitir ninguna violación a la Constitución, tal y como lo prevén las leyes privatizadoras del petróleo que envió Calderón”.
Di Costanzo señaló en su oportunidad que la reforma “privatizadora” de Calderón “es sinónimo de corrupción y de monopolios” y citó el caso de Telmex, de la carreteras, de los bancos y todo aquello que ha sido sujeto de privatización en una primera instancia, y que posteriormente el gobierno ha tenido que llegar a salvarlos, incluso con recursos de PEMEX.
Mencionó que la propuesta del gobierno legítimo para fortalecer a la paraestatal, tiene como ejes una reducción del gasto superfluo del sector público (sueldos a funcionarios públicos), y a manera de ejemplo subrayó la incongruencia que el director del ISSSTE cuente con un seguro médico de gastos mayores, mismos que se proporcionan fuera de este Instituto.
Y los líderes de las bancadas del PRD, PT y Convergencia en la Cámara de Diputados anunciaron su retiro de la Junta de Coordinación Política con el argumento de que en ese órgano de dirección no se cumple con los acuerdos pactados.
En rueda de prensa el coordinador del PRD, Javier González Garza, criticó que los líderes legislativos del PRI y del PAN incumplieran el acuerdo al que habían llegado en el seno de la Junta de Coordinación Política respecto a la sesión de este jueves.

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