EDITORIAL

Año 7, número 2410
Lunes 20, octubre del año 2008
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En medio de una crisis económica de pronóstico reservado, que en cualquier otra parte del mundo hubiera hecho que el responsable de la Hacienda Pública renunciara; o en su caso que le pidieran su renuncia.

Sobre todo por la indolencia con la que procedió el señor Carstens al no solo subestimar la magnitud de la crisis, lo que habla de arrogancia y por supuesto de ignorancia; sino por desconocer, con su experiencia, lo que ya por todos era sabido.

El caso es que se inicia una semana que se avizora turbulenta, no solo en el aspecto financiero, que al parecer se les salió de control a los que idearon semejante latrocinio a la Nación. Sin poder soslayar que empobrecer a todos los ciudadanos, como sucede cuando una moneda se devalúa, es imperdonable que algunos saquen ventaja de ello.

Y aunque el aspecto jurídico que debería revestir un asunto de esta naturaleza e importancia, como lo es la especulación, sabemos de antemano que nada va a pasar y que nadie le hará nada a los responsables de este nuevo golpe, no solo a la economía de todo un pueblo, sino a la dignidad de todos los mexicanos.

Que con ésta ya van tres veces que nos hacen lo mismo de transferir la deuda (y con intereses) para que los pobres paguemos los dispendios y las liviandades de la clase gobernante, y todavía se sigue creyendo en los mismos políticos y se sigue yendo a votar a las casillas (como si de algo sirviera).

Impunidad que corroborará que todos estaban de acuerdo y por lo tanto son cómplices. O de perdida, hablando en el lenguaje comercial, socios.

Como sucedió en el caso de Mouriño, que habiendo confesado ante la Autoridad la comisión de un delito, el manto de la impunidad lo cubrió desde Los Pinos.

Por lo que de ahí en adelante, puede esperarse cualquier cosa.

Pero la turbulencia a la que se hace referencia, puede venir por la Reforma Energética, toda vez que los ciudadanos que pagamos impuestos, desconocemos de qué se trata y cuales son sus términos. Y ante la polarización que el tema ha generado, difícil será que todos se manifiesten conformes..

Privando entre la mayoría de los ciudadanos la incertidumbre y la desconfianza en lo que está por venir. Lo que hace de nuestra Democracia algo verdaderamente singular; como también lo fue la “Dictadura Perfecta” con la que el “español” Vargas Llosa calificó el sistema político de nuestro México.

El horno está como para bollos y solo falta la chispa que provoque la inconformidad ante la burla de todos los que de una manera u otra participaron en los foros de debate sobre el futuro energético de la Patria; que de acuerdo con las pocas informaciones que se tienen, en poco tomaron en cuenta los legisladores.

Que lo menos que deberían de haber hecho, es enterar a sus representados de lo que en su nombre van a aprobar. Pues no se olvida cuando los anteriores (en la pasada Legislatura) aprobaron una Ley, la de Radio y TV, que después confesaron nunca haber leído.

Así como navegar a vela contra el viento, requiere de un conocimiento previo que no todos tienen; gobernar contra la voluntad de la mayoría también requiere de conocimientos que por lo visto quienes nos gobiernan no tienen.

Por lo que mal pinta la semana; veremos como termina. Solo que “lo que mal empieza, como dice el axioma, mal acaba.”