Barack Obama and Hillary Clinton
Aun cuando el establishment y los medios de Estados Unidos se sorprendieron por los seis primeros nombramientos del gabinete de Barack Obama, en particular el de Hillary Clinton, quien estará al frente del Departamento de Estado, terminaron por aceptarlos. El analista Arturo Valenzuela, asesor en política exterior durante la campaña del demócrata, sostiene que los principales retos de Obama serán combatir la recesión y reposicionar a su país ante la comunidad internacional. Y aclara que, en este escenario, la relación con los países del continente americano, incluido México, no será prioritaria.
WASHINGTON.- Barack Obama, quien asumirá el cargo de presidente de Estados Unidos el 20 de enero próximo, buscará imponer un estilo de cohesión política, sostienen expertos y asesores del demócrata. Por ello, dicen, está conformando un gabinete plural cuyo propósito será reintegrar a su país a la comunidad internacional y terminar con las imposiciones imperialistas que caracterizaron a su predecesor George W. Bush.Para hacer frente a la recesión, el desprestigio y el aislamiento internacional al que Bush arrastró al país, Obama designó a sus seis colaboradores del gabinete económico y de seguridad. En este último destaca su otrora rival Hillary Rodham Clinton, quien ocupará el Departamento de Estado.En el Departamento de Justicia quedará Eric Holder; el de Seguridad Interior estará a cargo de Janet Napolitano, y en el de Defensa Obama decidió que Robert Gates repitiera en el cargo. El gabinete económico está encabezado por Timothy Geithner, quien estará al frente del Departamento del Tesoro, en tanto que Bill Richardson quedó en el de Comercio.La coordinación de estos dos equipos, los más importantes del gabinete, estará a cargo de Rahm Emanuel, a quien Obama designó como el jefe de toda la cartera presidencial; el general retirado James Jones será el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y Larry Summers, el director del Consejo Nacional de Economía del Poder Ejecutivo.El miércoles 3, tras el nombramiento de Bill Richardson como titular de Comercio, el propio Obama prometió que el suyo "será el gabinete más diverso en la historia presidencial". Y aprovechó para explicar que los cargos de Estado como el de Comercio, no serán "premio de consuelo" para las minorías étnicas.Para Arturo Valenzuela, asesor externo de Obama sobre asuntos de política exterior durante la campaña presidencial, "lo importante de la conformación de este gabinete es que tendrá un peso muy importante en los temas internacionales".Y explica: "Todos los nominados de Obama son gente muy, muy experimentada en el manejo de situaciones de crisis y saben cómo trabajar los temas dentro del complejísimo organigrama del gobierno federal de Estados Unidos".
"Las cualidades" de Hillary
La inclusión de Hillary Clinton, actual senadora por Nueva York, ensombreció a figuras como la de Geithner, principal responsable de buscar las fórmulas para sacar a Estados Unidos de la recesión y la debacle financiera por la que éste atraviesa.En Washington, los analistas sostienen que, por su experiencia probada, algunos de los integrantes del gabinete de Obama, como Gates, quien se quedará en el Pentágono a petición del presidente electo, quizá provoquen fricciones en el gabinete por las diferencias ideológicas que éste tiene con la futura arquitecta de la política exterior. La señora Clinton, por ejemplo, suele ser protagonista: fue primera dama, contendiente presidencial, e incluso rival electoral de Obama; además, es una figura de peso completo para el Departamento de Estado por el simple hecho de ser la esposa del expresidente Bill Clinton, quien, de acuerdo con figuras del mundo diplomático, intentará influir por medio de su cónyuge en la política exterior de la Casa Blanca.Valenzuela, quien antes