Julio Hernández López
Felipe Calderón continuó ayer el proceso de transferencia de los remanentes de su administración quebrada a grupos de poder que tendrán lo que quede del sexenio para convertirlo en intenso Año de Hidalgo. Cinco días después de haber recitado con gran emotividad presuntos compromisos patrióticos de cambio y rectificación, el desfondado ocupante de Los Pinos hizo movimientos en Pemex para entregarla a la pandilla del ex secretario foxista de Hacienda, Francisco Gil Díaz, con una cartera de intereses por satisfacer que pasan por el Grupo Modelo, Televisa, Banamex, los líderes del sindicato petrolero y los hermanos Bribiesca; en la procuraduría federal de justicia para darle al súper jefe policiaco Genaro García Luna su buscadísima victoria sobre Eduardo Medina Mora, pero, además, para concesionarla al bufete divino del Jefe Diego; y en la Sagarpa para mantener, mediante un traspaso caciquil entre paisanos, el entramado de complicidades con las elites ganaderas, terratenientes, especuladoras, transgénicas y arrasadoras de la economía popular.
Demasiados fantasmas desatados con tan pocos movimientos. Vicente Fox y Roberto Hernández bene- ficiados por el nombramiento de Juan José Suárez Coppel, un especulador aficionado al juego con los famosos derivados que tantos descalabros han causado a empresas como el propio Grupo Modelo, del que era vicepresidente de finanzas hasta hace poco (en Banamex fue director adjunto de derivados). Suárez Coppel involucrado en la entrega de contratos sin concurso durante el tiempo en que fue director corporativo de finanzas de la propia Pemex durante el foxiato, cuando hizo los trazos exculpatorios del Pemexgate que dejaron sin castigo a los dirigentes sindicales Romero Deschamps y Aldana. Suárez Coppel inmiscuido en múltiples hechos irregulares como los relacionados con Blue Marine Technologies, presidida por Antonio Juan Marcos Issa, una de cuyas vertientes es Arrendadora Ocean Mexicana, denunciada como una de las vías de enriquecimiento de los impunes hermanos Bribiesca, que ayer por la tarde debieron de comenzar a destapar champaña. Las empresas antes mencionadas, por cierto, están enredadas en la gran transa relacionada con la compra del buque El señor de los mares, denunciada por Andrés Manuel López Obrador, quien el año pasado, según nota de Fabiola Martínez, aseguró que en ese proceso irregular de compra los contratistas están ligados con Fox, Calderón, Alfredo Elías Ayub, director de la Comisión Federal de Electricidad, y César Nava.
La designación de Suárez Coppel va en la idea de impulsar reformas en materia energética que el año pasado no fueron suficientemente fijadas. El ahora director de Pemex concurrió, como vicepresidente de finanzas del Grupo Modelo, a los foros del Senado, donde defendió ortodoxamente las propuestas de Calderón. En febrero de 2005, en El Semanario, había dicho que entre los cambios necesarios en esa paraestatal estaba que hubiera más transparencia y rendición de cuentas, lo que requiere que se puedan colocar títulos que reflejen el valor del patrimonio, como las acciones. El nuevo Chicago Boy’s a cargo de la petrolera mexicana será, además, enlace con la facción salinista encabezada por Beatriz Paredes, presidenta del PRI que entre sus hombres cercanos tiene al ahora diputado tricolor Óscar Levín Coppel, quien ha colaborado con el foxismo y el calderonismo y cuyo hijo, Esteban Levín Balcells, ocupó el cargo de director corporativo de finanzas de Pemex cuando su pariente Suárez Coppel dejó esa posición, a fines del foxiato.
Respecto a quien se pretende que sea el nuevo procurador federal de justicia (previa aprobación senatorial), ha de reproducirse parte de lo que aquí se escribió el pasado 23 de julio: La recomposición del escenario bélico felipista también pasa por la Procuraduría General de la República, con el abogado chihuahuense Arturo Chávez Chávez, relacionado con Vicente Fox y Diego Fernández de Cevallos, como aspirante oficialista a relevar a Eduardo Medina Mora, a quien se ha tenido una larga e intensa desconfianza en Los Pinos (...), lo que a su vez ha significado el fortalecimiento del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna (...) El aspirante Chávez Chávez fue procurador de Justicia del gobierno de Francisco Barrio (cuando ganó fama de ser omiso en la atención de los crímenes cometidos contra mujeres), delegado de la PGR en la misma Chihuahua y subsecretario de Gobernación con Santiago Creel y formó parte del equipo del llamado jefe Diego y de Antonio Lozano Gracia, que recientemente ganó mil 500 millones de pesos en un juicio contra el complejo industrial portuario de Altamira. Con el charro bravío Gómez Mont en Bucareli y el socio Chávez Chávez en la PGR, los negocios privados continuarán triunfando. Chávez Chávez también fue negociador de Carlos Abascal en Oaxaca, con los resultados represivos de todos conocidos, y su nombramiento lleva dos ironías: el encumbramiento judicial de un egresado de la poco afamada área de derecho del Tec de Monterrey, y que su principal experiencia como funcionario se haya dado en la entidad federativa más descompuesta por la guerra contra el narco.
En la Secretaría de Agricultura y conexos, Alberto Cárdenas Jiménez dejó en el cargo a quien había ocupado ese mismo puesto en la administración jalisciense de quien se subió al gabinete felipista a partir de que fue contendiente por la candidatura presidencial panista. Francisco Mayorga, además, ya había sido secretario federal de ese ramo a finales del foxismo, en otro pago adelantado al cardenismo tapatío.
En resumen, ahora F. C. ni siquiera tuvo chance de poner a sus amigos íntimos, pues Paco Gil designó al nuevo director de Pemex, el jefe Diego a quien se espera sea el nuevo procurador y Alberto Cárdenas a su sucesor. ¿Y Felipe? Haciendo fotocopias para diputados del paquete económico que le estaba elaborando otro representante de otros, el socialmente incendiario Carstens. ¡Hasta mañana, con el IMSS en busca de comerse sus reservas!
En fin que la red mafiosa ya se entronizó, el tráfico de influencias y la corrupción a todo lo que da, y Felipe, ratificando que la descripción que AMLO hizo de él es precisa: un pelele. Eso sí un pelele con mal genio, pues según me comentó una fuente de la presidencia, anda todo el tiempo muy encabro... regañando y maltratando a medio mundo.
martes, septiembre 08, 2009
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