Dos generaciones se confrontan por la reforma energética
* Para un grupo de juristas, las iniciativas de Calderón son anticonstitucionales; otros, la respaldan incondicionalmente
México, D.F., 22 de mayo (apro).- El cuarto debate que realiza el Senado de la República sobre la reforma energética propuesta por el presidente Felipe Calderón, confrontó hoy a dos generaciones de juristas, cuyas posiciones en contra y a favor de las iniciativas fueron irreconciliables.Un grupo de juristas integrado por el constitucionalista Raúl Carrancá, Sergio García Ramírez, Luis Javier Garrido y José Elías Romero Apis, se manifestaron en contra de las iniciativas presentadas por Calderón ante el Congreso de la Unión.Por su parte, los más jóvenes, entre ellos Miguel Carbonell, Sergio López Aylón, José Roldán Xopa y Fauzi Hamdan, expresaron su respaldo incondicional a la propuesta de Calderón que conforma el “paquete petrolero”, negaron que se trate de una privatización de la industria y consideraron que el carácter estratégico y reservado para el Estado no incluye el sector de la refinación, el transporte y el almacenamiento.Por su parte, Carrancá afirmó que las iniciativas enviadas por Felipe Calderón son “absolutamente anticonstitucionales”, mientras que García Ramírez sostuvo que son de “dudosa constitucionalidad”. En el mismo tenor Luis Javier Garrido consideró que constituyen “una tentativa de fraude a la Constitución”, en tanto que para Romero Apis pueden tener “riesgos de anticonstitucionalidad”.No obstante, los propios defensores de las iniciativas reconocieron durante el debate que éstas deben de perfeccionarse para evitar una acción de anticonstitucionalidad.En especial, López Aylón y Miguel Carbonell, con argumentos muy similares, sostuvieron que no sólo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le corresponde interpretar el texto constitucional y que en una lectura distinta, el artículo 27 constitucional no prohíbe la apertura de las inversiones privadas a los sectores de la refinación y el transporte.Más llano y directo, el panista Fauzi Hamdan simplificó así los términos de la discusión: “No nos hagamos pelotas, la explotación no es sólo la extracción”, pero se debe abrir el sector de la refinación. El más crudo fue el doctor Luis Javier Garrido, a quienes senadores participantes y los demás conferencistas le reclamaron airadamente que considerara “espurio” al gobierno de Felipe Calderón y que llamara “traidor a la patria” al Ejecutivo federal por haber presentado la iniciativa.El tema de la responsabilidad del Ejecutivo lo introdujo desde el inicio el jurista Raúl Carrancá y Rivas, al señalar que Calderón incurre en una “flagrante violación constitucional” al presentar las iniciativas que contravienen lo establecido en los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución.“Es una locura pensar que a través de la ley reglamentaria se puede rebasar la Constitución”, afirmó Carrancá.Acto seguido, Sergio García Ramírez, exprocurador general de la República, señaló que los principios históricos de la Constitución no son “mitos o leyendas”, y advirtió que la lectura del texto constitucional no se puede realizar sólo desde “las ventanas que miran al mundo, pero no ven primero la ventana de México”.Al entrar al debate sobre si se privatiza o no la industria, García Ramírez afirmó que “en rigor lo que se privatiza es una porción de la actividad estratégica de la explotación del petróleo” que antes era una facultad exclusiva del Estado, como es el caso de la refinación.Cuando el Pablo Gómez emplazó a García Ramírez a considerar si eran anticonstitucionales o no las iniciativas, el jurista indicó:“Yo le diría, que en este aspecto, que no es un aspecto menor, el proyecto me parece, por lo menos, de muy dudosa constitucionalidad. Y digo por lo menos de muy dudosa, aunque yo creo que inconstitucional, porque finalmente le estoy dando mi opinión.“Es de una constitucionalidad muy discutible porque el alcance que le da a la palabra explotación, que es un alcance totalmente distinto, del que al menos yo le asigno, siguiendo la trayectoria, siguiendo el desarrollo del pensamiento, no del legislador, sino del reformador constitucional”, agregó.En el mismo debate, el senador Jesús Murillo Karam, secretario general del PRI, pareció acercarse más a las posiciones de los críticos de las iniciativas al afirmar, en consonancia con García Ramírez: “Sí creo que en esta iniciativa hay cuestiones inconstitucionales. Creo que hay por lo menos tres partes en donde hay vicios de inconstitucionalidad.”
