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Sumario:
I. Claudia Sheinbaum Pardo, la encargada de dar a conocer la propuesta del gobierno legítimo de México para fortalecer la industria energética, sin privatizar Petróleos Mexicanos
II. Carestía de alimentos, por Rogelio Ramírez de la O
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CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, LA ENCARGADA DE DAR A CONOCER LA PROPUESTA DEL GOBIERNO LEGÍTIMO DE MÉXICO PARA FORTALECER LA INDUSTRIA ENERGÉTICA, SIN PRIVATIZAR PETRÓLEOS MEXICANOS
El gobierno legítimo de México presentará mañana su propuesta alternativa para fortalecer la industria energética, sin privatizar Petróleos Mexicanos; así lo anunció Andrés Manuel López Obrador a su paso por Pachuca, Hidalgo, en el marco de su recorrido por todo el país, periplo que desarrolla para reunirse con los brigadistas en defensa del petróleo.
El presidente legítimo de México informó que será la secretaria de Patrimonio Nacional de su gabinete, Claudia Sheinbaum Pardo, la encargada de dar a conocer el contenido de la mencionada iniciativa, durante su participación en el foro de debate sobre la llamada reforma energética, que se realiza en la sede del Senado de la República.
Sin entrar en detalles, manifestó que “el proyecto alternativo es totalmente distinto y contrario a la propuesta entreguista del gobierno espurio de Felipe Calderón. No hace falta violar la Constitución, ni entregar Pemex a empresas extranjeras para fortalecer al sector energético”, precisó.
Durante su encuentro con los integrantes del comité en defensa de petróleo de Pachuca, López Obrador subrayó que con un buen manejo del sector energético nacional se fortalecería a la paraestatal para convertirla en pilar del desarrollo del país.
Acompañado por legisladores federales y locales, así como por dirigentes del PRD, PT y Convergencia, informó que los diputados y senadores del Frente Amplio Progresista presentarán una propuesta “para someter a consulta popular la reforma energética del gobierno usurpador de Calderón, después de que terminen los foros que se realizan en la casona de Xicoténcatl”.
“En una auténtica democracia ―aseguró―, todos los mexicanos tenemos derecho a opinar y a expresarnos de manera libre; no debemos quedarnos en la democracia representativa, sino avanzar en la democracia participativa, para que todos los mexicanos opinemos sobre el destino de la industria petrolera”.
Ante reiteró la convocatoria para que el próximo 29 de junio se asista a una asamblea informativa nacional en el Zócalo de la Ciudad de México, para evaluar la labor realizada por los integrantes de los comités en defensa del petróleo. López Obrador convocó a los brigadistas a redoblar esfuerzos en la tarea de informar a las familias mexicanas sobre las gravísimas consecuencias que traería una eventual privatización del petróleo. Al reiterar que cada brigadista debe de convertirse en un medio de comunicación, dijo que cada comité en defensa del petróleo es la vanguardia de la vanguardia.
También mencionó que en Hidalgo hay un promedio de 3 mil brigadistas y que hacia finales de junio la cifra se incrementará a 5 mil. “Con la distribución de la información impresa, se podrá contrarrestar el bloqueo informativo y se podrá orientar y concientizar a las familias mexicanas”, puntualizó.
Al inicio del mensaje que dirigió a los brigadistas de Hidalgo, López Obrador destacó el hecho de que Televisa dedicó tan sólo tres minutos para informar sobre el primer debate realizado en el Senado y el espacio lo ocupó para transmitir las declaraciones del PAN en contra del movimiento en defensa del petróleo. “Sin embargo, durante la toma de la tribuna legislativa, los principales noticieros de Televisa dedicaban la mayor parte del tiempo para criticar lo que denominaron el secuestro del Congreso”, añadió.
También se refirió al reclamo que hizo Felipe Calderón a los medios de comunicación. “¡Miren como anda de desesperado y de nervioso el presidente pelele, Calderón, reclamando a los medios de comunicación! Tanto la radio, como la televisión se han portado de primera con Calderón Hinojosa, pero como no puede con el problema de la inseguridad y la violencia, ya no halla ni a quién echarle la culpa”, señaló.
En respuesta a un reclamo de los habitantes del municipio de Zimapán, López Obrador expresó que investigará si Juan Camilo Mouriño está detrás del proyecto para instalar una planta de desechos tóxicos en la mencionada localidad. Al reiterar su apoyo a la comunidad de Zimapán en la lucha contra el citado plan, aseguró que representa un atropello y hasta una violación a los derechos humanos del pueblo de Hidalgo cualquier intento de imponer una planta de residuos peligrosos para beneficiar los intereses económicos de una empresa española.
