martes, diciembre 09, 2008

Juegos perversos


En Puebla, donde hace casi cuatro años el gobernador priista Mario Marín se vio implicado en un escándalo por su presunta protección a pederastas, se escenificó otro hecho semejante: En una festividad del municipiode Hueytlalpan se organizó un concurso de niños que tuvieron que quitarse la ropa.

El acto fue supuestamente presenciado y festejado por el presidente municipal de ese lugar. Una diputada del PRD que estuvo presente denunció el caso ante el Congreso local, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y la procuraduría estatal.

HUEYTLALPAN, PUE.- Leonardo asegura que nunca pensó que violaba el Código Penal Federal y los derechos de los niños. Para él, terminar un concurso infantil con tres desnudos fue una idea tan natural como la risa que ello provocó al presidente municipal, los regidores y habitantes de este municipio.La noche del 29 de noviembre pasado, día en que iniciaron aquí las festividades del café y del patrono San Andrés, tres niños se desnudaron a cambio de premios que iban de 100 a 150 pesos.Como parte de su trabajo, en el intermedio del jaripeo de la fiesta patronal, Leonardo Julián Hidalgo, animador y propietario de Sonido Leo, convocó a un concurso de niños. Para ello, pidió una cooperación a las más de mil personas ahí presentes.S
e reunieron 650 pesos y casi 20 participantes. Los niños tomarían parte en un juego en el que sólo habría cinco ganadores, entre los que se repartiría el premio. Sin embargo, el público pidió otra cosa: que el concurso se extendiera, pese a que ya había esos cinco ganadores en una competencia consistente en dar vueltas sobre el mismo eje y vencer el mareo para no caer al piso.El dueño de Sonido Leo pensó que para ampliar el concurso no había otra opción que ofrecer a los menores 50 pesos por cada prenda que se quitaran. "Lo hice para que hubiera ganadores", arguye.Leonardo es un hombre de 1.60 metros. Su pelo, esponjoso, ya sólo brota de la mitad de la cabeza hacia abajo. El bigote es muy parecido a las dos cejas que como pelos de alambre enmarcan sus escondidos ojos.Concede una entrevista en su casa ubicada en el único camino que comunica a Zaragoza con el resto de los municipios de la Sierra Norte. Recibe al reportero en un patio externo muy polvoso, en donde dos perros ladran de vez en cuando. Leonardo permanece de pie junto al tráiler en el que transporta su equipo de sonido."A los finalistas del concurso les dije: 50 pesos si se quitan la camisa y 50 por el pantalón. Uno de ellos se lo quitó; hasta ese momento no había ningún malestar y el público estaba de acuerdo."El primer niño se desnudó. Son niños de seis u ocho años, a lo mucho. Seguimos con el siguiente y se alcanzó a quitar el pantalón. Le dije 50 más si te quitas la trusa, pero no quiso y nadie lo obligó."
-¿Por qué consideró que los desnudos entretendrían al público? -se le pregunta.
-Mire, no había opción, porque sólo así se reduciría el número de ganadores.
-¿Usted hace esto con frecuencia?
-No, fue la primera vez.
-¿Lo volvería a hacer?
-No, la mera verdad no.
-¿Y por qué se burló de uno de los niños que traía calzones rosa y de otro que tenía el pene pequeño?
-Al que traía el calzón rosa le dije que se había puesto la ropa de su hermana, pero nada más.-¿Nadie le reclamó?
-La gente se reía, me apoyó.Estaban "encantados"Los asistentes al jaripeo refieren que a las 10 de la noche Leonardo Julián invitó a los adultos a cooperar con dinero para "un concurso de niños". El presidente municipal, Juan Martín Barrientos Ramos, fue el primero en sacar un billete de 50 pesos de su cartera. Le siguió la diputada local perredista Irma Ramos Galindo, oriunda de Hueytlalpan. Así, hasta que se juntaron 650 pesos.Veinte niños se alistaron para pasar al centro del ruedo a fin de obtener un premio. Ganaría el que permaneciera más tiempo dando vueltas sobre su propio eje, con los brazos en la nuca y en cuclillas. Después de 20 minutos, sólo cinco superaron el mareo y permanecieron en el concurso."Juan" -su nombre es cambiado para no revelar su verdadera identidad-, uno de los finalistas, reconstruye el episodio que más tarde lo llenaría de vergüenza:"Pensé que íbamos a seguir haciendo las vueltas, pero no fue así. Primero pasó un niño y le dijeron que por quitarse la camisa le iban a dar 50 pesos; si se quitaba el pantalón 100 pesos y 50 más si se bajaba la trusa. No lo hizo y sólo se llevó 150 pesos."
