martes, junio 16, 2009

El PAN y los Beltrán Leyva: una buena vecindad


La élite empresarial y los más destacados políticos panistas y priistas de Nuevo León hicieron de San Pedro Garza García su refugio y con su dinero y sus influencias lo convirtieron en el municipio más rico del país. Aunque ya era sabido que ahí viven también varios capos del narcotráfico, sorprendió la sinceridad con la que Mauricio Fernández Garza, candidato panista a esta alcaldía, reconoció que él está dispuesto a pactar con los Beltrán Leyva antes que confrontarlos y quedar a merced de Los Zetas. Cuando se difundió una grabación con su “propuesta de seguridad”, el candidato hizo malabares para tratar de negar lo que debió haber sido un secreto entre vecinos.

SAN PEDRO GARZA GARCÍA, NL.-En medio de las campañas electorales que utilizan la seguridad como estandarte propagandístico, en esta ciudad Mauricio Fernández Garza, candidato del PAN a la alcaldía del municipio más rico del país, hizo peculiares observaciones sobre la operación de la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva y la relacionó con su propia plataforma política ante un grupo de acaudalados conciudadanos. Las palabras del político quedaron grabadas, y fueron reproducidas en la revista electrónica Reporte Índigo. Ahí se oye una voz distorsionada que le pregunta a Fernández Garza si se puede negociar para que los narcos se vayan del municipio. El candidato responde: “Mira, esos cuates no te negocian. No hay ningún lugar del que se vayan, lo único es que, a las instancias que me han llegado a ver, te buscan. Los candidatos que digan que no, son puros mentirosos. “O sea, el narcotráfico es una penetración real y te le caen a todos los candidatos, al menos a los que les vean posibilidades de ganar. En el caso mío, yo lo que sí les dejé en claro es que no quiero ninguna venta obvia”, expresó. Cuando estas confesiones se difundieron a través de la prensa escrita y de la radio, provocaron un escándalo nacional. De inmediato, el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Jesús Murillo Karam, exigió que la Procuraduría General de la República (PGR) abra una investigación de oficio sobre el panista. A su vez, el coordinador de los diputados federales perredistas, Javier González Garza, acusó al PAN de actuar con doble moral ante el narcotráfico, y se sumó a la exigencia de una investigación. En el transcurso del viernes 12, las palabras de Fernández Garza siguieron repercutiendo, mientras los dirigentes panistas en el estado evitaban hacer comentarios al respecto, en espera del arribo a Monterrey de su presidente nacional, Germán Martínez Cázares, programado para el sábado 13. Hijo de Alberto Fernández Ruiloba y de Margarita Garza Sada, Mauricio Fernández es miembro de la élite adinerada de Monterrey, ha pertenecido a los consejos de administración de los corporativos industriales más importantes de la ciudad, como el Grupo Alfa, y es famosos por la valiosa colección de arte que atesora en su casa, conocida como La Milarca, una construcción con techos de los siglos XIII al XVI, siete arcos góticos y miles de obras costosas, una de ellas La Lagartera, la gigantesca escultura de Francisco Toledo. Pero es incluso más famoso por sus polémicas como militante del PAN, partido del que su padre fue fundador y que lo ha hecho alcalde de San Pedro (de 1989 a 1991), senador (de 1994 a 2000) y candidato a gobernador en 2003, cuando perdió frente al priista Natividad González Parás. Es un militante peculiar: lo mismo se pronuncia por políticas de izquierda que de derecha, es crítico frecuente del PAN y sus gobiernos, a los que ha acusado de perder el rumbo. Ha mandado “al partido al carajo” (Proceso 1685) y lo mismo presume de su amistad con Fidel Castro, con los hermanos Carlos y Raúl Salinas de Gortari, que con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. En 2003, en plena campaña por la gubernatura, Mauricio Fernández Garza admitió haber consumido mariguana en su juventud y se pronunció por su legalización. De inmediato su ventaja electoral cayó hasta desaparecer. Y a principios de este año, cuando el PAN intentaba convencer al Partido Nueva Alianza (Panal) de que formaran una coalición, el político y empresario reprobó este acercamiento. Las negociaciones terminaron cuando Fernández Garza calificó a Elba Esther Gordillo, creadora del Panal, de “corrupta, mercenaria y traidora nata”. Ya desde el 18 de septiembre de 2008, El Universal publicó una entrevista en la que él criticó la lucha del gobierno federal contra el narcotráfico, pues, dijo, tenía que atacarse la estructura financiera de los cárteles. Agregó