de que Obama ganara la nominación presidencial del Partido Demócrata asesoraba en temas de política exterior latinoamericana a la senadora Clinton, acepta que en el gabinete de Seguridad hay una "guerra de egos", pero descarta que esto pueda desembocar en pleitos del gabinete.Integrante del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en la presidencia de Bill Clinton y profesor en la Universidad de Georgetown, Valenzuela explica: "Yo dudo mucho que vaya a haber líos entre el general (retirado) James Jones y Hillary Clinton. Él, como buen militar, va a ser muy disciplinado; y la senadora sabe que ambos se tendrán que portar bien. Desde el punto de vista global, es un equipo de seguridad excelente".Valenzuela es uno de los candidatos que baraja el equipo de transición del presidente electo para el puesto de subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, bajo la dirección de la exprimera dama.Los primeros nombramientos de Obama tuvieron buena recepción en el Congreso federal, en la prensa nacional y entre los analistas políticos. Sin embargo, el tema de la diversidad racial en el gabinete del primer presidente de la raza negra en Estados Unidos, generó algunas dudas sobre el favoritismo político que Obama está exhibiendo en el caso de la senadora Clinton, por encima de la experiencia probada de otros, en particular en el caso de Richardson, el mexicano-estadunidense de mayor rango en el gabinete.Actual gobernador del estado de Nuevo México, a Richardson se le mencionó como uno de los candidatos de Obama para el Departamento de Estado, en primer lugar por las excelentes credenciales que tiene como diplomático y político. Además, él se negó a dar apoyo a la candidatura presidencial de Hillary Clinton, a pesar de los lazos de amistad y de lealtad que tenía con el expresidente Bill Clinton. Al final, Obama escogió a Clinton para el Departamento de Estado y a Richardson para el de Comercio.Richardson fue por 14 años legislador federal por Nuevo México, para convertirse después en embajador de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y posteriormente secretario de Energía durante la presidencia de Clinton. Lo más notable en su carrera profesional es que demostró ser un diplomático con un enorme poder de convencimiento y diálogo con los enemigos de Estados Unidos. Así, por ejemplo, negoció directamente con Sadam Hussein, con el expresidente cubano Fidel Castro, con los líderes de Corea del Norte y logró incluso la liberación de los trabajadores de la Cruz Roja Internacional tomados como rehenes por el gobierno de Sudán en 1998.Valenzuela, quien conoce muy bien a Hillary Clinton, delinea las habilidades de la senadora en política exterior:"Ella ha sido integrante del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, que es un comité implicado directamente en la política exterior por la presencia de las tropas estadunidenses en el mundo; también fue integrante de la comisión bicameral que elaboró el informe sobre la reestructuración de las fuerzas armadas y cuando estuvo en la Casa Blanca (durante la presidencia de su marido, Bill Clinton), incluso viajó a 80 países..."El también asesor de la ahora candidata de Obama para el Departamento de Estado asegura que Hillary será una negociadora muy exitosa de la política exterior. Incluso destaca que una de sus cualidades es la tenacidad en el diálogo y su participación incisiva para el diseño de las estrategias del gobierno federal, en las que participó en la presidencia de su marido."Su manejo de los temas, de los detalles, las preguntas que hace, son impresionantes. Ante ella uno siempre se siente sorprendido por su capacidad gerencial y por la profundidad de su pensamiento sobre cualquier tema", enfatiza Valenzuela, profesor de la Universidad de Georgetown, donde dirige el Departamento de Estudios Latinoamericanos.
