Andrés Manuel López Obrador encabezó una marcha del Ángel de la Independencia al Palacio de Bellas Artes. Tras advertir que “la concentración económica y del poder político va a durar hasta que el pueblo quiera”, sostuvo que su movimiento “aspira a crear una nueva corriente de pensamiento que impida el predominio del dinero, de la corrupción y el afán de lucro sobre la dignidad, la verdad y los auténticos valores” Foto Carlos Ramos Mamahua/Portada de La Jornada.
El movimiento popular, “anclado en la izquierda”, no titubeará
“¿Qué partido representa la posibilidad de un cambio?”, pregunta
Ciro Pérez y Alma E. Muñoz
López Obrador y Alejandro Encinas durante la marcha de ayer del Ángel de la Independencia a Bellas Artes. Foto: Carlos Ramos Mamahua
Con el puño en alto, la senadora Rosario Ibarra de Piedra saluda durante el mitin al cual asistieron simpatizantes del movimiento social que encabeza Andrés Manuel López Obrador en defensa de Pemex y la economía popular, entre ellos Arnaldo Córdova y Javier González Garza
Foto: Marco Peláez
La concentración económica y del poder político en unas cuantas manos va a durar sólo hasta que el pueblo quiera, advirtió Andrés Manuel López Obrador ante miles de simpatizantes, a quienes les dijo que el movimiento del que forman parte es “una real oposición que no actúa como palero”, y que, “sin titubeos ni vacilaciones, está anclado en la izquierda, en el compromiso de luchar con firmeza por la igualdad y la justicia”.
En la última asamblea informativa de este año, convocó a dos movilizaciones en diciembre: el día primero, frente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para exigir que bajen los precios de las gasolinas, el diesel, el gas, la electricidad y los artículos de primera necesidad; el 9, una más frente a Televisa para demandar respeto al derecho a la información. Ya en el próximo año, el 25 de enero, llamó a celebrar una nueva asamblea nacional.
“No nos dejemos apantallar con las campañas de desprestigio. Que no nos aturda el ruido mediático. Levantemos la mira. Tenemos la enorme responsabilidad de transformar la vida pública del país.” Entre todos, continuó, “hemos logrado levantar este movimiento, el más importante –que se oiga bien y que se oiga lejos– en la historia reciente del país”.
Tras un reconocimiento a Alejandro Encinas, “a quien le tenemos respeto y admiración”, López Obrador preguntó a los asistentes, congregados frente al Palacio de Bellas Artes:
“¿Qué partido, qué organización política, agrupa a tantas mujeres y hombres conscientes y comprometidos como los que forman parte de este movimiento? ¿Qué partido tiene la capacidad de movilización que tiene este movimiento?
“¿Qué partido tiene la creatividad y el talento de quienes participan o simpatizan con nuestro movimiento? Contamos con la simpatía de las mujeres y de los hombres más lúcidos del país, de los mejores escritores y de los mejores intelectuales. Y lo más importante: ¿qué partido representa la esperanza y la posibilidad de un cambio en beneficio de 90 por ciento de los mexicanos que ganan menos de 9 mil pesos al mes, como lo propone y busca nuestro movimiento?”, planteó el tabasqueño, quien a pesar de esto no logró acallar los gritos y manifestaciones de inconformidad en contra de quienes integran la corriente perredista Nueva Izquierda, bajo cuya presidencia se encuentra el PRD.
Pide paciencia y serenidad
“Seamos capaces de actuar con paciencia, con serenidad sin límites. Es tan importante esta lucha, que se requiere humildad, mística, trabajo cotidiano, perseverancia, mucha labor de convencimiento y una inquebrantable fe en las causas que defendemos. No olvidemos que no sólo buscamos un cambio en lo económico, lo político y lo social, sino que aspiramos a crear una nueva corriente de pensamiento que reconozca y exalte la cultura y la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo. Una nueva corriente de pensamiento para impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro sobre la dignidad, la verdad, los valores morales y el amor al prójimo.”