-¿Qué te motivó a desnudarte?
-Yo sólo me quería quitar la camisa.
-¿Cuál era tu estado de ánimo?
-Me sentía nervioso, apenado.
-¿Qué hiciste con el dinero?
-Lo guardé.
-¿Por qué no te saliste del concurso?
-Lo hice cuando me pidieron que me desnudara.
-¿Qué pensaste cuando había pasado todo?
-Me dio coraje, porque el presidente se estaba riendo; vio todo, estaba a un lado del rodeo.
El lunes siguiente "Juan" no quiso ir a la escuela, tampoco el martes. "Estaba apenado, creía que mis compañeros se iban a burlar", explica. Su madre comenta que rara vez falta a su secundaria y que es buen estudiante.Esta historia, con algunas diferencias, es la misma que cuenta "Ramiro" -su nombre real también se mantiene en reserva-, otro de los niños participantes en el concurso, y la que se repite de boca en boca entre los pobladores de Hueytlalpan. Todas las versiones coinciden, menos una: la del presidente municipal y sus colaboradores.En entrevista con Proceso, Barrientos Ramos afirma que, como el resto de los funcionarios del ayuntamiento, fue testigo de todo el jaripeo, pero no vio cuando inició el concurso de niños. Dice que tuvo que abandonar la plaza, pues acudió a la entrada del municipio para dar la bienvenida a una banda de música proveniente de Jalapa.
El alcalde refiere que el animador comenzó a organizar un juego y pidió a los presentes una cooperación para los premios. Ahí, sostiene, estaba Irma Ramos Galindo, diputada local perredista, quien aportó 200 pesos.Y añade: "La señora estaba en estado de ebriedad y nosotros, como organizadores, íbamos de un lado a otro. De pronto comenzó el griterío y vimos que la licenciada Ramos se había molestado al ver que los niños se estaban quitando la ropa".El alcalde minimiza los hechos y señala que la diputada Ramos provocó el escándalo porque tomó el micrófono cuando estaba ebria.
-¿Qué hizo usted al ver a los niños desnudos?
-Yo no los vi. Sólo permanecí en el lugar mientras comenzaba el juego.
-¿Pero cómo procedió cuando se enteró de lo ocurrido?
-Ya nada, por el pleito; ya no había niños ahí.
-¿Aplicó algún castigo al animador?
-¿De qué manera? No podía hacerle nada; ya se habían ido casi todos, cuando empezó el griterío. Sólo regresé por los gritos de esa señora que estaba borracha.
-¿Entonces, no procederá contra Leonardo Julián?
-Analizaremos con cuidado los pasos a seguir.
Varias personas, entre las que se encuentran la diputada Ramos, la propietaria de la casa de huéspedes Doña María y varios estudiantes desmienten la versión del alcalde. Sostienen que no detuvo el espectáculo y sí, en cambio, aplaudió y rió ante el desnudo de los niños. Lo mismo hicieron los funcionarios del ayuntamiento.Barrientos pretende imponer su versión de los hechos, e incluso, en la entrevista con Proceso, llamó a tres niños de ocho años para que dieran su testimonio. Desde lejos, Barrientos les indicaba por señas lo que debían responder al reportero. Se limitaron a contestar con monosílabos y palabras cortas, sin aportar ningún dato concreto."Les dije que eso era un delito"También en entrevista con este semanario, la diputada Irma Ramos denuncia que pobladores de la región le informaron que el animador Leonardo Julián ya ha hecho concursos similares en por lo menos dos poblaciones de la Sierra Norte de Puebla. Y añade que esta persona es bien conocida por Barrientos.