El factor Rice
Los analistas de Washington también observan que Susan Rice, la candidata del presidente electo para el puesto de embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), puede traerle dolores de cabeza a Obama.Rice, quien también trabajó en la presidencia de Clinton como integrante del Consejo de Seguridad Nacional y después como subsecretaria de Estado para Asuntos del Continente Africano, fue la principal asesora de política exterior de la campaña presidencial de Obama, incluso antes de que éste ganara la nominación del Partido Demócrata.Integrantes del equipo de transición del presidente electo filtraron a los medios de comunicación que Rice está furiosa por la nominación de Clinton; ellos sostienen que, en caso de ser confirmada por el Senado, Rice aprovechará la confianza y amistad con Obama para evitar reportarle directamente a Hillary Clinton.Al presidente electo le hace falta definir quiénes serán los titulares de los nueve de los 15 departamentos de Estado: de Agricultura, Educación, Energía, Interior, Vivienda y Desarrollo Urbano, Salud y Servicios Humanos, del Trabajo, Transportes, y Asuntos de los Veteranos de Guerra.De todos estos departamentos, sólo Tom Daschle, el exlíder de la mayoría demócrata en el Senado, es mencionado como el favorito de Obama para manejar al Departamento de Salud y Servicios Humanos. Para los otros departamentos la lista de candidatos es todavía muy extensa.Los 15 puestos tradicionales del gabinete presidencial deben ser avalados por el pleno de la Cámara de Senadores, así como el de la representación ante la ONU y el de la dirección del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.Por el poder que le otorga la Constitución de Estados Unidos, Obama designó a Emanuel como el jefe de su gabinete, sin necesidad de que el Legislativo lo avalara; lo mismo sucedió con Summers como director del Consejo Nacional de Economía; con Peter Orzag como director de la Oficina del Presupuesto del Congreso; con Melody Barnes como directora del Consejo de Política Nacional; con Christina Romer como jefa del Consejo de Asesores Económicos, y con Gregory Craig como asesor especial.Otros puestos que se consideran como parte del gabinete presidencial y que sí requieren de la confirmación del Poder Legislativo y para los cuales Obama aún no tiene candidatos seguros son la Representación Comercial de la Casa Blanca (se rumora que el congresista Xavier Becerra es el favorito) y la Administración de la Agencia para la Protección Ambiental y la Dirección Nacional de Políticas para el Control de las Drogas.Respecto de las perspectivas que pueda tener América Latina en su relación con Estados Unidos bajo la presidencia de Obama, Arturo Valenzuela admite que esta región no será prioridad. Lo urgente, para la administración de Obama, será resolver la guerra en Irak, la crisis política de Afganistán, la rispidez con Irán, Corea del Norte y Rusia, así como la interminable lucha mortal entre los países árabes con Israel, afirma el catedrático de la Universidad de Georgetown.Y agrega: "Los temas latinoamericanos en los gabinetes presidenciales de Estados Unidos se manejan, por lo general, a los niveles de subsecretario de Estado", comenta el catedrático de la Universidad de Georgetown; además, dice, falta saber si "el equipo latinoamericano será bien visto y va a tener la autonomía y la autoridad para ejercer el liderazgo que le corresponde".La relación con América LatinaDe acuerdo con Valenzuela, el gobierno de Obama deberá buscar un mayor acercamiento con los países del hemisferio para acabar con la impresión generalizada de que Washington sólo pretende "imponer una agenda política" a los países de la región.Por lo que atañe a la relación con México, la encargada de diseñar la política exterior de Obama, "para sorpresa de muchos", sí conoce detalles de las prioridades del gobierno calderonista. Sabe, por ejemplo, cuáles son los temas prioritarios en la agenda bilateral: la lucha contra el narcotráfico, el fortalecimiento de la relación comercial, la firma de un acuerdo migratorio, la cooperación judicial y el intercambio de información de inteligencia.Cuenta Valenzuela que cuando la asesoraba, Hillary Clinton "demostró tener una excelente apreciación y conocimiento sobre los temas relacionados con México. Esto no quiere decir que ella se hará cargo de esa relación, pues el Departamento de Estado es una burocracia y lo que ahí se decide lo determina un equipo. Y ese equipo encargado de la relación con América Latina en el Departamento de Estado es más grande (en términos de personal) que todas las cancillerías de América Latina juntas".En México circula la versión de que la cancillería buscará una reunión entre el presidente Calderón y Obama antes de que éste asuma su cargo el 20 de enero próximo. El encuentro sería en la ciudad de Chicago. l
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