Aclaró que si la citada planta se colocará en cualquier pueblo de España, la gente saldría de inmediato a protestar. Se preguntó entonces: “¿por qué nos quieren ver tierra de conquista? Somos un pueblo libre e independiente”, precisó.
Para mañana, Andrés Manuel López Obrador sostendrá reuniones informativas con los brigadistas de Ciudad Obregón, Guaymas, y Hermosillo, Sonora.
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CARESTÍA DE ALIMENTOS
por Rogelio Ramírez de la O
(publicado en El Universal el 14 de mayo de 2008)
El aumento de precios de alimentos afecta más a las familias mientras más bajo es su ingreso, pues entonces dedican un mayor porcentaje del mismo a alimentarse. Como la escala de aumentos ocurridos en el mundo es muy grande, el efecto sobre la población de bajo ingreso puede ser devastador si se traslada tal cual a los alimentos en México.
Para familias que dedican más de 25% de su ingreso a los alimentos, esto puede representar una pérdida de 6% en su poder de compra. Además, como productos no alimentarios también aumentan (como ya lo hacen la electricidad, el gas y otros), una pérdida de 10% del ingreso no se debe descartar. El puro potencial de descontento social sacudiría varios de los pilares de la política económica del gobierno.
El gobierno puede revisar las bases de su política agropecuaria y de alimentos y cambiarla para enfrentar estos problemas. O bien puede pretender que dicha política es la adecuada y sólo tiene que dar más subsidios a la población y vigilar que las alzas no sirvan de pretexto para aumentos excesivos de salarios.
Pero de cualquier manera esta carestía iría mostrando que varias de las políticas del gobierno han dejado de ser funcionales.
Una primera es que para mantener la inflación baja hay que importar más alimentos, o bien que se abran “los cupos de importación”, como se ha convertido en la frase familiar del secretario de Economía. Esto es así porque las alzas de precios están llegando en primer lugar por la vía de los alimentos importados. Si bien hay mucha oferta mundial, la demanda mundial se ha ampliado mucho más rápidamente.
Más aún, los alimentos han sido comprados por muchos inversionistas en el mundo a través de contratos de futuros y ya forman parte de la especulación mundial.
Una segunda tesis que se viene abajo es que no importa cuánto dependamos de los alimentos extranjeros, en tanto los podamos comprar. Un riesgo es que los países productores comiencen a proteger su propio abastecimiento imponiendo restricciones a sus exportaciones, como lo han tratado de hacer Argentina y varios países asiáticos. La dependencia hoy es que México importa 30% de su consumo de maíz amarillo; 95% de soya; 65% del trigo para pan; y 30% del sorgo para ganado, según la Confederación Nacional Campesina.
Así, cualquier disrupción en los balances globales o alarma de abastecimiento podría llevar a la escasez, con efectos sociales imposibles de predecir.
Otra postura que posiblemente se venga abajo es que no hay que impulsar al campo mexicano, porque no tiene competitividad. La realidad le hará ver al gobierno que si los precios de los alimentos en el mundo son muy altos para el nivel de salarios en México, las únicas alternativas son permitir un alza abrupta de salarios, o bien mayor producción interna con reordenamiento de los mercados.
Otra política pública que será cuestionada es que el Estado no debe subsidiar al campo y, si tiene que apoyarlo, debe hacerlo en forma mínima.
Para empezar, el gobierno mismo ya aumentó los apoyos a ciertos sectores, frente a los primeros aumentos el año pasado, en la tortilla. Pero la tesis imperante sigue siendo concentrar los apoyos públicos en los grandes productores y considerar que los pequeños ni siquiera deberían dedicarse a la agricultura, pues nunca alcanzarán los niveles de productividad para competir internacionalmente.
Irónicamente, el sector de pequeña agricultura cuando menos se estaba encargando de su propia alimentación y ayudando a mantener algunos ecosistemas. Al dejar de producir, la obligación de alimentarlos se transfiere por así decirlo al mercado. Si este mercado se encarece, entonces el Estado mexicano los tiene que subsidiar con transferencias monetarias.
Pero siendo deseable que el gobierno sea pragmático frente a la carestía, no la resolverá con acciones aisladas y aumentos de gasto público si al mismo tiempo no revisa a fondo las bases de sus políticas públicas, muchas de ellas rebasadas por la realidad.
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