El “fantasma” de la toma de tribuna
Por su parte, Luis Javier Garrido, el más interpelado durante la sesión de casi seis horas, subrayó que las iniciativas constituyen “una tentativa de fraude a la Constitución”, en particular contra la facultad exclusiva del Estado a explotar el petróleo. Garrido consideró “notoriamente improcedentes” las reformas de Calderón, y recordó que se debe establecer la consulta y el plebiscito para buscar la reformas a la Constitución.El doctor les recordó a los senadores que el debate se realiza por la resistencia civil de los simpatizantes de López Obrador; y llamó “gobierno de facto” al de Calderón.Esto provocó una rápida interpelación del senador Francisco Labastida Ochoa, quien afirmó que antes de la “toma” de las tribunas la Comisión de Energía que él preside ya había decidido el formato de los debates y sólo faltaba por definir el número de días.Sin embargo, el propio Labastida fue replicado por el senador Pablo Gómez, integrante de la Comisión, quien le recordó que ésta no sesionaba desde octubre del año pasado.La participación de Garrido le valió que Miguel Carbonell, Fauzi Hamdan y Sergio López Aylón le recriminaran que no presentara una violación constitucional concreta, que considerara “traidores” a la patria a los legisladores y hasta lo calificaron como “ideólogo” y no como técnico jurídico por haber tachado de neoliberal la reforma energética.En la ronda de preguntas y respuestas, el senador Alejandro González Alcocer le recriminó sus duros juicios a Garrido. El doctor en Ciencias Políticas expuso nuevamente la lista de violaciones constitucionales que, según su opinión, contiene la iniciativa.Garrido reprochó el “subjetivismo inadmisible” de Carbonell e insistió que la intencionalidad general de la reforma calderonista constituye una “tentativa de fraude a la Constitución”.
La defensa de las iniciativas
Como si se hubiera definido en dos bloques claramente diferenciados, después de la participación de los tres primeros juristas (Raúl Carrancá, Sergio García Ramírez y Luis Javier Garrido) expusieron los especialistas que apoyaron las iniciativas de Calderón, quienes consideraron que éstas no tienen visos de anticonstitucionalidad.Para Miguel Carbonell, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, no es posible “emitir un juicio de valor global sobre la Constitución” en materia petrolera.Colocó el debate sobre los alcances del término “explotación”. Para Carbonell, esto sólo incluye el proceso de “alumbramiento del petróleo”, es decir, la extracción, así como “el aprovechamiento de la renta petrolera”. El investigador consideró que las iniciativas no privatizan la explotación ni la renta petrolera. Ni los “bonos ciudadanos” propuestos por Calderón son anticonstitucionales. Y les advirtió a los otros integrantes del panel: “Quienes impugnan la constitucionalidad son quienes deben probarlo”.Para José Elías Romero Apis, sólo los ministros de la Suprema Corte de Justicia pueden definir si son constitucionales las “maquilas de refinación” que proponen las iniciativas presidenciales, pero admitió que existe un “riesgo constitucional”.Romero Apis consideró que ni el concepto de extracción ni el de renta petrolera contienen una sola acepción.José Antonio Roldán Xopa, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), consideró que las reservas en materia energética que contiene el Tratado de Libre Comercio no se contraponen con una posible reforma en esta materia. Insistió que la exclusividad del Estado en la explotación no margina a los particulares.En una de las declaraciones más desafortunadas, Roldán Xopa afirmó que los legisladores deben otorgarle a Petróleos Mexicanos (Pemex) las armas para que “pueda competir con la Shell”, de lo contrario, “sería mandar a Pemex a competir como un burro cojo”.Para Sergio López Aylón, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), no existen violaciones constitucionales; y el propio texto faculta al Congreso para que pueda interpretar y deliberarla. Esta posición lo colocó en franca oposición a Raúl Carrancá.López Aylón subrayó que “la Constitución no es ni puede ser un documento petrificado e inamovible. Es un texto abierto. Su lenguaje es polisémico”.Insistió en que la reforma y la figura de “contratos incentivados” que introducen las iniciativas no transfieren renta petrolera. Sobre las “refinerías de maquila” considera que tampoco hay anticonstitucionalidad, aunque concedió que “una pregunta distinta es si es correcta”.
