Al vapor, sin debate, leyes peligrosas
Toma de tribunas. Un triunfo, varios reveses
Jenaro Villamil
Quince días con las dos tribunas del Congreso ocupadas por legisladores del Frente Amplio Progresista, del 10 al 25 de abril, lograron evitar el “albazo” a la reforma energética propuesta por Felipe Calderón, pero los diputados y senadores del resto de los partidos aprobaron, en sedes alternas y en menos de dos semanas, modificaciones a 25 leyes, sin ningún voto en contra y sin discusión de fondo, en claro fast track.Estos fueron los auténticos “albazos” legislativos que no pudieron evitar el FAP ni las “adelitas”. A pesar de que el PRI y el PAN y varios medios de comunicación acusaron a legisladores del PRD, PT y Convergencia de mantener “secuestrado” el Congreso, en las sesiones alternas, aun con problemas de quórum, PRI y PAN aprobaron modificaciones de fondo a leyes como la de Adquisiciones, al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, a una decena de normas relacionadas con las instituciones de crédito y hasta al propio artículo 46 de la Ley Orgánica del Congreso General.El martes 22 los senadores aprobaron 19 dictámenes. A través de los cambios a la Ley de Adquisiciones se permitirá la trasnacionalización de las compras del sector público –incluyendo, por supuesto, a Pemex– y se establecen los mecanismos de subasta electrónica y subasta en reversa, a pesar de la frontal oposición de empresas afiliadas a la Canacintra y a la Concamín.Sin consultar a los propios consejeros del Instituto Electoral del Distrito Federal, menos a las autoridades capitalinas, y con el firme apoyo del senador René Arce y de la presidenta de la Cámara de Diputados Ruth Zavaleta, ambos perredistas y antilopezobradoristas, el Congreso aprobó por la vía rápida modificaciones a 10 artículos del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal que debilitan la autonomía del IEDF, disminuye a 40 el número máximo de diputados electos de cada partido, autoriza la creación de partidos locales y reduce de siete a dos años el encargo del actual presidente del instituto, Isidro Cisneros.Se aprobaron también cambios a la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación y a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que prácticamente desaparecen la jurisprudencia de la llamada “causal de nulidad abstracta” que permitía la anulación de las elecciones por la inequidad en la cobertura de los medios o la injerencia de las autoridades estatales o federales.Legislar al vapor fue la consigna. En todas las sesiones anteriores a la “toma” de la tribuna, ocurrida el 10 de abril, sólo se habían discutido y aprobado 13 dictámenes, contra los 25 de las últimas dos semanas, según el registro de la Gaceta Parlamentaria del Senado.La única ley que ni siquiera se ventiló en tribuna fue la de Radio y Televisión y la de Telecomunicaciones, a pesar de que los tres principales partidos en el Senado se habían comprometido a dictaminar las reformas antes de que culminara el mes de abril.Otra ley que quedó suspendida fue la Ley del Libro que autoriza el precio único. Una semana antes de la toma de la tribuna, el jueves 3 de abril, la Gaceta Parlamentaria del Senado incluía el dictamen a discusión. Seis representantes de la industria editorial estuvieron presentes en la sesión. De improviso, la Mesa Directiva decidió quitarla del orden del día, ante el visible descontento de la senadora María Rojo. Durante estos 15 días la Ley del Libro fue una de las pocas que no fueron “mayoriteadas” por el PRI y el PAN, ya que se le incluyó un polémico artículo transitorio que prácticamente anularía la posibilidad del precio único.
