Asa Cristina Laurell
El objetivo reiterado del Seguro Popular (SP) es alcanzar, junto con los mecanismos de la seguridad social, la universalidad del aseguramiento en salud de los mexicanos en 2010 o 2011.
El aseguramiento es una política, un medio, para garantizar el acceso a los servicios de salud y no un fin en si mismo. Es necesario subrayar este hecho porque prevalece la suposición de que un seguro de salud implica tener acceso a los servicios; suposición equivocada tanto respecto a los seguros públicos como a los privados.
La información oficial1 sobre el SP demuestra claramente que no hay consonancia entre tener el seguro y acceder a los servicios requeridos. Adicionalmente documenta que hay un subejercicio sistemático del presupuesto, lo que significa que el incremento del gasto público en salud no necesariamente se traduce en más y mejores servicios para la población.
En el cuadro, se compara la cantidad de servicios prestados anualmente según diferentes tipos de arreglos institucionales: el SP, los servicios estatales de salud (SES), el Programa de Servicios Médicos y Medicamentos Gratuitos del DF (PSMMG-DF) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Se constata que la prestación de servicios del SP está por debajo de los otros esquemas, incluso el de los servicios prestados por los SES que cubren toda la población sin IMSS o ISSSTE y son las unidades médicas donde se presta servicios al SP.
El rubro más desfavorable del SP es el de hospitalización donde los SES muestran un dato 75 por ciento mayor y el IMSS y el PSMMG-DF más del doble. Esta falta de acceso real a la atención médica se confirma con el número de partos atendidos por mil personas ya que el SP debería tener el dato más alto dadas las características de su población asegurada con un alto número de mujeres.
Los datos del cuadro indican que estar inscrito al SP no garantiza siquiera el acceso a los servicios ofrecidos en la póliza.
La razón es que el SP se implantó sin desarrollar la infraestructura de salud requerida. Reporta en su reciente informe (julio de 2008) tener 23.5 millones de afiliados en 2 mil 449 municipios. En contraste de los 10 mil 615 centros de salud programados para ser incorporados al SP sólo 4 mil 102 ya lo hicieron y de éstos sólo 2 mil 922, es decir 28 por ciento, pudieron certificar los criterios de calidad; de los 330 hospitales generales, 260 están incorporados y 161 (49 por ciento) certificados, y de los 92 hospitales de alta especialidad, 60 están incorporados y certificados. De los 5 hospitales de especialidad construidos por la Secretaría de Salud desde que se inició el SP en 2004, ninguno está en pleno funcionamiento; el del Bajío sólo ha abierto 45 de sus 184 camas y el de Mérida sólo ofrece consulta externa. Una de las razones es la falta de personal ya que en estos cinco hospitales hay 3 mil 664 vacantes sobre un total de 5 mil 413 plazas autorizadas. Por otra parte, el sobre-dimensionamiento de las plazas directivas es costoso e irresponsable.
Debiera ser la máxima prioridad de la Secretaría de Salud corregir la falta de infraestructura y personal para poder prestar los limitados servicios prometido en el SP y con el incremento del presupuesto se podría hacer. Los datos de 2007 y 2008 revelan un subejercicio sistemático y grande del presupuesto autorizado. En 2007 el SP escondió 3 mil millones de pesos no transferidos a los estados en el Fideicomiso del Sistema de Protección Social de Salud (FSPSS) que adicionalmente tuvo un subejercicio de cerca de 2 mil millones; o sea, en 2007 hubo un subejercicio total de 5 mil millones de pesos. Al final de 2007 se habían acumulado en el fideicomiso 10 mil 388 millones y a mitad de 2008 éste disponía de 13 mil 443 millones. Esta cantidad alcanzaría para construir y equipar ¡27 hospitales generales de 150 camas!
Extrañamente el informe del primer semestre de 2008 del SP sólo reporta una disponibilidad de 2 mil 242 millones en el FSPSS al inicio del año y la autorización de usar 3 mil 935 millones para gastos catastróficos durante todo 2008 a pesar de estimar ingresos de 8 mil millones. ¿Dónde está y en qué se utilizará el resto del dinero?
1 La información usada en este artículo está tomada de los informes de la CNPSS 2007 y 2008, el Fideicomiso del Sistema de Protección Social 2007 y 2008 y de la SCHP.
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