Por: David Brooks / La Jornada
Nueva York, 30 de enero. Tal vez es síntoma de una condición de esquizofrenia o de personalidades múltiples, pero hoy Estados Unidos anunció que aportará unos cuantos millones de dólares en asistencia humanitaria a las víctimas de una guerra a la que años atrás otorgó miles de millones de dólares para las fuerzas que provocaron esa misma catástrofe humanitaria.
El Departamento de Estado anunció hoy que Barack Obama autorizó 20.3 millones de dólares en ayuda de emergencia para abordar “críticas necesidades humanitarias de posconflicto” en Gaza.
Así, la asistencia humanitaria estadunidense para los refugiados y víctimas del conflicto israelí-palestino asciende a casi 120 millones en el año fiscal 2009, incluyendo casi 60 millones en Gaza.
De estos fondos, 13.5 millones se entregan a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos y otra parte a la Cruz Roja Internacional, organizaciones que a su vez se dedican a distribuir alimentos, ofrecer asistencia médica, vivienda temporal y acceso a servicios básicos en Gaza.
Pero ese desastre también fue en parte “made in the USA”. La intervención israelí en Gaza fue realizada con armas fabricadas y entregadas por Estados Unidos, pagadas con los impuestos de estadunidenses, documentan los expertos en comercio de armamento Bill Hartung y Frida Berrigan.
Según datos oficiales, entre los años fiscales 2002 y 2009, Israel recibió más de 21 mil millones en asistencia militar estadunidense, incluso 19 mil millones en asistencia militar directa del Programa de Financiamiento Militar Extranjero del Pentágono, reportan los expertos encargados de la Iniciativa de Armas y Seguridad de la New American Foundation
Gran parte del “arsenal actual de Israel está compuesto por equipos otorgados por programas de asistencia estadunidense”, afirman Hartung y Berrigan.
Esto incluye 226 aviones caza F-16, más de 700 tanques M-60, 6 mil portadores de personal artillado y decenas de aviones de transporte, helicópteros de ataque, bombas y misiles. Sólo en 2008 Estados Unidos autorizó más de 22 mil millones en ofertas de ventas de armas a Israel, informan.
Costos altísimos
Por otro lado, Richard Falk, relator especial sobre derechos humanos de Naciones Unidas en los territorios palestinos, señaló que aunque Israel ganó la batalla militar, tal vez perdió la guerra política.
Argumentó que en el plano diplomático internacional y las secuelas políticas de su intervención en Palestina y la región, los costos parecen ser altísimos para el agresor, que podría haber perdido la batalla sobre la legitimidad de su causa frente a los palestinos.
“Ganar militarmente pero perder políticamente no debería sorprender a estudiantes de las guerras modernas. Después de todo, Estados Unidos ganó cada batalla en Vietnam pero perdió la guerra. También es una verdad para la URSS en Afganistán y, de hecho, fue el patrón general en las luchas de descolonización”, dijo.
En esos conflictos “el lado militarmente dominante no sólo pierde la guerra sino que genera una crisis profunda en casa y sale con reputación internacional manchada”, escribió Falk en The Nation.
Añadió que el alto comisionado de derechos humanos de Naciones Unidas y el presidente de la Asamblea General están pidiendo una investigación sobre crímenes de guerra por la invasión israelí, y que aun antes del ataque el bloqueo de Gaza por Israel podría haber constituido una violación de la Cuarta Convención de Ginebra, entre otros delitos humanitarios.
No se sabe aún si la gente de Gaza expresará su gratitud al gobierno de Estados Unidos por su generosa asistencia humanitaria para tratar de reconstruir sus vidas de los escombros creados por bombas y balas estadunidenses.
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