Exigen militantes la renuncia del líder y derrotado candidato presidencial español
Reitera el derechista que no va a “tirar la toalla” y buscará relegirse en la presidencia partidaria
Armando G. Tejeda (Corresponsal)
Protestas bajo vigilancia policial contra el líder máximo del Partido Popular, ayer en Madrid. Foto: Reuters
Madrid, 23 de mayo. Al grito de “¡Rajoy, dimisión!”, unos 300 militantes del Partido Popular (PP) demandaron hoy frente a la sede de esa organización la renuncia del líder partidario, Mariano Rajoy, en el contexto de la grave crisis que afecta a ese instituto.
Los manifestantes reclamaron también el regreso de María San Gil, “referente moral” de la militancia partidaria, quien anunció la víspera su retiro de la dirección de PP y del Parlamento del País Vasco por discrepancias con Rajoy.
Los inconformes con el presidente del PP fueron convocados por mensajes de texto al teléfono celular y al concentrarse en torno a la sede del partido en la capital española lanzaron gritos y duras consignas contra su hasta hace poco tiempo candidato y líder.
Le gritaron que diera “la cara” que no fuera “cobarde” y lo acusaron de “traicionar a los muertos”, e incluso llamaron “asesino” al líder conservador.
Desde que Rajoy fue derrotado por segunda ocasión consecutiva por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en los comicios del pasado 9 de marzo, el PP afronta una severa crisis, con la lucha por el poder en el partido como telón de fondo.
A grandes rasgos, el PP está dividido entre los que mantienen su apoyo a Rajoy, quien confirmó su intención de ser candidato para las elecciones de 2012, y los que decidieron hacerle frente a su estrategia política.
Rajoy reiteró que no va a “tirar la toalla”, a pesar de las presiones que ejercen “algunos desde fuera. Hay personas que intentan que yo no me presente a presidir el partido y eso no se va a producir”, dijo.
Asimismo, señaló a sus críticos que si alguien quiere presentar una lista alternativa en el congreso partidario, que dé un paso al frente y que lo diga.
La salida de San Gil supuso un duro golpe para el líder del PP, y se sumó a una cadena de renuncias de connotadas figuras del sector “duro” del partido ante la supuesta intención de Rajoy de llevar a la formación política hacia una posición ideológica más moderada.
Por otro lado, los cuatro presuntos miembros de la organización armada ETA, entre ellos su líder Javier López Peña, apodado Thierry, detenidos el pasado martes en Burdeos, Francia, serán transferidos a París, informaron fuentes oficiales.
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