Rómulo Pardo Silva
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Su discurso abre paso a ideas claras capaces de atraer hasta el grado de comprometerse. Colaborador de Chávez, Correa, asume la oposición a la política capitalista de izquierda.
Eric Toussaint en su artículo ‘La izquierda llega al gobierno pero no tiene el poder` (1) expone una valiente propuesta anticapitalista. Es conveniente detenerse en alguna de sus afirmaciones.
El autor clasifica los gobiernos de América Latina en cuatro categorías. Cuba es una. Venezuela, Bolivia y Ecuador otra. Las dos restantes, los “presuntos gobiernos `de izquierda` que llevan a cabo una política neoliberal y apoyan a la burguesía nacional o regional en sus proyectos” (aquí ubica a Nicaragua) y la derecha unida a Washington.
Los casos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, dice, se explican por sus potentes movilizaciones populares que han respaldado nuevas constituciones y la recuperación del control público sobre sus recursos naturales. Sobre ellos advierte:
“… Los procesos en curso son complejos y a veces contradictorios, los retrocesos son posibles, incluso probables; quizás los gobiernos no puedan llegar lo suficientemente lejos en las transformaciones políticas y sociales a favor del pueblo. La desestabilización orquestada por las clases dominantes locales y Washington puede ralentizar el proceso en curso. Las vacilaciones de los gobiernos pueden desembocar sobre más de lo mismo. Claudio Katz subraya una evolución posible: “ La trayectoria seguida por la revolución mexicana ilustra otro desemboque posible de los procesos nacionalistas actuales. Este acontecimiento fue celebrado oficialmente durante décadas como un hito de la emancipación, pero en los hechos permitió la gestación desde el estado de una clase capitalista. Muchos relatos han ilustrado cómo los próceres revolucionarios se enriquecieron con los fondos públicos a costa de la mayoría popular.
Esta duplicidad entre el mito liberador y la realidad opresiva dominó durante décadas la vida política mexicana y debe ser observada con atención en Venezuela, Bolivia y Ecuador. La creación de un segmento de privilegiados -desde las propias entrañas de un proceso liberador- constituye uno de los grandes peligros que afrontan los procesos radicales de los tres países. ”
(…)
“… En el Ecuador como en Bolivia o Venezuela, si el gobierno quiere realmente cambios estructurales, tiene que entrar, en un momento dado, en conflicto con el poder económico para quitar el control de la clase capitalista sobre los medios de producción, de servicio y de comunicación. Las tensiones están dadas, pero los cambios estructurales no se han dado a nivel económico. (…)
“… Entre los sectores de izquierda, se discuten dos opciones cuando se trata de pensar en términos de cambios. Algunos buscan la superación de la fase neoliberal recuperando un desarrollo regulado por la acción estatal, otros defienden una ruptura socialista. (…)
“La segunda opción, que propone una verdadera ruptura socialista se encuentra aún en estado de propuesta. No puedo citar gobiernos actualmente en el poder, que pongan en práctica de manera coherente esta orientación, aunque algunos de ellos, como los de Hugo Chávez o de Evo Morales, actúan parcialmente en esta dirección. Sus discursos son de ruptura socialista, pero sus prácticas son más moderadas que el contenido de sus discursos. Entonces, ¿será que el esquema más radical es posible? Ciertamente que lo es. Pero implica profundas movilizaciones sociales para dar prioridad a un verdadero proceso revolucionario como el que triunfó en Cuba hace 50 años, el 1º de enero de 1959…
(…) “Se necesita de una nueva política anticapitalista, socialista y revolucionaria, que integre obligatoriamente una dimensión feminista, ecologista, internacionalista, antirracista…”
Frente a la crisis financiera global Toussaint escribe: “… Está la izquierda que aplica una política social liberal… que se asemeja fuertemente a una política de derecha… (…) “Pero existe una segunda opción de izquierda. Sus propuestas figuran en la declaración adoptada en Caracas el 10 de octubre de 2008, en el curso de una conferencia internacional denominada “ Respuesta del Sur frente a la crisis económica mundial ”… Esa declaración… solicita la nacionalización del sector bancario… sin indemnización… (…) “Sería preciso… terminar con el control privado sobre los grandes medios de producción, de comercio y de crédito, así como los sectores de la cultura y la información… transferir el control y la propiedad… al sector público. Y combinar… con otras formas de propiedad: la pequeña propiedad privada y familiar en el sector agrícola, en la artesanía o en los servicios... la propiedad cooperativa, la propiedad comunitaria; y proteger la forma tradicional de propiedad de los pueblos indígenas. Es preciso también, en lo que concierne a la propiedad pública, tener un control