Las entrañas del monstruo
Escrutinio
En su última e inconclusa carta, el 18 de mayo de 1895, José Martí escribió en referencia al tiempo que pasó en Estados Unidos: "Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas". De igual modo puedo decir que, por haber trabajado en muchos medios de comunicación a lo largo de mi carrera periodística, los conozco por dentro, y sé que en ellos, al lado de periodistas rectos, honrados y ejemplares, abundan los mercenarios de la pluma que se alquilan o venden al mejor postor.
En su última e inconclusa carta, el 18 de mayo de 1895, José Martí escribió en referencia al tiempo que pasó en Estados Unidos: "Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas". De igual modo puedo decir que, por haber trabajado en muchos medios de comunicación a lo largo de mi carrera periodística, los conozco por dentro, y sé que en ellos, al lado de periodistas rectos, honrados y ejemplares, abundan los mercenarios de la pluma que se alquilan o venden al mejor postor.
Sé también que los dueños de diarios, revistas, radios y televisoras están en su mayor parte ligados a poderosos intereses económicos y a menudo ellos mismos poseen otros grandes negocios, que los gobiernos destinan mucho dinero para comprar publicidad disfrazada de noticias o comentarios, y que mucha de la información y las opiniones que esos medios difunden no son imparciales ni bienintencionadas, sino que responden a mezquinos intereses o son francamente pagadas por el gobierno o por gente poderosa.
Por eso siempre recomiendo no aceptar a pie juntillas lo que se publica o se dice en la prensa hablada o escrita —ni siquiera lo que yo escribo—, sino tratar de obtener información de diversas fuentes, examinarla, compararla, cotejarla y analizarla, para así poder reflexionar, sacar conclusiones y formarse una opinión propia.
Fue por ello que el pasado lunes 5 envié a aquellas personas a quienes por distintas razones mando copia de mis artículos, una invitación a asistir a escuchar a Andrés Manuel López Obrador en Cancún, si deseaban —decía yo en el mensaje— "recibir información de primera mano sobre la privatización de la industria petrolera y no solamente la que el gobierno paga en la TV y otros medios de comunicación", para así "tener más elementos de juicio y poder normar su criterio."
Casi de inmediato recibí la respuesta de una persona que prácticamente rechazaba la invitación en los siguientes términos, que transcribo textualmente: "Pienso que el Sr Lopez Obrador ya le ha hecho mucho daño al pais, como para seguir haciendo propaganda sin fundamentos tecnicos, legales, de contratos, etc. Si pemex no se moderniza por medio de empresas que se dedican a realizar trabajos expertos, nadie lo va a realizar, porque precisamente por las trabas politicas y de discusiones sin fundamento en el congreso y en la calle, no se ha realizado acuerdos para que Pemex realize trabajos que al dia de hoy no hace, precisamente por la falta de acuerdos y objeciones de gente que lo unico que sabe hacer es manejar a la gente a su conveniencia y en contra de la democracia, el ejemplo mas claro que dentro de su partido, es el ejemplo mas claro de su antidemocracia."
Lamento que esa persona no haya asistido a la reunión. Ahí hubiera podido saber muchas cosas interesantes. Por ejemplo, que todas las refinerías que se necesitan para ya no tener que importar el 40% de la gasolina que consumimos en México, y todos los oleoductos que se requieren para transportar el petróleo y sus derivados de manera más económica y segura, los podría construir PEMEX con el dinero de los llamados excedentes petroleros de este año. Es decir, los ingresos extraordinarios que recibirá gracias a la diferencia de 50 dólares por barril entre el precio estimado en el presupuesto de ingresos 2008, y el precio que ya ha alcanzado el crudo. Y para construir y operar esas refinerías y esos oleoductos basta la tecnología que ya dominan los ingenieros y técnicos de Pemex.
Pero en la propaganda pagada por el gobierno, se nos hace creer que Pemex no tiene ni dinero ni tecnología para aprovechar nuestros recursos. Por ello, insisto, hay que buscar otras fuentes de información y no creer todo lo que se dice en la televisión.
Por eso siempre recomiendo no aceptar a pie juntillas lo que se publica o se dice en la prensa hablada o escrita —ni siquiera lo que yo escribo—, sino tratar de obtener información de diversas fuentes, examinarla, compararla, cotejarla y analizarla, para así poder reflexionar, sacar conclusiones y formarse una opinión propia.
Fue por ello que el pasado lunes 5 envié a aquellas personas a quienes por distintas razones mando copia de mis artículos, una invitación a asistir a escuchar a Andrés Manuel López Obrador en Cancún, si deseaban —decía yo en el mensaje— "recibir información de primera mano sobre la privatización de la industria petrolera y no solamente la que el gobierno paga en la TV y otros medios de comunicación", para así "tener más elementos de juicio y poder normar su criterio."
Casi de inmediato recibí la respuesta de una persona que prácticamente rechazaba la invitación en los siguientes términos, que transcribo textualmente: "Pienso que el Sr Lopez Obrador ya le ha hecho mucho daño al pais, como para seguir haciendo propaganda sin fundamentos tecnicos, legales, de contratos, etc. Si pemex no se moderniza por medio de empresas que se dedican a realizar trabajos expertos, nadie lo va a realizar, porque precisamente por las trabas politicas y de discusiones sin fundamento en el congreso y en la calle, no se ha realizado acuerdos para que Pemex realize trabajos que al dia de hoy no hace, precisamente por la falta de acuerdos y objeciones de gente que lo unico que sabe hacer es manejar a la gente a su conveniencia y en contra de la democracia, el ejemplo mas claro que dentro de su partido, es el ejemplo mas claro de su antidemocracia."
Lamento que esa persona no haya asistido a la reunión. Ahí hubiera podido saber muchas cosas interesantes. Por ejemplo, que todas las refinerías que se necesitan para ya no tener que importar el 40% de la gasolina que consumimos en México, y todos los oleoductos que se requieren para transportar el petróleo y sus derivados de manera más económica y segura, los podría construir PEMEX con el dinero de los llamados excedentes petroleros de este año. Es decir, los ingresos extraordinarios que recibirá gracias a la diferencia de 50 dólares por barril entre el precio estimado en el presupuesto de ingresos 2008, y el precio que ya ha alcanzado el crudo. Y para construir y operar esas refinerías y esos oleoductos basta la tecnología que ya dominan los ingenieros y técnicos de Pemex.
Pero en la propaganda pagada por el gobierno, se nos hace creer que Pemex no tiene ni dinero ni tecnología para aprovechar nuestros recursos. Por ello, insisto, hay que buscar otras fuentes de información y no creer todo lo que se dice en la televisión.
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