Indice Político
LA FALLIDA “GUERRA en contra del narcotráfico” recién rebasó los 16 mil asesinados en apenas tres años, de acuerdo a un conteo del diario Milenio. Emprendida por Felipe Calderón –sin la anuencia del Congreso, no obstante que en ella participan el Ejército y la Armada— para “legitimarse”, no ha conseguido reducir el trasiego de enervantes que se siguen vendiendo a los precios de siempre, ni reducir la violencia (antes, lo contrario), menos aún capturar a los grandes capos de la actividad, que siguen blanqueando sus cuantiosos recursos en los circuitos financieros de México y Estados Unidos.
Por supuesto, tampoco ha conseguido “legitimar” a Calderón.Una de las muchas razones del fracaso de esta “guerra” está en los mariscales que inciden en el campo de batalla, muy en especial Genaro García Luna quien, inexplicablemente, se mantiene como titular de la SS, no obstante que la sociedad política y la sociedad en general perciben a su entorno como podrido.No son pocos, en efecto, los colaboradores cercanos a García Luna que han sido encarcelados o enjuiciados por sus nexos con el crimen organizado. Tal es el caso de Ricardo Gutiérrez Vargas, director de la INTERPOL en México, por filtrar información clasificada al crimen, al cártel de los Beltrán Leyva. También ha sido detenido Gerardo Garay Cadena ex comisionado interino de la PFP. Otros más han sido asesinados, y no precisamente “por el cumplimiento de su deber”, sino más bien todo lo contrario.La reciente ejecución de Edgar Enrique Bayardo del Villar, quien también fuera empleado por el cartel Beltrán Leyva, lo mismo que inspector de Operaciones Especiales de la desaparecida PFP, y subprocurador de Justicia de Tlaxcala, confirma que García Luna es un peligro para sus colaboradores. Y para México, claro.“Cuando trabajó en la SSP –relata el colega José Reveles—, Bayardo fue uno de los hombres de confianza de Genaro García Luna. Su jefe inmediato, Víctor Gerardo Garay Cadena, quien se desempeñó como comisionado interino de la PFP hasta el 31 de octubre de 2008, también está implicado con el narcotráfico, aunque trabajaba para los hermanos Beltrán Leyva.“A finales de octubre de 2008 surgieron los conflictos entre los colaboradores cercanos al titular de la SSP, la mayoría motivados por la infiltración del narco. La dupla de funcionarios comenzó a espiarse entre sí desde entonces. Y se desataron las traiciones.“A partir de las investigaciones de la SIEDO, asentadas en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/359/2008, se sabe que durante meses Garay Cadena espió a Bayardo. Incluso grabó un video cuando su subalterno salía de la residencia del Rey (Zambada), localizada en la colonia Lindavista, al Norte de la Ciudad de México, donde el capo fue detenido el 20 de octubre de 2008 junto con su banda.“Sin embargo, el espionaje de Garay no resultó tan eficaz, pues un soplón de la Drug Enforcement Administration (DEA), para la que también trabajaba Bayardo, le avisó que su jefe en la SPP le seguía los pasos. Garay decidió cambiar la estrategia e invitó a su colaborador a un curso, donde agentes de la SIEDO lo aprehendieron. Lo acusaron de servir a la red de Ismael el Mayo Zambada.“En la indagatoria citada se asienta no sólo que Bayardo trabajaba para los hermanos Zambada García; también se le acusa de recibir entre 25 y 500 mil dólares por la captura de cada enemigo del clan sinaloense, así como por avisarles con anticipación cuando había un operativo en contra del grupo.“Garay Cadena cayó en desgracia luego de traicionar a su subalterno. Se le acusó de estar ligado a la célula de los hermanos Beltrán Leyva. El 31 de octubre de 2008 renunció a su cargo en la SSP y cuatro días después fue arraigado.“El 11 de diciembre siguiente fue consignado por el delito de delincuencia organizada.”El primer día de diciembre de 2009, Bayardo fue ejecutado en un café Starbucks de la capitalina colonia Del Valle.Todo sucede alrededor de García Luna. Sospechoso, ¿o no?Más, todavía, que el señor Calderón lo mantenga en su cargo.
Índice Flamígero: Pocas buenas noticias hay en el ambiente. Pero de vez en vez “hay que señalar lo bueno”. Hoy, el reconocimiento que la clase política y la sociedad en general hacen al director general del IPN, el sinaloense Enrique Villa Rivera por su exitosa gestión al frente de esta institución de educación superior. ¡Enhorabuena!
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