ciudadano… Si se realizan esas reformas estructurales, se conseguiría una ruptura radical con el sistema capitalista… (…) “…Para resolver la crisis alimentaria sería preciso, es claro, poner en práctica una política de soberanía alimentaria para garantizar que, en cada país, los productores locales puedan satisfacer la demanda de la población… “Esta opción radical de izquierda ha sido también expresada recientemente con fuerza durante el Foro Social Mundial que tuvo lugar en Belén a finales de enero de 2009. La declaración… comprende una posición de fondo en términos de diagnóstico de la crisis del sistema capitalista y de posicionamiento sobre la salida de esta crisis. El título y el subtítulo sintetizan muy bien el carácter de esta declaración: « ¡No pagaremos la crisis! ¡Que la paguen los ricos! Por las alternativas antiimperialistas, anticapitalistas, antirracistas, feministas, ecologistas y socialistas! » “Por lo tanto, esta declaración tiene un carácter programático en lo que concierne a la alternativa… La solución a la crisis implica una ruptura con el sistema capitalista: « Para hacer frente a esta crisis es necesario ir a la raíz de los problemas y avanzar los más rápidamente posible hacia la construcción de una alternativa radical que erradique el sistema capitalista y la dominación patriarcal. » (…) “… He aquí un extracto (de la declaración de los pueblos indígenas)… « Esta crisis de modelo de desarrollo capitalista, eurocéntrico, machista y racista es total y nos lleva a la mayor crisis socio ambiental climática de la historia humana. La crisis financiera, económica, energética, productiva agrava el desempleo estructural, la exclusión social, la violencia racista, machista y el fanatismo religioso, todo junto a la vez. Tantas y tan profundas crisis al mismo tiempo configuran una auténtica crisis civilizatoria, la crisis del “desarrollo y modernidad capitalista” que ponen en peligro todas las formas de vida. Pero hay quienes siguen soñando con enmendar este modelo y no quieren asumir que lo que está en crisis es el capitalismo, el eurocentrismo, con su modelo de Estado Uni-Nacional, homogeneidad cultural, derecho positivo occidental, desarrollismo y mercantilización de la vida. » “Mientras que algunos movimientos sociales o campañas, especialmente europeos, vacilan, o incluso son netamente reticentes a hablar de una alternativa socialista, la asamblea de los pueblos indígenas lo expresa de forma totalmente explícita. (…) “Conclusión: ¿Qué representa este momento histórico para la humanidad? “La humanidad se encuentra nuevamente en una encrucijada histórica. La crisis global tiene sus diferentes dimensiones: ecológicas, alimentarias, migratorias, financieras, económicas, así como la crisis de gobernabilidad mundial, sin olvidar la sucesión de guerras de agresión como las de Irak y Afganistán, combinadas con el desprecio por los derechos de los pueblos como lo es principalmente el desprecio por el pueblo palestino al no respetar su derecho a un territorio y a un Estado. La humanidad se enfrenta a una encrucijada: por un lado, la salida capitalista de la crisis, o sea la solución propuesta por Barack Obama, Lula, Sarkozy, Gordon Brown, Zapatero, el gobierno chino, Putin, etc.; la otra es la de dar la espalda al capitalismo y poner en práctica soluciones anticapitalistas, ecologistas, feministas, y antirracistas. Espero que la humanidad escoja esta última, ya que si quisiéramos responder a la crisis global es necesaria una respuesta anticapitalista y feminista global.”
Eric Toussaint entrega la caracterización detallada de un proceso revolucionario actual y la aplica. Fidel Castro dice de Bolivia que es una revolución, que Evo ha evitado “posiciones extremistas”, por ejemplo, consultando “…si la extensión de la propiedad debía ser de 10 mil o 5 mil hectáreas…” (2) y del presidente Ortega de Nicaragua, a quien califica de “combatiente revolucionario” que no le vio “sugerir medidas extremistas en el tema económico… y analiza con gran realismo lo que puede y debe hacerse.” (3) Pero él, sin vacilación política, desde ese modelo cataloga por el contrario a Bolivia como un país donde “… los cambios estructurales no se han dado a nivel económico” y declara que en Nicaragua se realiza una política neoliberal.
No menciona en su formulación Toussaint, o al menos no lo explicita, que ese cambio de civilización deberá organizar una economía decrecida. Hecho objetivo importante que hace más difícil el apoyo mayoritario de la población al programa revolucionario antes de sufrir una crisis de extrema violencia.
Hay que agradecerle a Eric Toussaint su enfrentamiento a los capitalistas de izquierda que campean hoy.
1 Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84174
2 Ver http://www.aporrea.org/internacionales/n132669.html
3 Cuba Debate Las Reflexiones de Fidel días 19 y 22 de abril 2009
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