que él preferiría negociar con las mafias del crimen organizado a que siguieran matando y secuestrando gente. “En esos momentos se toma la decisión: o pactas o arreglas algo. Es una por otra, no es por gusto; si fuera necesario, me sentaba con el diablo. Siéntate ahí, Mefistófeles, y de algo platicaremos”, puso como ejemplo. En esta ocasión, el viernes 12, Reporte Índigo dio a conocer en su página electrónica un audio en el que se escucha a Fernández Garza afirmar que a los hermanos Beltrán Leyva les interesa la seguridad de sus familias, que viven en San Pedro, antes que vender drogas ahí, por lo que están de acuerdo con la propuesta del candidato en la materia. Una vez que se cerciora de la ausencia de reporteros, Fernández dice que los Beltrán Leyva, no los policías, han evitado que San Pedro Garza García se deteriore como el resto de la zona metropolitana de Monterrey. Para él, la razón es que a los miembros de esa organización del narcotráfico les interesan sus familias, y aventura que son los menos malos de los grupos criminales, puesto que “no les da por el secuestro ni por todas esas cosas”, como sí sucede con Los Zetas que, afirma, operan en el resto de la zona metropolitana. “Entonces hay un tiempo –señala más adelante–. O sea, o montamos todo este aparato de seguridad, que ellos tampoco están en contra porque es para sus propias familias también… No sé cómo decirte, o sea, lo que yo voy a tratar de hacer, hasta ahora me estoy dando cuenta de que no está tan complicado como yo me imaginé, porque los propios Beltrán Leyva están de acuerdo. “Si no, pues me mandan matar o por lo menos a mi jefe de policía. Entonces, no está tan complicado el tema ahorita. Digo, sí está… hay funciones complicadas acá, pero está más arreglado de lo que te puedas imaginar, si entramos rápido.”
Interés por la seguridad
La reunión en la que se grabó el audio de la polémica ocurrió hace un mes, en casa de Enrique Regules, un empresario conocido por su cercana relación con los hermanos Salinas de Gortari. Ahí, frente a un grupo de colonos de San Pedro como Eugenio Azcárraga, presidente de Televisa Monterrey, Alberto Santos, hijo del empresario Alberto Santos de Hoyos, además del anfitrión, Fernández Garza presentó su programa “Blindemos San Pedro”. Durante su campaña electoral, el aspirante a alcalde ha promovido ese eslogan para abordar el tema de la inseguridad y la violencia que ya golpean a San Pedro. También ha hecho énfasis en el tema del desarrollo urbano: promete regular las construcciones y el uso de suelo, que tantas rabietas ha provocado en los sectores pomadosos del municipio por la saturación comercial en áreas residenciales. Pero es el tema de la seguridad lo que le ayuda a captar la atención de inmediato. Desde que decidió contender por la presidencia municipal, no pierde oportunidad de hablar de sus propuestas, que según él fueron formuladas por militares y expertos en el tema. En entrevista, Fernández Garza admite que en la grabación sí se escucha su voz, aunque afirma que sus palabras se difundieron fuera de contexto después de que él presentó su proyecto de seguridad y realizó una sesión de preguntas y respuestas. Asegura que cuando empezó a planear sus propuestas en la materia pensó que su reto sería enfrentar a la delincuencia organizada, pero sus asesores, militares en retiro, le explicaron que los cárteles que operan ahí le dan mucha importancia a la seguridad, porque ahí viven sus familias. “Entonces entendí que no me iba a pelear con ellos, no por impunidad, sino que yo iba a hacer mi trabajo como alcalde, una posición en la que tienes poca información para hacerles frente. Eso sí, que iba a confrontar la droga disponible, pero en una visión realista. Expliqué que quien la buscaba la iba a encontrar”, trata de justificarse.
–Pero también dice que a los candidatos los buscan los narcos.
–Yo decía que he tenido esa temática desde hace seis años, cuando denuncié, abiertamente y a nivel nacional y todo, que me ofrecieron lana y que la había rechazado. También he dicho que me buscó la gente de los casinos, pero no en esta campaña. Además, insisto: yo no me he sentado, ni negocio ni pacto con la delincuencia ni con Ramón Alberto Garza. Y es que según Mauricio Fernández, “la gente” del director general de Reporte Índigo, Ramón Alberto Garza, insistió en que comprara un paquete de publicidad por 500 mil pesos, pero el candidato se rehusó. “Fueron bajando la cantidad hasta la última visita de Guillermo Martínez, que me pidió 70 mil pesos, y luego resultó que esa persona es el de imagen en la campaña del candidato del PRI, Juan Carlos Pérez Góngora”, afirma.