Luego de la marcha que partió del Ángel de la Independencia, López Obrador rindió frente al Palacio de Bellas Artes un informe a dos años de la conformación del “gobierno legítimo de México”, cuyos objetivos principales se mantienen: defender al pueblo y el patrimonio nacional. Advirtió que darán continuidad a la lucha en defensa del petróleo y de la soberanía nacional, aunque ahora se volcará toda la fuerza del movimiento a evitar mayor empobrecimiento, más descomposición social, más inseguridad y más violencia, sin dejar de lado el apoyo “a quienes luchan por la libertad y la justicia, a quienes enfrentan y padecen el autoritarismo de la oligarquía y del régimen”.
Exigió libertad para los “presos políticos” y cese a la “saña” contra los presos de Atenco. De igual manera, demandó que se detengan las agresiones contra el sector magisterial por oponerse a la Alianza por la Calidad de la Educación, y dio su respaldo a los trabajadores y técnicos de Pemex despedidos por “organizarse y defender sus derechos”.
También expresó una enérgica protesta por la agresión que enfrenta el periódico yucateco Por esto, “acosado injustamente por la Secretaría de Hacienda porque llama usurpador a (Felipe) Calderón, lo que realmente es”.
Dijo que a dos años de los comicios de 2006 ha quedado claro “que nuestros adversarios son los principales responsables de la debacle económica del país. Aunque traten de justificarse repitiendo una y mil veces en los medios de comunicación que todo se debe a factores externos, hay pruebas irrefutables de que nunca han querido llevar a cabo ningún cambio, porque el modelo que han impuesto les garantiza mantener y acrecentar sus privilegios. Es cierto que la crisis y la recesión en Estados Unidos afectan a casi todo el mundo, pero impactará con mayor severidad en nuestro país, porque tenemos una economía muy debilitada y un pueblo sin protección social”.
“Cinismo” y falsas promesas
Condenó la gestión de Calderón. “Dado el cinismo que lo caracteriza, ya ni tiene caso preguntarle dónde quedó el compromiso de que iba a ser el presidente del empleo, o su promesa de bajar los precios de la gasolina, el gas y la luz, o su declaración retadora de que nos iba a rebasar por la izquierda. No ha hecho una sola obra importante”, manifestó.
“A duras penas anunció que iba a construir una refinería, pero no tiene proyecto ejecutivo ni capacidad operativa, y es tanta su ineficacia que sería un milagro que la terminara en este sexenio”, añadió.
En fin, subrayó, “ha perdido el tiempo, dejó pasar la oportunidad de los precios altos del petróleo, que difícilmente se volverá a presentar; el peso se ha devaluado cerca de 40 por ciento y, por si fuese poco, todos los pronósticos señalan que todavía viene lo peor y que no habrá crecimiento ni recuperación económica en por lo menos dos años”.
Ante este negro panorama, agregó, “nuestro movimiento no puede tener tarea más importante que la de presionar al gobierno usurpador para obligarlo a cambiar su política y a utilizar todos los instrumentos del Estado para proteger al pueblo ante el desastre económico y de bienestar social. No podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando el gobierno usurpador sólo protegerá ante la crisis, como ya lo está haciendo, a los financieros y a los grandes empresarios”.
Por eso, sostuvo el ex candidato presidencial, “no podemos eludir nuestra responsabilidad. A nosotros nos toca en estos momentos aciagos seguir actuando en defensa de la economía popular, del petróleo y de la soberanía nacional (...) Tenemos que defender el empleo, el salario y el derecho del pueblo a la alimentación; vamos a buscar apoyos para los productores del campo; ayuda directa para adultos mayores, madres solteras, personas con discapacidad, becas para estudiantes de escuelas públicas, atención médica y medicamentos gratuitos a quienes no cuentan con seguridad social. En fin, orientaremos nuestras acciones a proteger a los pobres y la clase media”.
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