Calderón maneja a su entera voluntad más de $150 mil millones de excedentes, afirma
Convoca a brigadistas de Durango y Coahuila a frenar el intento del “gobierno espurio”
Ciro Pérez Silva y Saúl Antonio Maldonado (Enviado y corresponsal)
Andrés Manuel López Obrador, durante la reunión que sostuvo ayer con brigadistas de Coahuila en defensa del petróleo. Foto: Notimex
Durango, Dgo., 21 de mayo. Al comenzar una gira por esta entidad, Andrés Manuel López Obrador llamó a los brigadistas en defensa del petróleo a “no dejar de insistir” hasta frenar el intento del “gobierno espurio” de privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex), así como a renovar la vida pública de México, después de advertir que la derecha no tiene llenadera y quiere vender, junto con la paraestatal, el patrimonio de todo el país.
“Es muy irresponsable que estos derechistas quieran regresarnos al porfiriato. Ahora que creen que tienen el dominio del país pretenden devolver el petróleo, recurso de los mexicanos, a los extranjeros; ése es el origen del PAN como partido que se crea para oponerse a la política nacionalista y popular de Lázaro Cárdenas.”
Criticó que los medios de comunicación no abran espacios al movimiento en defensa del petróleo; “hay sus excepciones”, dijo, pero fustigó a quienes sólo quieren ensalzar una imagen.
López Obrador destacó que el aliado más fuerte de esos grupos minoritarios que buscan defender sus intereses personales y de grupo es la televisión, particularmente Televisa, y alertó a los brigadistas porque, aseguró, “la televisión miente, distorsiona y oculta la información. Luego del primer debate destinó sólo tres minutos a su difusión; en el segundo, un minuto, y en el tercero, apenas unos segundos. Quieren ocultarlo todo, que no se sepa nada”.
Aseveró que lamentablemente esos medios de comunicación pueden construir la imagen política de una persona o destruirla, y puso como ejemplo la actuación del primer ministro Silvio Berslusconi, en Italia, quien es dueño de una de las televisoras más importantes de aquel país y utilizó la penetración de este medio para llegar al poder. “Hasta una vaca, con todo respeto para las vacas, puede, con el apoyo de la televisión, ganar una elección e incluso llegar a convertirse en todo un personaje público, siempre con el apoyo de la televisión.”
Durante un recorrido que lo llevó de Durango a Guadalupe Victoria, y de ahí a Torreón, Coahuila, López Obrador señaló también “las mentiras” del régimen calderonista, que se empeña en hacer creer al país que a pesar del sobreprecio del petróleo –que ha rebasado los cien dólares por barril– y de los miles de millones de dólares que han ingresado por este concepto desde el sexenio de Vicente Fox, que la paraestatal está quebrada y que se requiere “urgentemente” la intervención de la iniciativa privada, “pero ni siquiera la del país, sino el capital extranjero”.
¿Cómo es que una empresa como Pemex, que tiene tantas ganancias, ahora no sólo se asegura que está arruinada sino que el gobierno es incapaz de recuperarla?, preguntó López Obrador a los brigadistas, particularmente a los de Durango, cuyo gobernador, Ismael Hernández Vera, “apoyó la iniciativa de Felipe Calderón antes de que siquiera se presentara al Congreso”.
El ex candidato presidencial explicó que de todo el excedente petrolero, que resulta de la diferencia entre lo que aprueba la Cámara de Diputados para el precio por barril y lo que resulta de las elevadas cotizaciones internacionales del crudo, 25 por ciento se reparte entre los mandatarios “para tenerlos apergollados. Por eso no es de extrañar que el lambiscón del gobernador de Durango esté diciendo sí a la reforma”, mientras el 75 por ciento restante “lo maneja el pelele de Calderón a su entera voluntad; es decir, han pasado por sus manos más de 150 mil millones de pesos, cuyo destino se desconoce, pero no tienen llenadera y quieren vender al capital extranjero el patrimonio de todos los mexicanos”.
López Obrador fue enfático al señalar que sólo el movimiento popular en defensa del petróleo puede detener “este atraco” a la nación. “Que nadie se equivoque. No estamos en esto porque nos interesen cargos públicos; si ese fuera el caso, desde 2006, luego de que nos robaron la elección, hubiéramos negociado cargos o posiciones, pero ese no es el caso, porque estaríamos como el pelele de Calderón, o peor aún.”
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