Jenaro Villamil
Quince días con las dos tribunas del Congreso ocupadas por legisladores del Frente Amplio Progresista, del 10 al 25 de abril, lograron evitar el “albazo” a la reforma energética propuesta por Felipe Calderón, pero los diputados y senadores del resto de los partidos aprobaron, en sedes alternas y en menos de dos semanas, modificaciones a 25 leyes, sin ningún voto en contra y sin discusión de fondo, en claro fast track.Estos fueron los auténticos “albazos” legislativos que no pudieron evitar el FAP ni las “adelitas”. A pesar de que el PRI y el PAN y varios medios de comunicación acusaron a legisladores del PRD, PT y Convergencia de mantener “secuestrado” el Congreso, en las sesiones alternas, aun con problemas de quórum, PRI y PAN aprobaron modificaciones de fondo a leyes como la de Adquisiciones, al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, a una decena de normas relacionadas con las instituciones de crédito y hasta al propio artículo 46 de la Ley Orgánica del Congreso General.El martes 22 los senadores aprobaron 19 dictámenes. A través de los cambios a la Ley de Adquisiciones se permitirá la trasnacionalización de las compras del sector público –incluyendo, por supuesto, a Pemex– y se establecen los mecanismos de subasta electrónica y subasta en reversa, a pesar de la frontal oposición de empresas afiliadas a la Canacintra y a la Concamín.Sin consultar a los propios consejeros del Instituto Electoral del Distrito Federal, menos a las autoridades capitalinas, y con el firme apoyo del senador René Arce y de la presidenta de la Cámara de Diputados Ruth Zavaleta, ambos perredistas y antilopezobradoristas, el Congreso aprobó por la vía rápida modificaciones a 10 artículos del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal que debilitan la autonomía del IEDF, disminuye a 40 el número máximo de diputados electos de cada partido, autoriza la creación de partidos locales y reduce de siete a dos años el encargo del actual presidente del instituto, Isidro Cisneros.Se aprobaron también cambios a la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación y a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que prácticamente desaparecen la jurisprudencia de la llamada “causal de nulidad abstracta” que permitía la anulación de las elecciones por la inequidad en la cobertura de los medios o la injerencia de las autoridades estatales o federales.Legislar al vapor fue la consigna. En todas las sesiones anteriores a la “toma” de la tribuna, ocurrida el 10 de abril, sólo se habían discutido y aprobado 13 dictámenes, contra los 25 de las últimas dos semanas, según el registro de la Gaceta Parlamentaria del Senado.La única ley que ni siquiera se ventiló en tribuna fue la de Radio y Televisión y la de Telecomunicaciones, a pesar de que los tres principales partidos en el Senado se habían comprometido a dictaminar las reformas antes de que culminara el mes de abril.Otra ley que quedó suspendida fue la Ley del Libro que autoriza el precio único. Una semana antes de la toma de la tribuna, el jueves 3 de abril, la Gaceta Parlamentaria del Senado incluía el dictamen a discusión. Seis representantes de la industria editorial estuvieron presentes en la sesión. De improviso, la Mesa Directiva decidió quitarla del orden del día, ante el visible descontento de la senadora María Rojo. Durante estos 15 días la Ley del Libro fue una de las pocas que no fueron “mayoriteadas” por el PRI y el PAN, ya que se le incluyó un polémico artículo transitorio que prácticamente anularía la posibilidad del precio único.
Pemex y las adquisiciones
El martes 22 de abril, con 80 votos a favor y ninguno en contra, en menos de diez minutos el Senado de la República aprobó las reformas a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, reglamentaria del artículo 134 constitucional, que una semana anterior fue aprobada en la Cámara de Diputados.El diputado Eduardo Sánchez, promotor de la iniciativa, rechazó en entrevista que estas reformas formaran parte del “paquete alterno” de leyes para permitir la apertura al capital privado en Pemex.“No tienen que ver con Pemex. Son cortinas de humo que se han creado”, afirmó el legislador del PRI. Acusó a la Canacintra de encabezar la oposición a esta reforma porque “le pega a sus utilidades” y consideró que gracias a las subastas electrónicas, en tiempo real, se abatirá la corrupción. Aclaró que se le hicieron modificaciones para incorporar a un subastador gubernamental, centralizado, y para que las pequeñas y medianas empresas participen en las subastas.Mientras el diputado priista defendía ante este reportero su iniciativa, en el Senado la ley se aprobó sin mayor trámite antes de las 12 del día. Eduardo Sánchez recibió dos llamadas de felicitaciones: de Emilio Gamboa, coordinador de los diputados del PRI, y de Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado. Este último le aclaró que si se generaban críticas, les recordarían a quienes las hicieran que en el Distrito Federal, desde la administración de Cuauhtémoc Cárdenas y durante el gobierno de López Obrador se aplicaron las subastas en reversa.Eduardo Sánchez recuerda que el día que se iba a discutir en la Cámara de Diputados la ley de adquisiciones, tomaron la tribuna. El PRD puso de condición que no se aprobara, a cambio de dejar la tribuna de San Lázaro, rememora el diputado. Sin embargo, una votación unánime en el interior de la fracción del PRI forzó la decisión para que el jueves 17 de abril se aprobara en Cámara de Diputados.La senadora Yeidckol Polevnsky hizo todo lo posible por frenar la aprobación en el Senado. Le reclamó a Santiago Creel, presidente de la cámara alta, que la hubieran agendado para el martes 22. Creel le respondió: “¿Cuál es el problema? Gracias a esta ley el gobierno va a comprar más barato”.Polevnsky fue la única senadora del PRD que estuvo en la sesión realizada en la sede alterna del piso 5 de la Torre del Caballito para exponer su oposición a la iniciativa, a pesar de que ya la habían aprobado el PRI y el PAN con 80 votos a favor.La exdirigente de la Canacintra argumentó en la tribuna, en medio de los chiflidos y de las burlas de senadoras del PAN como Teresa Ortuño y Beatriz Zavala, que esta ley tiene problemas de anticonstitucionalidad. Polevnsky arguyó que en el país todas las dependencias le compran al extranjero, pero en territorio nacional. “No hay razón alguna para que se realicen las licitaciones en otra tierra, en otro país y con otras leyes”, subrayó.Para la senadora perredista, los cambios a favor de las pequeñas y medianas empresas constituyen una “tomadura de pelo” porque las empresas de menor tamaño sólo podrán participar en los supuestos de excepción, que son compras menores a los 100 mil pesos.Polevnsky afirmó que esta iniciativa “es meramente una propuesta de extranjerizar lo que falta de las compras del gobierno de este país, que se compran con recursos del erario público”.
