Casi un millón 800 mil habitantes están en desocupación abierta, señalan informes
Los resultados contrastan con declaraciones de funcionarios sobre la salud económica del país
Juan Antonio Zúñiga
La población ocupada resintió una disminución de 685 mil personas en los primeros tres meses de este año, tanto en el sector formal como en el informal de la economía mexicana; en tanto la desocupación abierta afectó a casi un millón 800 mil habitantes del país, para alcanzar su mayor dimensión en el transcurso de la actual administración gubernamental, indican informes dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La pérdida de empleos y el aumento en la desocupación, contrastan con indicadores del propio organismo que, acompañados de declaraciones de altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda, han sugerido que la actividad económica del país se encuentra en mejores condiciones que hace un año, a pesar de la recesión iniciada en Estados Unidos.
Incluso, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, ha adelantado que el crecimiento económico del país será mayor a 3 por ciento en en el primer trimestre de 2008, con lo cual se rompería el paradigma de que a mayor crecimiento económico corresponden más empleos y mejores condiciones ocupacionales.
La caída en los niveles de ocupación dados a conocer por el INEGI ocurrió un día después de que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social dio a conocer una revisión de los datos del empleo formal registrado en el IMSS que reveló que en realidad se crearon 603 mil empleos menos de los que se creía en este sector, y la tasa de crecimiento anual de 5.1 por ciento que se tenía para el primer trimestre de 2008 fue de 3.3 por ciento, bajo la nueva metodología de ajuste.
Por lo pronto, el informe presentado por el INEGI indica que mientras en el cuarto trimestre de 2007 la población ocupada ascendía a 44 millones, durante los primeros tres meses de 2008 disminuyó a 43.3 millones. Mientras unas 163 mil personas se agregaron a las filas de la desocupación abierta, que afecta a un millón 779 mil habitantes en busca de empleo y con “trabajo cero”, quienes representan 3.9 por ciento de la población económicamente activa del país.
Los indicadores dados a conocer por el organismo no dejan claro si la diferencia entre la disminución en el número de personas ocupadas –685 mil– y el aumento de 163 mil en el universo de las desocupadas en el primer trimestre del año, corresponde a habitantes que abandonaron el país o sólo desistieron de buscar empleo. Pero la cifra no es menor, pues se trata de 522 mil individuos.
Según el INEGI, “al estar condicionada a la búsqueda de empleo, la tasa de desocupación es más alta en las localidades más grandes, en donde está más organizado el mercado de trabajo; es así que en las zonas más urbanizadas, con 100 mil y más habitantes, la tasa de desocupación llegó a 4.7 por ciento; mientras que en las que tienen de 15 mil a menos de 100 mil habitantes fue de 4 por ciento, en las de 2 mil 500 a menos de 15 mil se ubicó en 3.3 por ciento, y en las rurales de menos de 2 mil 500 habitantes se estableció en 2.3 por ciento.”
Con un aumento anual de 492 mil personas, en las actividades económicas informales –“aquellas que operan a partir de los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas con una situación independiente de esos hogares”– se empleaban 11.9 millones de trabajadores en el primer trimestre de 2008, quienes representaban 27.4 por ciento de la población ocupada.
Por ingreso, 72 por ciento de la población ocupada percibe menos de 3 salarios mínimos y 62.6 por ciento no tiene acceso a la salud.
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