Barómetro Internacional
Chile
Eduardo Andrade Bone
El llamado Centro de Estudios Públicos, más conocido como CEP, acaba de entregar su último sondeo de opinión, y que esta relacionado en lo esencial con la próxima contienda electoral que comienza a vivir Chile, en donde se renovara el parlamento nacional, una parte del senado y además se elegirá un nuevo mandatario, en donde el abanderado del pinochetismo Sebastián Piñera obtendría un 42 por ciento de preferencias en una presunta segunda vuelta en enero contra un 39 por ciento del empresario encubierto Eduardo Frei y que representa a la socialdemocracia neoliberal o la otra derecha como suelen decir en Chile.
La CEP como lo decíamos en un artículo anterior, es el antro que agrupa a los golpistas, a ex colaboradores de la dictadura militar y ha cómplices y encubridores de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos acaecidas bajo el régimen militar encabezada por el ex dictador Pinochet, y por ende a lo más granado y recalcitrante del pinochetismo y la llamada Alianza por Chile (UDI-RN), cuyo candidato presidencial es nada más y nada menos, que el empresario usurero y estafador Sebastián Piñera, que fuera protegido de Pinochet.
Pero además la CEP es un organismo financiado por los grandes empresarios del país y que sirve además como una especie de “institución de inteligencia política”, de la clase económicamente dominante del país del cono sur, y que busca imponer junto al órgano oficial de la CIA en Chile, el diario El Mercurio al futuro presidente de Chile.
Los objetivos de la CEP son rescatar el legado político de la dictadura y lo que ellos llaman los logros del régimen militar. Además buscan influir y manipular a la opinión pública y diversos sectores de opinión de la vida política nacional.
Defienden a brazo partido “la propiedad privada”, entiéndase la propiedad privada sobre sus empresas y privilegios, obtenidos a costa de la explotación de la clase trabajadora chilena. Creen en la democracia protegida o seguridad democrática, pues es la única que garantiza el cuidado de sus intereses políticos y económicos.
La CEP se financia también con los aportes económicos de las multinacionales, además del apoyo extranjero de la CIA y el Departamento de Estado Norteamericano. Apoyo que reciben de forma encubierta a través de entidades como The National Endowment for Democracy, Ford Foundation, The Institute for the Study of Economic Culture de la Universidad de Boston, Tinker Foundation, entre otras.
Su consejo directivo, su consejo asesor, consejo honorario, comité ejecutivo y personal, esta compuesto por elementos de la extrema derecha y de los más reaccionarios y golpistas de la vida política nacional que se coluden con los lideres más destacados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), entres estos destacan figuras como Eliodoro Matte, Arturo Fontaine, Jorge Cauas, Sergio de Castro, Pedro Ibáñez, Guillermo Luksic, Roberto Angelini, Pablo Baraona, Felipe Lamarca, Fernando Léniz y otros connotados colaboradores de la dictadura. La Lista completa la pueden ver los electores en la página www.cepchile.cl.
Dicha entidad mantiene férreos lazos con un sector de la coalición de gobierno, con los cuales se coluden para cogobernar el país y tener así a buen recaudo esencialmente sus intereses económicos y empresariales.
La CEP mantiene estrechos lazos con los altos mandos de las Fuerzas Armadas chilenas, a través de su relaciones familiares, sociales o de negocios, y por ende cuenta con acabada información de lo que sucede al interior de los cuarteles, conocen el pensamiento de sus mandos e influyen en ellos. La CEP no necesita infiltrar a las FF.AA., pues ellos ya se encuentran dentro de ellas.
Ahora lo que llama la atención de la actual casta política chilena que cogobierna el país, es la legitimación que han hecho de la opinión que emita un organismo como este, que esta al servicio de la otrora llamada burguesía nacional, la extrema derecha y los golpistas, y que se maneja por las directrices de sus intereses económicos, el ultra neoliberalismo, las privatizaciones de empresas del Estado y el saqueo del país. En otras palabras son el verdadero poder existente en el país del cono sur.
Pero la dependencia del tipo de encuesta o investigaciones realizadas por la CEP, además es el reflejo de la falta de una democracia real en el país, que descanse sobre la base de una Constitución que sea representativa de todos los sectores de la vida nacional, y de un sistema electoral que no excluya a ningún grupo político o social del país, como ha venido sucediendo hasta ahora.
Su última encuesta viene a reflejar de forma especial que el pinochetismo representando por la Alianza por Chile, se encuentra a favor del continuismo neoliberal de la Concertación y el cogobierno que han realizado junto a un sector del conglomerado de gobierno. Recordemos que la CEP es un feudo casi esencialmente de la UDI y que nunca ha estado enteramente convencida de la candidatura presidencial del financista y estafador Sebastián Piñera, pero la apoya.
Ahora el Centro de Estudios Públicos (CEP), desde el punto de vista de sus sondeos ha estado navegando entre dos aguas, por un lado busca imponer a Sebastián Piñera como futuro presidente y por otro lado eleva la figura del candidato independiente Enrique-Ominami, pues este con su candidatura le hace daño a Eduardo Frei, como a la izquierda representada por el pacto Juntos Podemos Más, y con ello se facilitaría un eventual triunfo del candidato pinochetista.
Lo cierto es que el ultimo sondeo no refleja absolutamente nada nuevo en relación a lo que hayan dicho otras encuestas anteriores y que en este chacreo de la farándula, circo y show de las empresas que se dedican a este tipo de consultas, todas buscan convencer al electorado que el futuro mandatario debe ser el representante del pinochetismo Sebastián Piñera.
Cabe recordar que el candidato del pinochetismo o la llamada derecha dura, lleva casi 20 años en campaña presidencial y de acuerdo a lo que dicen las cifras (37%) este se encontraría estancado, no logra avanzar a pesar de la multimillonaria campaña propagandística desarrollada hasta ahora, no logrando superar la barrera de los 40 puntos.
Pero cabe destacar que Eduardo Frei (DC) y Sebastián Piñera (RN) en términos generales no son del atractivo de la ciudadanía y del electorado, los que son catalogados como “más de lo mismo”, pues los dos aparecen con compromisos con la siniestra dictadura militar que asoló a Chile. Estos dos candidatos cotizan en la bolsa y representan diversos intereses económicos y empresariales. Los dos candidatos son de una estirpe conservadora y neoliberal con diversos matices, y no representan los sueños y anhelos de la gran mayoría de los chilenos, que no es otro, que el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Ahora el candidato independiente Marco Enrique-Ominami al que lo han posicionado con el 17% de la intención de voto, representan una candidatura muy ambigua, que esta lejos de ser de izquierda y que solo refleja el descontento con las dos coaliciones políticas que han cogobernado el país durante ya casi 20 años, pero tampoco es la alternativa y el cambio que buscan los chilenos.
Finalmente la izquierda más consistente y que es representada por el pacto Juntos podemos Más y que ha sido excluida de su derecho a tener representación parlamentaria, producto de la legislación electoral heredada de la dictadura y de la falta de voluntad política de aquellos que se autodenominan “demócratas”, mantiene su adhesión electoral en alrededor de un 7%. Recordemos que la izquierda chilena desarrolla su actividad política en precarias condiciones económicas y prácticamente sin cobertura en los medios de prensa nacionales, sometida al más absoluto ostracismo político y electoral.
aindoamericanap@gmail.com
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