José Jacques Medina, Diputado Federal Migrante
Los migrantes frente a la crisis mundial
A la fecha, algunos reportes de agencias gubernamentales y entidades de investigación estratégica (think tanks) ya están advirtiendo que los Estados Unidos están inmersos en un proceso acelerado de descomposición tan severo que, para el año 2010 ó 2012, el país se verá atrapado en una guerra civil, o, mínimamente, en violentos conflictos civiles.
Si a lo anterior le agregamos los rumores y especulaciones que divulgan algunos grupos de los EEUU, que perciben a México como un "Estado Fallido" en proceso de implosión por la crisis que se agrava frente a nuestros ojos, encontramos predicciones catastróficas acerca de los dos países que pueden parecer alarmistas pero que deben ser tomadas en cuenta pues auguran amenazadoras y extremadamente serias ramificaciones internas y externas, especialmente para la población mexicana en ambos lados de la frontera.
En suma, para cualquier intención o propósito debemos reconocer que, a causa de la crisis derivada de las contradicciones del capital financiero globalizado, los Estados Unidos, México, Latinoamérica y gran parte del resto del mundo, se dirigen hacia una depresión global de graves consecuencias para todos.
Para nuestras comunidades migrantes en los EEUU, la crisis es ya una pesadilla que irremediablemente va a empeorar alimentada por factores tales como -un incremento esperado de redadas migratorias; ampliación de la militarización de la Cortina de Nopal; presiones de los grupos antimigrantes para empujar una reforma migratoria orientada a la contención y a la "Seguridad en la Frontera"; y una administración nueva que hasta el momento, ha mostrado ambivalencia en cuanto a los tiempos en los cuales enfrentará la reforma migratoria. Nuestros migrantes ya están sintiendo los álgidos efectos de la "crisis", con indicadores tangibles de pobreza y el desempleo crecientes, disminución de las remesas a México, constantes redadas de migración y deportaciones, crímenes de odio racial, discriminación racial (racial profiling), un resurgimiento del sentimiento "nativista", el constante insulto a los migrantes y el convertirlos en chivos expiatorios de los males del mundo.
Un peligro real para nosotros los mexicanos es, que si la economía empeora, lo cual sin duda sucederá, las fuerzas "nativistas" de derecha presionarán a la administración de Obama a que inicie las deportaciones y repatriaciones masivas. Hay que recordar que históricamente esto ya sucedió en 1930, y fue precisamente bajo los auspicios de la administración supuestamente liberal en extremo de Franklin D. Rosevelt. Tiempo después se repite, a mitad de la década de 1950 con la operación "Espaldas Mojadas".
Los migrantes de hoy viven en un "clima de terror", acosados por múltiples problemas sociales, marginalización y desesperanza. La "situación de crisis" de los migrantes mexicanos en EEUU, se exacerba porque, en estos momentos, las comunidades mexicana y latinas se encuentran notoriamente sin timón y no tienen la necesaria organización, liderazgo, planes estratégicos, ni recursos para confrontar los amenazadores problemas que inevitablemente se les presentarán en las próximas semanas y meses.
Más aún, a causa de la naturaleza global de la crisis que permea la economía capitalista, sería políticamente prematuro argumentar que la Administración Obama tendrá éxito con sus programas estilo "New Deal" reformulado (New Deal Recharged), que sólo contempla estímulos económicos de corto plazo. Por esta razón, la prioridad toral en la agenda política que enfrenta la Administración Obama en los meses venideros, es el tema económico. La reforma migratoria consecuentemente no será la prioritaria.
Esta crisis, sin duda que será muy dolorosa y potencialmente conflictiva, con índices de desempleo creciente, deflación, quiebras bancarias, desalojos masivos, recortes presupuestales en programas educativos y de servicios y una miríada de otros problemas sociales que incluirán incrementos dramáticos en los índices de criminalidad, violencia en las calles, y aumento de los conflictos interétnicos y raciales.
En razón de la gravedad de la crisis económico/financiera global, cuyo impacto es particularmente álgido en los Estados Unidos y en México, es necesario reiterar que la circunstancia actual nos recomienda afinar nuestra atención y subrayar que en los meses venideros la severidad de la llamada "crisis" en los Estados Unidos, aumentará su grado de severidad aquí y allá.
Por todo lo anterior y muchas otras razones que debemos continuar discutiendo, debemos elaborar un nuevo discurso que se adapte a las nuevas condiciones de crisis mundial y a la construcción de una nueva visión en las relaciones bilaterales con la presencia de Barak Obama y los compromisos que estableció en su campaña electoral que tienen un primer tiempo fatal de los 100 primeros días de la administración de Obama, que serán indicativos de lo que transpirará durante el resto de su mandato.
Para el activismo progresista en EEUU, las posibilidades de un cambio real en los Políticos de EEUU están ligados a una transformación del modelo económico neoliberal que ha imperado. No es tarea de una personalidad, o de liderazgos que no estén profundamente ligados al movimiento social vigente.
Dicho de otra manera, no sería concebible que Obama se hubiera inspirado a lanzarse a la Presidencia si no hubieran existido las movilizaciones callejeras de las minorías étnicas en el 2006 y 2007 que lograron derrotar la propuesta iniciativa Sensenbrenner aprobado por la Cámara Baja, movilizaciones que despertaron el adormilado movimiento social de las minorías en los Estados Unidos, que fue soporte fundamental de los votos a favor de Obama en los estados clave para el "voto electoral" del sistema estadounidense, y que le dio el triunfo al nuevo presidente. No se puede concebir el triunfo de Barack Obama, sin el vigoroso movimiento social que encabezaron las comunidades migrantes, particularmente las latinomexicanas, que hoy exigen retribución.
Cientos de organizaciones entregaron miles de cartas dirigidas al Presidente Obama en varias embajadas del mundo, y en las principales ciudades de Estados Unidos, justo el pasado 21 de enero, primer día de su gobierno, para advertir que la cuenta regresiva se ha iniciado para que, en primera instancia, y vía la orden ejecutiva se establezca una moratoria en las redadas y deportaciones masivas y en la separación de familias en donde millones de niños son víctimas de traumas permanentes e irreversibles.
El movimiento social existente y activo en EEUU es sin duda el único apoyo que podrá hacer los sueños de cambio propuestos por Obama una realidad, de lo contrario su administración se convertirá en más de lo mismo, buscando bajar soluciones de arriba hacia abajo, apoyándose en las minorías de los insaciables, los sin llenadera.
De aquí que, movilizar masivamente a la comunidad migrantes y a sus aliados, el próximo primero de mayo del 2009 es la prioridad del movimiento social donde la comunidad latinoamericana continuará jugando un papel principal.
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