Objetivo, el Distrito Federal
A iniciativa del senador René Arce, el Senado aprobó el 22 de abril cambios a 10 artículos del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal que pueden derivar en una controversia por presuntas contradicciones con el artículo 41 de la Constitución. Dos días después, el 24 de abril, la Cámara de Diputados aprobó la minuta proveniente del Senado, aun cuando existían serías dudas sobre el quórum en la sesión, presidida por Ruth Zavaleta.Las modificaciones aprobadas constituyen una limitación a la autonomía del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF). Permiten que el acceso a los partidos políticos a medios de comunicación durante los comicios se realicen a través del IFE, que la autoridad local puede convenir con el IFE que éste organice los procesos electorales locales, disminuyen de siete a dos años el encargo del presidente del Instituto Electoral del Distrito Federal, y autoriza la anulación de las elecciones de jefe de Gobierno, diputados locales y jefes delegacionales sin señalar las causales en el propio Estatuto de Gobierno.El actual presidente del IEDF, Isidro Cisneros, consideró que estas reformas constituyen “una intromisión grosera” de los partidos políticos en la autonomía del organismo, son un “golpe de Estado técnico” y crean una crisis política en la Ciudad de México.Cisneros afirmó que lo más grave de estos cambios es que afectarán el proceso del 2009, cuando estaban en marcha decisiones como la compra de urnas electrónicas y permitir el voto de los capitalinos que viven fuera. Cerca de 800 mil de ellos que viven en el sur de Estados Unidos están en proceso de incorporarse al padrón del Distrito Federal.Cisneros consideró que estas reformas son resultado de la crisis interna del PRD. La corriente de René Arce, que impulsó esta iniciativa, busca crear tres nuevos partidos políticos locales que ya solicitaron registro ante el IEDF. Patria Nueva, Fuerza Democrática y Movimiento Social Democrático se identifican como cercanos al grupo de Arce y Nueva Izquierda en el Distrito Federal.La decisión de impulsar la aprobación fast track de estos cambios se tomó, al parecer, el mismo día de la toma de las tribunas. La noche del jueves 10 de abril, en el hotel Meliá del Paseo de la Reforma, se reunieron los senadores Federico Döring, del PAN, María de los Ángeles Moreno, del PRI, y el propio René Arce, integrantes de la comisión del Distrito Federal, para acordar el albazo legislativo.La Asamblea Legislativa del Distrito Federal, fracturada entre la corriente Nueva Izquierda, representada por Víctor Hugo Círigo, y los grupos contrarios, todos del PRD, deberá ratificar o rechazar estos cambios. El área jurídica del gobierno de Marcelo Ebrard analiza la posibilidad de vetar o de realizar una controversia constitucional a la reforma.Para el diputado local Gerardo Villanueva Albarrán, estas modificaciones al Estatuto de Gobierno “violan la igualdad jurídica del Distrito Federal respecto a los demás estados, debilita al Instituto Electoral del Distrito Federal, anula prácticamente la representación proporcional, sustituyendo a los candidatos de partido por candidatos de mayoría, elimina arbitrariamente la representación mayoritaria por voluntad popular, limitando el número de diputados a que pueden acceder los partidos políticos o, más grave aún, las coaliciones”. l
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