Sindicato del Instituto del Petróleo pide participar en foro del Senado
* La propuesta de Calderón busca suprimir al IMP, denuncia su dirigente
México, D.F., 22 de mayo (apro).- El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Mexicano del Petróleo (SNTIMP), Felipe Navarrete, exigió al Senado un espacio para que los investigadores de ese organismo participen en el foro sobre la reforma energética que se lleva a cabo en el Senado de la República.En conferencia de prensa, el dirigente sindical denunció que la iniciativa de reforma energética propuesta por el gobierno de Felipe Calderón llevará a la supresión del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).Por tal razón, anunció que el sindicato promoverá cambios legales para sustituir la “perversa e indebida sujeción del IMP a Petróleos Mexicanos, por una relación institucional donde las necesidades de Pemex estén fincadas, no en la voluntad del funcionario en turno, sino en la claridad y transparencia de los planes de corto, mediano y largo plazos”, que conduzcan al instituto a la independencia tecnológica.En su opinión, la reforma energética de Calderón pretende fomentar “indebidos, inmorales y onerosos” contratos entre Pemex y las transnacionales, en lugar de promover el desarrollo y la investigación tecnológica en materia petrolera que realiza este instituto.Navarrete Plascencia acusó: “Oficialmente el IMP no será privatizado, pero en los hechos lo están dejando morir”.Insistió que en el proyecto de reforma energética “el IMP está desaparecido”. Criticó incluso al director general del IMP, Javier Dueñas García, quien el 28 de abril en una entrevista televisiva calificó de “magnífica” la propuesta oficial.“La iniciativa presentada por el Ejecutivo federal, al estar limitada al ámbito petrolero, no responde a la necesidad de una verdadera reforma energética integral, sustentable y con bienestar social”, consideró.Calificó además la reforma de “inconstitucional”, pues pretende, mediante la modificación de leyes secundarias, “arrebatar a la nación el dominio que tiene sobre los recursos del subsuelo, traspasándolos al capital extranjero. Y es antidemocrática porque favorece la concentración de un mayor poder en la figura presidencial”.
Aplica el FAP “una goliza” a Calderón: Muñoz Ledo
* EU presiona para convertir a México en un “esquirol del petróleo”, acusa
Monterrey, N.L., 22 de mayo (apro).- El Frente Amplio Progresista (FAP) “le va dando una goliza” a Felipe Calderón en el debate sobre la reforma energética, aseguró Porfirio Muñoz Ledo, quien consideró que el presidente se encuentra bajo la presión de las autoridades de Estados Unidos, que buscan nutrir sus mermadas reservas petroleras con las de México.“Les estamos poniendo una goliza monumental (al gobierno federal). Traen a gentes que no saben, a expertos de encargo. Ya me hablaron de México, nada menos que Sergio García Ramírez, exprocurador general de la República y expresidente del PRI, quien dijo que esto es absolutamente inconstitucional”.El coordinador del FAP opinó que “Estados Unidos está haciendo presión sobre una pobre, ilegítima y corrupta clase dirigente mexicana para que se convierta en el esquirol del petróleo y bajen los precios.“Se juntan el hambre con las ganas de comer, el hambre de petróleo de Estados Unidos y las ganas de comer de los Mouriño, los Bribiesca y algunos senadores y diputados que la historia señalará y que quieren meterse al ‘bisnes’”.En conferencia de prensa previa al primer foro de Información y Debate sobre la Reforma Energética, efectuado este jueves por la tarde en Monterrey, el coordinador del FAP estuvo acompañado de los especialistas Javier Jiménez Espriú, Arturo Huerta González y Alfredo Jalife-Rahme.Muñoz Ledo reiteró que es el gobierno estadunidense el que busca que México emprenda la reforma privatizadora para que los empresarios de ese país incursionen en el negocio del petróleo mexicano.