Los vecinos
En las faldas de la Sierra Madre y considerado como el municipio con mayores ingresos per cápita del país, San Pedro Garza García es el lugar de residencia de las familias acaudaladas de Monterrey, los altos ejecutivos de las finanzas y de la industria, así como la élite política del PRI y del PAN. En la zona serrana de Chipinque se ven desde abajo palacetes a los que se llega por caminos de curvas. Los árboles impiden ver más allá de las bardas, altas y con caseta de vigilancia. Las calles llevan nombre de vecinos: Ricardo Margáin (el mismo apellido de Fernando, el alcalde actual); Humberto Lobo, como el dueño de Protexa... Algunas calles son Garza Sada. Sólo las avenidas más grandes se llaman José Vasconcelos y Manuel Gómez Morín. Asiento corporativo de los grandes corporativos regiomontanos, en los últimos años el municipio ha sido escenario de ejecuciones, tiroteos, persecuciones y cateos del Ejército, ya que en sus fraccionamientos viven también los jefes del hampa. Diferentes versiones de testigos protegidos han ubicado en San Pedro a Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, jefe de sicarios de los hermanos Beltrán Leyva. Y se supone que fue en esta ciudad donde El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada, El Azul Esparragoza y Arturo Beltrán Leyva sostuvieron una cumbre de capos en la que planearon matar a Rodolfo Beltrán Leyva en 2004, de acuerdo con la averiguación previa PGR/SIEDO/UEDICS/013/2005. Incluso, hace años vivían aquí familiares del otrora líder del cártel del Golfo, Juan García Ábrego. En la grabación difundida por Reporte Índigo, Mauricio Fernández asegura que Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, vivió siete años en San Pedro. En los antros y discotecas de El Centrito, en este municipio, abundan las anécdotas sobre Sigifredo Nájera Talamantes, El Canicón, presunto jefe de Los Zetas en Nuevo León, quien fue detenido el 20 de marzo pasado. Por aquí exhibía y vendía ostentosos vehículos, y hasta un helicóptero, Héctor Huerta Ríos, El JR o La Burra, operador de los Beltrán detenido el 24 de marzo en un lote de autos que tenía en las calles de Río Grijalva y Mississippi. Y apenas el 19 de mayo el Ejército detuvo en el Aeropuerto del Norte, en Escobedo, Nuevo León, a Rodolfo López Ibarra, El Nito, presunto jefe de la organización de los Beltrán Leyva en San Pedro. Esta captura condujo a los militares a la Torre Dataflux, la monumental sede corporativa de Televisión Azteca Noreste, propiedad de Guillermo Salinas Pliego. El piso que rentaba El Nito resultó ser propiedad del abogado Gerardo Montes, quien defiende al empresario Alejandro Garza Lagüera en el polémico juicio que sostiene contra su yerno Alfonso Romo. Montes es socio del despacho de un hijo del procurador estatal, Luis Carlos Treviño Berchelman. Durante la alocución proselitista que motivó el escándalo, Mauricio Fernández explica: “Uno de los atributos de interés entre los gremios violentos o paramilitares es su familia y su vida. Por eso a San Pedro lo han cuidado, lo han cuidado ellos, no creas que nuestros policías. “Si ahorita no entras con un sistema a fondo, de una visión de seguridad, digo, yo no sé cuánto tiempo van a estar los Beltrán Leyva aquí cuidándote el puesto, pero el día que se te vayan, en un mes tienes todo este circo para Los Zetas.” El tema de la inseguridad y el narcotráfico ha sido ampliamente discutido por los candidatos a los cargos de elección popular, que lo politizaron, sobre todo después del 1 de junio, cuando el Ejército inició los operativos en las secretarías municipales de Seguridad Pública, que derivaron en el arraigo de alrededor de 80 policías (Proceso 1701) y provocaron el enfrentamiento entre policías federales, estatales y municipales el pasado martes 9. Luego de recorrer las sedes policiacas de los municipios de la zona metropolitana, incluido el de la capital nuevoleonesa, los federales continuaron por el norte, en la ruta Monterrey-Reynosa. Y pese a los hechos violentos y las apariciones de capos en San Pedro Garza García –como la persecución y tiroteo contra mandos de la Policía Federal, el 14 de mayo–, los operativos militares no se han dirigido a este municipio que, a decir de Mauricio Fernández, es un enclave familiar de los hermanos Beltrán Leyva.

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