Advierte que el presidente municipal y su grupo quieren voltear la historia y acusarla de promover el concurso, con el argumento falaz de que estaba borracha.Entre los pobladores de Hueytlalpan circulan dos versiones: una apunta a que la diputada fue abucheada por suspender el concurso; la otra indica que las quejas fueron contra el alcalde. Lo cierto es que ninguno de los habitantes consultados recuerda que hayan reprendido al animador. Todo lo contrario: se le permitió que continuara con el show de jaripeo."Sí estábamos conviviendo. Teníamos nuestra cervecita, estábamos bien tranquilos, contentos y sobrios", argumenta Ramos, quien también reconoce que dio dinero para el concurso, pero aclara que no sabía de qué se trataba. A la legisladora la acompañaban el supervisor de bachilleratos de Zacatlán, Ángel Hernández, y su esposa, Rosario Contreras. En el grupo también se encontraba Leonel Martínez, director del bachillerato de Hueytlalpan."Interrumpí el evento, le dije al presidente que era un pendejo por permitir este tipo de actos.
El presidente estaba ahí, en la bola", relata.
-¿Es verdad que Barrientos estaba ocupado recibiendo a músicos?
-No, incluso el hijo del regidor Wilfrido Hernández estaba participando en el concurso. Todos ellos se estaban divirtiendo.
Abunda:
"Les dije que eso era un delito, que lo que estaban promoviendo era pornografía infantil". Además, sospecha que Leonardo Julián lidera una banda de pederastas y que incluso graba estos concursos para difundirlos después por internet.
El jueves 4, la diputada presentó un punto de acuerdo ante el Congreso local. En el documento solicita que el caso no se turne a la comisión correspondiente, para darle celeridad a la investigación.
Votaron a favor el PAN y el resto de los partidos de oposición. Se pronunció en contra la aplanadora priista, que ganó 25 de los 26 distritos locales en noviembre de 2007.
Por el voto del PRI el caso fue turnado, junto con decenas de archivos más, a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del estado.La diputada pidió en la iniciativa que el secretario de Gobernación de la entidad, Mario Montero, actúe de inmediato para fincar responsabilidades, pues señala que fue violado el artículo 217 del Código de Defensa Social.En éste, afirma, se advierte que quien propicie "actos de exhibicionismo sexual" en menores de 18 años será condenado a penas que van de siete a 12 años de cárcel.
La Convención sobre los Derechos del Niño, firmada por la ONU en 1989, expresa su repudio a cualquier tipo de desnudo infantil público.El mismo jueves 4, la diputada Ramos presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos contra el alcalde Barrientos por maltrato a menores en un acto público. La presidenta de este organismo, Marcia Maritza Bullen Navarro, declaró que a raíz de esta queja se abrió el expediente 12212/08-C para realizar las investigaciones correspondientes.Al día siguiente, la legisladora acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado e interpuso una denuncia contra el alcalde por corrupción de menores. El titular de la dependencia, Rodolfo Igor Archundia, informó que ésta, así como la delegación Puebla de la Procuraduría General de la República, se abocarán a la investigación del caso. Leonardo Julián, por su parte, obtuvo 8 mil pesos por su trabajo como animador. En la presidencia de Hueytlalpan dicen que ignoran su paradero y sostienen que perdieron su teléfono.Y el alcalde Barrientos se negó a proporcionar copia del video de la fiesta, grabación que corrió a cargo de la tesorera Guadalupe Ramos."Grabamos todo, menos esa parte", sostiene el presidente municipal.Estos hechos ocurren en una entidad que ya vivió un escándalo semejante, en el que también se entrecruzan historias de pederastia y que implicó al gobernador priista Mario Marín. En diciembre de 2005, la periodista Lydia Cacho fue detenida en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, y trasladada a Puebla por órdenes del mandatario.
En su libro Los demonios del Edén, Cacho había denunciado la existencia de una red de pederastia encabezada por el empresario Jean Succar Kuri, quien fue solapado por el también textilero Kamel Nacif, amigo a su vez del gobernador Mario Marín.

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