martes, junio 16, 2009

Los que murieron por gripe eran pobres

Alvaro Cepeda Neri

Cada vez más vamos enterándonos de lo que, tras bambalinas del calderonismo y los subterráneos de la Secretaría de Salud, estuvo ocurriendo desde que a mediados de marzo fueron avisados, desde Canadá y por informes dentro de nuestro país, respecto al brote de la gripe que anualmente contagia a gran parte de la humanidad; pero, si bien irrumpe a finales de año coincidiendo con el invierno, ahora lo hizo en plena primavera y sus cambios de clima que giran alrededor del cambio climático por el calentamiento del planeta.
Llamada gripe porcina (como le siguen llamando en Europa) y después influenza humana, Ebrard, Calderón y sus secretarios de Salud ya habían señalado a los cerdos como los portadores del virus y provocaron la quiebra de ese comercio, pues la noticia paró el consumo interno y su venta al exterior.
Y los hilos del problema nos llevan a saber que hubo negligencia de los funcionarios encargados en calidad preventiva, de la salud pública. Que ocultaron los avisos y hechos, ya que el presidente estadounidense estaba por visitar a Calderón.
Llegando a tal irresponsabilidad, que el entonces director del Museo de Antropología e Historia, con síntomas de esa gripe, fue quien saludó de mano al inquilino de la Casa Blanca, y menos de 24 horas después el funcionario murió al no ser atendido debidamente y se le complicó con otros males que padecía.
No se ha dado la información, por más que se ha solicitado, de la cantidad real de muertos. Y mucho menos que se nos ha querido decir de qué estrato social eran esos mexicanos que suman más de mil (como cuando el terremoto del 85, que el entonces jefe de prensa a pregunta de los reporteros con el dato de que eran 10 mil o más los fallecidos, les contestó: “Ni ustedes ni yo: lo dejamos en 5 mil”).
Fueron, de entre los 25 millones de mexicanos en la pobreza extrema, los contagiados de esa gripe que al tener que irse a trabajar no fueron detectados para llevarlos a los hospitales públicos (en los privados hubo muertos) y curarlos.
Debemos insistir en saber esa información, ya que la gripe de marras se cebó en mexicanos desnutridos, sin el seguro de salud, ya que los panistas lo han implantado para discriminar y no permitir el libre acceso a la sanidad pública; que creyeron padecer una gripe que se cura sola y un antigripal común y corriente, arriesgaron su salud.
Por negligencia, los avisos sobre ese mal llegaron tarde a la población, muriendo los que se enteraron muy tarde. El gobierno tiene responsabilidades, pues cuando ya sabían del mal lo ocultaron hasta que terminó la visita estadounidense.
Demasiado tarde se procedió a ejecutar curaciones y, de pilón, de mala fe exageraron el contagio que llevó al desastre económico del que no saldremos (y menos con la ineficacia panista-calderonista) en lo que resta del sexenio. Estamos inmersos, ahogándonos, en un estancamiento económico con despidos masivos, alzas de precios incontenibles y 75 millones de mexicanos al borde de la desesperación por hambre.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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