lunes, febrero 09, 2009

Las monjas vejadas “ladronas y falsas”: obispo de Celaya


CELAYA, GTO., 9 de febrero (apro).- El obispo Lázaro Pérez Jiménez arremetió contra las dos monjas que el pasado fin de semana denunciaron abusos a manos de policías de Dolores Hidalgo cuando pedían limosna en esa ciudad.
El obispo reviró que las presuntas religiosas en realidad son "farsantes ladronas" que al parecer "robaron en dos negocios".Josefina Rivera y Juana Gómez, integrantes de la Congregación de la Inmaculada Concepción de María, con sede en Morelia, Michoacán, denunciaron que uniformados de Dolores Hidalgo las obligaron a despojarse de sus hábitos para corroborar su género.Después de su detención se les impuso una multa, misma que pagaron y posteriormente fueron llevadas a la central de autobuses para que regresaran a Morelia.
El domingo, el obispo declaró a medios locales que consultó a la Arquidiócesis de Morelia, donde le informaron que no tienen registro de la referida congregación.Pérez Jiménez aventuró que las presuntas monjas son en realidad "farsantes ladronas", que al parecer "robaron en dos negocios".
Y dijo tener información de que las mujeres pertenecen a una congregación de monseñor Marcel Lefevre, excomulgado en los años ochenta por Juan Pablo II, cuando ordenó a varios sacerdotes sin autorización.
El obispo de Celaya indicó que aunque les fue levantada la excomunión a los obispos del grupo lefevrista, éstos no reconocen a la Iglesia católica ni la autoridad del Papa, por lo que "no están en la Iglesia".
Pidió aclarar cuanto antes la situación en la que ambas religiosas pedían limosna en las calles de Dolores Hidalgo, así como las razones por las que fueron remitidas a la barandilla municipal.
Al respecto, la Procuraduría de los Derechos Humanos del estado mantiene abierta una investigación por una queja oficiosa, de la cual se esperan dé resultados en estos días.
Tanto el alcalde de Dolores, Luis Gerardo Rubio Valdez, como el director de Seguridad, Alejandro Torres, aseguraron que las religiosas no fueron obligadas a desnudarse, sino que fueron revisadas por una mujer policía, en un cuarto dentro de las oficinas de Seguridad Pública.
Incluso el alcalde Rubio Valdez aseguró que "no se tapará nada" en la investigación interna que se inició a raíz de la denuncia interpuesta ante el Ministerio Público por las dos mujeres el 5 de febrero.De ser necesario, anticipó, se ofrecerá una disculpa pública a las religiosas y a la congregación a la que pertenecen.
Rubio Valdez dijo que las monjas fueron localizadas y llevadas a barandilla luego de un reporte de robo en varios establecimientos del centro de la ciudad. Las víctimas informaron que dos presuntas monjas se presentaban a venderles boletos para una rifa, y al pagarles, un hombre vestido de civil les arrebataba el dinero.
El alcalde explicó que al pedirles su identificación y los datos de sus superiores, las mujeres se negaron a hablar, por lo que fueron revisadas por una agente, "no para ver si eran mujeres, sino para revisar que entre los hábitos no trajeran valores de los que mencionan los reportantes que les habían robado" (sic).
En León, el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago no habló del tema, pero su vocero Jorge Raúl Villegas indicó que todas las religiosas "deben portar una identificación" igual que todos los sacerdotes.
"Creemos que es importante darle seguimiento a la investigación para tratar de descubrir por qué los policías municipales actuaron de esa manera liberal; no creo que sea lo indicado para cuando encuentras un sospechoso de cualquier clase y mucho menos cuando las personas demostraban nerviosismo", dijo el vocero."Esperemos que las autoridades hagan una investigación a fondo para que ni a ellas, ni a cualquier otra persona, se actúe deliberadamente contra su dignidad y contra sus derechos".

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