No cederá a las presiones derechistas contra planes de “refundación” de Bolivia, afirma
Acatar las leyes exige a prefectos, quienes anunciaron que no respetarán el referendo revocatorio
Afp
La Paz, 24 de junio. El presidente Evo Morales, acosado por prefectos (gobernadores) regionales derechistas que decidieron no acatar un próximo referendo revocatorio de mandatos, pidió hoy por primera vez a la policía y las fuerzas militares de Bolivia que le ayuden a hacer respetar la Constitución.
Un día después de que cinco prefectos que buscan autonomía rechazaran el referendo revocatorio convocado para el 10 de agosto y plantearan anticipar elecciones, el mandatario indígena les respondió que no cederá a las presiones de los sectores conservadores contra su planes de “refundación” del empobrecido país.
“Quiero pedir a la policía nacional y a las fuerzas armadas (que) ustedes deben ser el ejemplo en respetar normas y en hacer respetar la Constitución”, dijo Morales en un discurso en un acto de celebración del aniversario de la policía boliviana.
Morales repitió un llamado a los prefectos a que “vuelvan a respetar las leyes de la república”, pero no dio señales de cuál sería la misión específica en el conflicto político de las instituciones militar y policial, con la que parece haber construido sólidos lazos.
La revocatoria de mandatos incluye, además del presidente y vicepresidente, a los nueve prefectos de departamento, la mayoría opositores de derecha.
La iniciativa es vista por muchos como salida a una crisis política provocada por el choque entre un cambio de Constitución que impulsa Morales y las autonomías regionales alentadas por la oposición conservadora.
Incertidumbre política
Pero el anunciado desacato a la revocatoria por parte de los prefectos, quienes dicen estar sometidos a sus estatutos de autogobierno por encima de las leyes nacionales, acrecentó la incertidumbre política en el país altiplánico.
Morales remarcó que él no propuso el referendo revocatorio sino que sólo aceptó ese “desafío” planteado el año pasado por varios prefectos, el que fue convocado en mayo por ley del Congreso, a iniciativa opositora.
“Los que me han pedido ahora no quieren ir al referendo revocatorio, (no quieren) que el pueblo en ese proceso de profundización de la democracia no sólo tenga derecho a nombrar autoridades sino también derecho a revocar esas autoridades, presidente, vicepresidente y prefectos”, dijo.
“No hay por qué escapar del pueblo, no hay por qué tener miedo al pueblo”, agregó, y sugirió que algunos prefectos intentarían bloquear el proceso revocatorio no sólo para desgastar al gobierno sino “para no dejar de robar”.
El rico distrito gasífero de Tarija aprobó el domingo pasado su autogobierno, sumándose al rico departamento oriental de Santa Cruz y a los amazónicos Beni y Pando, todos de tierras bajas y en donde la derecha tiene el control económico y político.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se mostró preocupado por el rechazo de los prefectos opositores al referendo revocatorio convocado por el gobierno del presidente Evo Morales, que el organismo multilateral veía como una señal de consenso para intentar superar la crisis política en Bolivia.
Es una “forma de superar la crisis política a través de los votos” y “la legitimidad está precisamente en torno al consenso” que rodeaba este proceso, indicó el titular de la OEA.
“Nos preocupa esta posición de los prefectos”, que constituye “un retroceso”, expresó Insulza ante los medios de prensa.
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