José Antonio Román
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó que en México “hipócritamente nos rasguemos las vestiduras” y apelemos al Estado laico cuando el titular del Ejecutivo acude a un acto religioso o se declara católico, en alusión al presidente Felipe Calderón, quien hace unos días asistió a la inauguración del sexto Encuentro Mundial de las Familias, convocado por la Iglesia católica.
Efectivamente es una hipocresía, pero del presidente espurio el que diga que México es un Estado laico cuando asiste a actos religiosos dentro de su gestión pública.
En un “comentario” distribuido a los medios, la jerarquía eclesiástica destacó que el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, juró con la mano sobre la Biblia su nuevo cargo, “y nadie pondrá el grito en el cielo” por haber utilizado ese símbolo sagrado en un acto civil.
Si el mandatario de Estados Unidos jura sobre la Biblia es muy su cuento, en México, por fortuna, ya hemos progresado lo suficiente, gracias a Benito Juárez, como para seguir mezclando actos religiosos con públicos. Es una señal de respeto a la diversidad de creencias. A los ateos no nos da ninguna confianza que un presidente jure sobre la Biblia ya que para nosotros ese es un libro mitológico que nada tiene que ver con la ético y lo "sagrado" es para nosotros una consideración muy personal. Por otra parte, lo que menos queremos los mexicanos es que se copie lo que hacen los mandatarios de Estados Unidos. Así como no queremos que juren sobre la Biblia, el Corán o cualquier otra mitología, tampoco queremos que invadan países, que impongan políticas, que cometan genocidios, etc...
Por el contrario, en México “hacemos correr ríos de tinta en los periódicos y hacemos comentarios en programas de televisión o radio elucubrando si se ha mancillado el Estado laico”.
Así es, porque para nosotros es de vital importancia que se respete el Estado laico. Una forma de respetar las creencias de todos.
Titulado “México, ¿atrapado en el pasado o un futuro esperanzador?”, el comentario episcopal recuerda que el presidente Obama ha venido hablando de situaciones difíciles, emanadas de la crisis, que no serán resueltas a corto plazo, pero en sus discursos no deja de haber palabras de aliento y esperanza, sobre todo para aquellos que están pasando dificultades. La gente le tiene confianza y él sabe responder, dice.
Le recordamos que Obama no es presidente de México, ni Fecal tampoco, de manera que lo que digan nos viene valiendo wilson, you know. La gente que le tiene confianza a Obama son los estadounidenses, nosotros, la verdad, estamos a la espera y escépticos.
“Necesitamos ‘Obamas’ que con los pies en la tierra nos digan que vale la pena emprender un camino diferente, que sí hay esperanza y que a las situaciones, aunque sean adversas, siempre podremos darles la vuelta.
“Complejo de inferioridad”
“Sin embargo, para ello se requiere del concurso de todos los mexicanos, sacudiéndonos el complejo de inferioridad y el afán de protagonismo, así como otras lacras históricas que no nos dejan avanzar. Dejemos de mirar a un pasado que si bien nos educa para no cometer los mismos errores, nos estorba para mirar hacia adelante construyendo un futuro promisorio para bien de todos los mexicanos”, señala la jerarquía católica, la que nuevamente ha despertado el tema del laicismo y su exigencia de que se imparta educación religiosa en escuelas públicas.
O sea, plantean ir hacia atrás. Que se imparta educación religiosa en escuelas públicas es una aberración. Lo que ocurre es que como a diario pierden feligreses ahora pretenden lavarle el cerebro a la gente desde niños.
Por otra parte, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, recordó que con ocasión del reciente encuentro mundial de las familias, “no faltaron voces acusando a la Iglesia de seguir en la Edad Media, porque, según su juicio, dicen que el modelo de familia que defiende ya no corresponde a los parámetros por los que va la sociedad.
“Afirman que es anacrónico sostener que la familia consta de un padre, una madre y los hijos, cuando existen muchos otros estilos, incluso de uniones entre el mismo sexo. Nos gritan que debemos ser más incluyentes y tolerantes; de lo contrario, seguiremos perdiendo feligreses”, señala.
Pero la Iglesia –advierte– “no inventa un modelo de familia, sólo propone el que Dios mismo ha mostrado desde el principio de los tiempos. Intentar modificarle a Dios sus planes es pretender ser nuevos dioses. Respetamos la libertad de quienes piensan distinto, aunque les advertimos los daños que pueden sufrir; pero que respeten nuestro derecho a proclamar también la verdad de Dios”.
¿En que día, hora y lugar, propuso Dios su modelo de familia? ¿Nos podrían pasar una copia de "los planes de Dios"? ¿Cómo es que poseen "la verdad de Dios"? Increíble.
Novedad editorial
"Creación sin Dios" de Telmo Pievani
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