Existen candidatos, sectores y formaciones que valen la pena, asegura el escritor
Anular el voto es entregar todo lo avanzado desde abajo en materia democrática, asevera
Mariana Norandi
Ante el debate que han generado las campañas que promueven el voto en blanco, el escritor Carlos Monsiváis se pronunció en contra, y propuso acudir el 5 de julio a las urnas como un ejercicio ciudadano de rechazo a la resignación social y en favor de la reconstrucción del país.
La votación más insignificante me parece inmensamente más significativa que el voto en blanco, sostuvo al impartir el miércoles por la noche una conferencia en el auditorio de Villa Olímpica, organizada por el Círculo de Estudio Coapa y Restauración de la República.
La conferencia, denominada ¿Votar o no votar? fue antecedida por la participación del cantautor Raúl Martell, quien afirmó que cantando se entiende la gente, e interpretó algunas piezas de su repertorio.
Posteriormente, el candidato del Partido del Trabajo (PT) al distrito 38 de la delegación Tlalpan, Jaime López Vela, intentó informar al cerca de centenar de asistentes de su propuesta política; sin embargo, debido a que la conferencia comenzó una hora más tarde de lo previsto, los presentes lo interrumpieron para dar paso al autor de Escenas de Pudor y liviandad.
Monsiváis insistió en su oposición al voto en blanco, y aseveró que le parecen disparatadas las tesis que se manejan en torno al tema. No argumento en favor de la grandeza de la opción electoral, pero digo que hay candidatos, hay sectores y formaciones que valen la pena.
Explicó que hay ciudadanos valiosos en los movimientos sociales, en los ecologistas o, entre otros, en los movimientos de la diversidad sexual y, por tanto, acercarse a la teoría del voto en blanco sería abdicar de esta condición ciudadana y de su voluntad para revertir la situación de saqueo que existe en el país.
El autor de Días de guardar y Amor perdido se refirió al horror del incendio ocurrido en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, y al deslinde de responsabilidades de funcionarios, por lo que sostuvo que ese episodio es tan inadmisible que muestra hasta qué punto, sin una reconstrucción ética y moral de la República, estaremos siempre sujetos al peor de los condicionamientos, que es la resignación.
Descartó la teoría de que la democracia en México ha fracasado. Lo que ocurre, señaló, es que hoy la democracia está centrada en los ciudadanos, aquella construida desde abajo, no desde arriba, por lo cual recalcó que él acudirá a votar el 5 de julio, y lo hará por algunos candidatos de los partidos de la Revolución Democrática y del PT.
La anulación del voto es una entrega de todo lo que se ha avanzado desde abajo en materia democrática a quienes han usufructuado, del modo más miserable, lo que ellos llaman democracia desde arriba. A eso me niego; por eso apoyo el voto, porque no le vamos a regalar ese esfuerzo a un grupo que se ha dedicado a calcinar nuestra voluntad, apuntó el escritor.
Asimismo, negó la identificación de la ciudadanía con todos los participantes en la política, así como que toda sea corrupta.
Porque si la política es corrupción, entonces lo mejor que uno puede hacer es olvidarse de ella y entregarle todas la decisiones a los corruptos.
Por otro lado, señaló que estamos en un momento en el que las acciones simbólicas tienen mucho menos peso que las significativas de ir a votar.
Por ello, el sufragio en blanco apaga la indignación moral; en cambio el ciudadano que vierte en contra de este oprobio su voto, está por lo menos ejerciendo con nombre su indignación.
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