Alvaro Cepeda Neri
La Unión Europea, sobre los cimientos de “la vieja Europa”, como la calificó despectivamente Bush en uno de sus muchos arranques histéricos, acaba de “otorgar a México el estatus de socio estratégico”, un supuesto privilegio que ya tiene Brasil, con lo cual son dos los países de América Latina que gozan de esa “distinción”. La nota (El País: 7/V/08) reproducida en algunos medios mexicanos, completa la “nueva buena” con el anuncio de que por estos días estará con Calderón el presidente ejecutivo de la Unión Europea: José Manuel Durao Barroso, para oficialmente notificar el nombramiento.
Y tan “honrosa” distinción se dará a los cuatro vientos en la Cumbre Euro-Latinoamericana, que tendrá lugar en Perú. Ya México, aparte de varios tratados de libre comercio (que funcionan a favor de los europeos, como el TLC a favor de Canadá y Estados Unidos de América) tiene suscrito un “amplio acuerdo de asociación” que, al parecer, viene desde que Porfirio Muñoz-Ledo y Lazo de la Vega (ex priísta y ahora prominente perredista de la tribu lópezobradorista) fue embajador ante esa UE, enviado por Fox para mantener lejos y entretenido al Porfirio que tanto gusta de los reflectores por su protagonismo.
La Comisaria de Relaciones Exteriores: Benita Ferrero-Waldner (lo de Benita es por la difusión en Europa del nombre de Benito Juárez, al que también, dicho sea de paso, admiraba el padre de Mussolini y por eso le puso el nombre de Benito), aclaró que a pesar de que México no tiene un acuerdo de asociación con los 27 Estados de la Unión Europea, recibe el estatus de “socio estratégico”. La explicación del porqué tal “distinción” la dejó en claro el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson: el botín del petróleo. Y es que los europeos tienen apetito por el oro negro y les sobran inversiones para asegurar la explotación y asegurar el abasto energético.
Mandelson expresó: “La reforma energética emprendida por el presidente Felipe Calderón, encaminada a permitir un mayor acceso de la iniciativa privada al sector petrolero... traerá inversiones adicionales, tecnología y pericia a ese importantísimo sector para México”. Y a un panal de rica miel los europeos no podían resistirse y para cortejarnos nos dan el título de “socio estratégico”.
En lo que México es el socio y ellos los de la estrategia para participar en la amenaza de privatización calderonista. Y hasta hará una visita, de paso para Perú, el presidente de la Unión Europea. Bien vale la escala para ir a Los Pinos. Solamente que los europeos han echado las campanas a vuelo las vísperas de la discusión (institucional y extrainstitucional, aparte de si llega a prosperar una consulta popular nacional: Art. 9 constitucional). Pero mientras son peras o manzanas, los europeos se apuntan para entrarle, si prospera la privatización, al botín petrolero.
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