lunes, mayo 19, 2008

Banca inútil y saqueadora


Feliciano Hernández
En medio de la confrontación generada por los intentos del gobierno para culminar la privatización total del sector energético, los bancos extranjeros siguen despojando impunemente los ahorros de los mexicanos ante la presencia inútil de las autoridades nacionales y el silencio cómplice de los medios de información electrónicos e impresos.
Sólo un dato ilustrativo. Entre enero y junio de 2007, de acuerdo con la parasitaria Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la banca cobró comisiones por 36 mil 366.7 millones de pesos, 10.13 por ciento más que en el mismo periodo de 2006. A los usuarios de tarjetas de crédito, los bancos cobraron comisiones por 15 mil 795.9 millones de pesos, cifra mayor en 21.8% respecto al del primer semestre de 2007. De acuerdo con un análisis del Banco de México (Banxico), la mayor disponibilidad de instrumentos de crédito con tarjeta no ha reducido las tasas de interés. Banxico reporta que en 2007 la tasa aplicada a tarjetas fue de 31.6% en promedio, siete veces más que la inflación. ¿Dónde queda su capitalismo autorregulado? Neoliberales de pacotilla.
Es tal la arbitrariedad con que se manejan esos capitalistas fuereños que hace poco (en la segunda semana de abril), el banco HSBC, de matriz británica, estuvo fuera de servicio durante varios días ocasionando con ello numerosos inconvenientes a cientos de miles de usuarios de sus servicios, pero nadie en los medios informativos hizo notar lo que en otras circunstancias debió ser un escándalo. “Se cayó –y se calló– el sistema”, era lo único que respondían los empleados, por cierto muy quitados de la pena, mientras los clientes hacían largas, prolongadas e inútiles filas en espera de explicaciones que nunca llegaron.
Nada explicó el referido banco sobre sus fallas internas y los riesgos para los cuentahabientes ni las autoridades nacionales hicieron algo, como castigar a esa institución por la ligereza con que se conduce en los manejos de muchísimos millones de pesos de varios millones de mexicanos. Estas son las inútiles autoridades que según vigilan, regulan y dan certidumbre al sistema financiero nacional, además de la referida CNBV, Banxico, la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros. Silencio total de unas y otras ante las fallas de HSBC, durante esos días y como siempre.
Supuestamente se privatizó la banca nacional por lo ineficiente que era en manos del gobierno. Eso es lo que argumentaron los entreguistas privatizadores de entonces, los corruptos Salinas, Zedillo y Fox. Pero nada mejoró para los usuarios de los servicios financieros. Al contrario, ahora no solo se les paga a los bancos extranjerizados altas comisiones por manejos de cuentas, sino que ya los ahorradores ni siquiera obtienen rendimientos significativos sobre la inflación, y los viejos problemas de mal servicio siguen presentes.
Así dejaron la banca nacional los susodichos neoliberales. En estos días que tan de moda se puso la palabra secuestro, sólo porque algunos legisladores tomaron las tribunas del Congreso federal, a nadie se le ocurre advertir el verdadero secuestro que desde hace años padece México, en manos de banqueros abusadores que hoy tienen convertido al indispensable sistema financiero en un gran parásito, algo muy distinto al de otros países donde efectivamente la banca es un pilar del desarrollo.
Aquí otras cifras, sólo para que los incrédulos reflexionen al respecto. Entre enero y junio de 2007, la ganancia neta de los bancos fue de 30 mil 361 millones de pesos. Además, la inútil CNBV reportó que la cartera vencida del conjunto de la banca que opera en el país se situó, en el periodo mencionado, en 35 mil 131 millones de pesos, un incremento anual de 34%. Y las más recientes proyecciones de analistas advierten que sigue creciendo la lista de deudores. Pero eso no les importa a las autoridades ni a sus protegidos capitalistas, porque recuerdan bien que en México existen programas de rescate, como el de triste memoria (Fobaproa-IPAB), que todavía y durante muchos años más seguirá pesando sobre el desarrollo del país.
¿Hasta dónde piensan llegar estos banqueros rapaces con esa política expoliadora? Ni siquiera los timoratos legisladores se atreven a enfrentarlos. ¡Para eso sirve el fuero constitucional!
¿Cuáles son las alternativas? Una propuesta a los legisladores es la creación de un banco nacional popular, con fondos públicos o mixtos, que verdaderamente se aplique a servir a los usuarios de servicios financieros, a captar ahorro nacional y a invertirlo en la reactivación económica del país, con pago de intereses a los ahorradores para estimular la captación, como ocurre en otros países; y con un margen de ganancia decoroso para la nueva institución crediticia. Todo con el ánimo de rescatar a México. Con esto, esos parásitos extranjeros modernos y sus empleados mexicanos de cuello almidonado se pondrán a competir de verdad para mejorar y todo el país saldría ganando.

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