viernes, septiembre 05, 2008

LA NECESIDAD IMPERIOSA DE UNA REVOCACION
DE MANDOS.

Considero y consideramos millones de ciudadanos:
La mayoría que aún estamos con vida propia, que desde hace más de diez años, hemos observado, y soportado vejaciones de toda clase. En parte se debe, principalmente, a que el sistema gobernante de México ha ido decayendo de forma estrepitosa, ya que los mandos en las instituciones tienen cada vez menos experiencia política, adolecen de simpatía popular profunda, y están gravemente heridos de ignorancia mezclada con la petulancia que distingue a las élites del poder. En suma, no gobiernan sino que cometen aberrantes actos, para después disimularlos o justificarlos, si en ello insisten, ¿cómo lo hacen?, a través del más incestuoso camino de la información en que se han convertido los medios hoy en día.
Por demás, sobra decir, que no se encuentra alivio a la situación actual, en todos los sentidos, desde el económico hasta el político-social; que la relación moral de la ciudadanía, del pueblo en general, se derrumba irreparablemente, y por lo tanto estamos al borde de una reyerta impía, sangrienta y cruel, peor aún que las guerras fratricidas que organizan los norteamericanos en Asia y el Oriente Medio.

Con el fuerte ánimo de contribuir a una solución que evite la catástrofe que se avecina, me uno a la inquietud del Lic. Porfirio Muñóz Ledo, de todos aquellos hombres serios y competentes que participaron en el Debate Petrolero, como el Lic. Manuel Bartlett Díaz, y aquellos que consideren que ser constituyentes y estar dentro de la Constitución, es válido y nos guíen. Llevar a cabo reuniones, simposios y foros, donde se exprese la voluntad de la ciudadanía y el pueblo, para elevar a rango constitucional, la figura del Plebiscito, que de acuerdo con el Juicio Político, previsto por los artículos 108, 109 y 110 constitucionales, abre paso a la figura más elevada de la democracia, que país alguno puede tener.

Entiendo perfectamente, el por que del temor y miedo de los mexicanos nobles, el régimen actual se ha convertido una feroz hiena, y mata sin piedad a quien considera su enemigo. Las hienas se conocen entre sí, por ello el desbarajuste sangriento que sufre la patria, lo que ya no es soportable más tiempo.
La ignorancia ha llevado a estas bestias a usar terminología y confundir actitudes honestas y derechas como si estuviésemos en cárceles y en campos de concentración. Derrocar su ignorancia y su ineptitud es lo que intentamos y lo vamos a lograr. Sus personas, si es que aún lo son, no nos son importantes. Hemos esperado pacientemente, por años, su cambio de actitud ante los problemas nacionales, mas ha sido en vano. Por tal virtud consideramos urgente, llevar a cabo una revocación de los mandos superiores, y lograr que se enderece el rumbo que está llevando a México al aniquilamiento total.

Atentamente,
Eugenia Díaz Medina

P.D.
A quien corresponda esta encomienda, favor de callarle la boca al Sr. Acosta Naranjo, además de traicionarnos, es ignorante confuso y retrógrado. A él si lo podemos derrocar.

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