Carlos Fernández-Vega
Propaganda ramplona sobre logros inexistentes
Gobierno tras gobierno el vicio, lejos de erradicarse, se agudiza. Fluyen cifras alegres, triunfalistas y detalladas –léase infladas– que “demuestran el buen rumbo de la economía” y “reflejan la confianza que tienen los inversionistas en el trabajo que realiza” el inquilino de Los Pinos en turno. ¡Ah!, pero cuando algo no cuadra o de plano no se puede esconder, los números se ocultan, la contextualización desaparece y la memoria inmediata se “borra”.
Sucedió hasta el exceso en el gobierno del “cambio”, cuando los “triunfos” virtuales inundaron las pantallas televisivas, por mucho que la realidad nacional impuso su paso y su peso. Sucede en la “continuidad”, cuya gerencia indiscriminadamente bombardea a la población con ramplonas campañas propagandísticas, que irremediablemente invitan a pensar que los “logros” calderonistas son tan virtuales, o más, que los “éxitos” foxistas, lo que ya es decir.
“Goliza” al narcotráfico; “cifras históricas” en generación de empleo formal (informal, en los hechos) y en inversión extranjera directa; el cuento de la lechera calderonista por las “reformas” aprobadas y “por aprobar”; programas asistencialistas, “para vivir mejor”, disfrazados de “política social”; “revolución” en el campo y en la educación; “tesoro” que “no se privatiza”, son unos cuantos casos que forman parte del brutal bombardeo mediático de un gobierno ídem. Y cuando se intenta cuadrar la propaganda oficial con la realidad, ésta es contundente y arrasa.
Más allá de que la “goliza” al (del) narcotráfico se documenta día a día, entre las más recientes “novedades” destacan la “pérdida” de 650 mil empleos formales que a lo largo de tres años engrosaron el registro del IMSS y que se presumieron, un día sí y el otro también, en el discurso del inquilino de Los Pinos, y el desplome (36 por ciento) de la inversión extranjera directa en el primer trimestre de 2008, en comparación con el cacareado incremento en igual periodo de 2007.
Sobre la primera de las “novedades”, resulta que en el último trienio (abril 2005 a igual mes de 2008) y “por errores metodológicos” (versión oficial), el Instituto Mexicano del Seguro Social (cuando menos a este organismo le echaron la bolita) “incorporó” 650 mil inexistentes puestos de trabajo a su registro de empleo formal, es decir, plazas nunca creadas pero sí sumadas a la relación de “cifras históricas” presumidas por Fox y Calderón en sus incontables discursos en este renglón. Y la precisión no proviene de enardecidos integrantes del “círculo rojo”, sino del mismísimo director de Incorporación y Recaudación del IMSS, Pablo Reyes Pruneda.
Lo anterior se traduce, como promedio en el periodo de “errores metodológicos”, en alrededor 220 mil plazas anuales inexistentes que deben descontarse de las “cifras históricas” oficiales para 2005 (desde abril), 2006, 2007 y 2008 (hasta igual mes), de tal suerte que a la de por sí raquítica generación de puestos de trabajo formal, ahora hay que restar esas 650 mil plazas y, si alguien en Los Pinos se acuerda, darlas de baja del discurso del michoacano y de su aparato propagandístico.
Así, las “nuevas” cifras de empleo formal que reporta el IMSS, solventados los “errores metodológicos”, indican que las plazas generadas en ese sector a lo largo de los 17 meses (hasta abril pasado) del “presidente del empleo” sólo suman 478 mil (no “casi un millón” como lo presumen), o lo que es lo mismo tan sólo el 28 por ciento de la demanda laboral en el periodo.
Otra “novedad” es que el monto de inversión extranjera directa se desplomó 36 por ciento en el primer trimestre de 2008 respecto de igual periodo de 2007, de acuerdo con el informe estadístico que recién dio a conocer la Secretaría de Economía. La reducción equivale a 2 mil 359 millones de dólares. El porcentaje de la caída y su equivalente en dinero contante y sonante fue obviado por la dependencia gubernamental, lo que contrasta con la abundancia de detalles, comparativos y fanfarrias que un año atrás ofreció cuando los números aparentemente resultaron favorables.
Por estas fechas, pero de 2007, el siempre ágil secretario de Economía, Eduardo Sojo, celebraba “el mayor monto de inversión extranjera” y lo justificaba así: “refleja el buen rumbo de la economía, la confianza que tienen los inversionistas en la economía nacional y en el trabajo que ha venido realizando” el inquilino de Los Pinos “en materia de seguridad” que “se ha convertido en una prioridad” para Felipe Calderón “y la tarea que realiza su gobierno en esta materia contribuye a dar más confianza a los inversionistas”.
Un año después, la inversión se desplomó. En esta ocasión, Sojo no se mostró eufórico ni salió a celebrar. De hecho, prefirió no dar la cara. Pero si se aplica la “lógica” utilizada en 2007 por el ex escudero de Vicente Fox, entonces los mortales que tan atentos están a sus dichos deberán entender que la citada caída de 2008 es consecuencia directa de que los inversionistas extranjeros ya no tienen una buena opinión del “buen rumbo de la economía” mexicana; que de plano desconfían del “trabajo que ha venido realizando” el inquilino de Los Pinos “en materia de seguridad” y que ni de lejos creen que “la tarea que realiza su gobierno en esta materia contribuye a dar más confianza” a los dueños del dinero.
De cualquier forma, las previsiones para 2008 indican que la inversión extranjera directa cerrará el año con una caída cercana a 16 por ciento, en comparación con lo registrado en 2007. ¿Con qué nos resarcirá y reconfortará el ramplón aparato propagandístico de la “continuidad”? No deje de ver la telera y su país de “logros” y “éxitos”.
Las rebanadas del pastel:
Hoy, cuarta sesión del debate petrolero en el Senado de la República, con el segundo análisis constitucional sobre la intentona calderonista de privatizar la industria petrolero nacional, mientras el inquilino de Los Pinos sigue con su versión extendida del cuento de la lechera y Fox le aplaude como foca.
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