“En el último boletín del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, fechado hace cinco días, se dice que el gobierno norteamericano debe hacer toda la ‘presión amistosa’ para que México acepte la inversión extranjera y pueda haber flujo importante de capital y pueda subir por lo menos medio millón de barriles este año su suministro”.Argumentó que el proceso de la reforma implica entregar a los particulares el proceso productivo de Pemex.Se trata de “presión exterior, corrupción interna e inconstitucional. Pero el gobierno norteamericano –acotó-- no lo va a empujar (a Calderón) bastante para no tumbarlo”.Pero no van a pasar, advirtió, porque el FAP no se los permitirá.Por su parte, Jiménez Espriú, expresidente de la Academia de Ingeniería y subdirector comercial de Petróleos Mexicanos, cuestionó la repentina urgencia de Calderón por emprender la reforma energética, y aclaró que son falsos los reportes sobre una supuesta disminución de reservas del crudo.Con ironía, abundó que “esta prisa por asociarse con empresas extranjeras para encontrar el tesoro en las profundidades del océano, no es más que abrir Pemex a la iniciativa privada. Todavía ayer el presidente dijo en un discurso que urge el planteamiento de la reforma, porque nos quedan 9.2 años de reservas de petróleo”.El dato, precisó, es “una verdad a medias”, pues México tiene reservas probadas para 9.2 años al régimen de explotación actual, pero a esas cifras se deben sumar otros 10 años de reservas llamadas posibles, más otra década de reservas probables.“La prisa para ir a las grandes profundidades no existe, y tenemos que darle el tiempo adecuado a esto para nosotros poder adquirir, comprar, negociar, desarrollar la tecnología que nos permita llegar. Ya estamos en las grandes profundidades, a más de mil metros, y sin compartir el petróleo como se pretende”, dijo.Arturo Huerta González, catedrático de la UNAM, explicó que la prisa del gobierno federal por privatizar la explotación del petróleo se debe a problemas “en el sector externo” de la economía mexicana.“México no tiene capacidad de exportación de productos agrícolas ni de manufactura, y menos considerando la recesión que enfrenta Estados Unidos”.Observó que “la única ventaja comparativa que tiene es el petróleo, y parten del hecho de que Pemex no tiene la capacidad para aumentar la producción ni la capacidad de exportación, y que ahí puede entrar la inversión extranjera para potenciar a Pemex y potenciar la producción y explotación”.Sostuvo que el gobierno federal plantea “que es un buen momento por el aumento de los precios internacionales del petróleo, pero esa alza potenciaría a Pemex para que con esos recursos ésta se desarrolle a sí misma sin necesidad del sector privado”.En tanto Jalife-Rahme señaló que en el debate no ha sido considerada una cuestión de seguridad nacional, que es considerar el punto de vista de las Fuerzas Armadas, que deberían de expresar su opinión sobre la reforma energética.“Me llama la atención que nadie de las Fuerzas Armadas, ni del Ejército, haya concurrido al debate. Sería conveniente escuchar cuál es el punto de vista de las Fuerzas Armadas, si están o no de acuerdo en una reforma energética”.Señaló que aunque no se habla de privatización, 70% de los ingresos de la paraestatal se obtienen de la refinación, un área que buscan abrir en la reforma.Calderón, alegó, se ha quedado fuera del contexto internacional, pues la tendencia mundial del petróleo es a la desprivatización. En el XI Foro Mundial de Energía en Roma, ejemplificó, se expresó que 95% de las reservas mundiales del petróleo se encuentran en manos de los Estados.Consideró que “la derrota de Estados Unidos en Irak es nuestra gran tragedia, porque al no poder traer Estados Unidos el petróleo de allá, lo busca aquí. Nosotros somos los grandes perdedores de la guerra de Irak, de manera indirecta”.
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