lunes, noviembre 22, 2010

Lío de faldas en el PAN

Las putas de la Zavala y la Flores

Álvaro Delgado

MÉXICO, D.F., 15 de noviembre (apro).- El proceso para relevar a César Nava en la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN), que culminará el sábado 4 de diciembre, va más allá de una contienda entre cinco candidatos. Es, sobre todo, un pleito entre dos mujeres: Margarita Zavala Gómez del Campo y Patricia Flores Elizondo.

Ese es el motivo principal de la guerra soterrada en la facción del PAN que encabeza Felipe Calderón y que tuvo un episodio público con la salida de Patricia Flores Elizondo de la jefatura de la Oficina de la Presidencia, el 14 de julio, quien es, de facto, la coordinadora de campaña de Roberto Gil Zuarth.

La salida de Flores Elizondo del gobierno estuvo precedida de un tupido golpeteo en medios sobre supuestos conflictos generados por ella en la camarilla íntima de Los Pinos y, sobre todo, actos de corrupción mayúscula. Como la campaña fue orquestada por Maximiliano Cortázar, que filtró datos a columnistas afines, Calderón lo degradó a vocero del PAN.

Es sabido que Cortázar, un individuo que apenas terminó la secundaria, responde desde hace años a los intereses de los Zavala Gómez del Campo --al particular Juan Ignacio solía consultarlo desde el gobierno hasta en la más banal decisión--, un clan que apoya a Gustavo Madero, en cuyo registro estuvo presente la diputada local Mariana Gómez del Campo.

En la ceremonia en la que Calderón hizo públicos los cambios en su gabinete, que incluyó el relevo de Fernando Gómez Mont por Francisco Blake en la Secretaría de Gobernación y de Bruno Ferrari por Gerardo Ruiz Mateos en Economía, Flores Elizondo mostró un rostro desencajado, que no suavizaban las sonrisas entre irónicas y burlonas.

Menos de tres meses después, en la primera semana de octubre, Patricia Flores se exhibió con una actitud contrastante en la portada de la revista Gente, del Grupo Televisa, en una provocadora entrevista acompañada de un despliegue de fotografías que mostraban su característica sensualidad.

En esa entrevista aclaró que era falso que hubiera sido despedida del gobierno, sino que renunció por voluntad propia --“fue para darle aire a algo que ya estaba, de alguna manera, contaminado”--, pero que eso no implicaba su retiro de la política: “Sé mucho como para retirarme.”

Y después de dejar claro que su “relación” con Calderón es “inmejorable” --justamente lo que es identificado por los panistas como la razón de la disputa con Margarita Zavala--, Patricia adelantó que ambiciona, “en un futuro más o menos cercano”, un cargo de elección popular. “Yo no tengo prisa”, aseguró.

Pero prisa sí tiene: Quiere ser senadora en 2012 y, conforme a sus planes, también coordinadora de la bancada, ambición ésta que podrá materializarse sólo si quien preside el PAN es alguien que le deba el puesto. Y ese es Gil Zuarth.

Margarita Zavala quiere, también, ser senadora y, como Patricia, coordinadora de bancada, razón por la cual Maximiliano Cortázar le trató de construir, desde Los Pinos, una imagen de mujer “inteligente pero discreta”, contrastante con Marta Sahagún, reproducida por medios y comentaristas oficiosos.

Por las mismas razones que Patricia, la consorte de Calderón apuesta a que Madero sea el sucesor de Nava y sea ella no sólo senadora, sino coordinadora. Sabe que si gana Gil Zuarth, tan incondicional de su marido que se autodenomina sin rubor su guardaespaldas, hasta la senaduría está en riesgo.

Obviamente el riesgo de ese empleo remunerado con más de 150 mil pesos mensuales no es sólo para ella, sino para su familia, que milita en el PAN por racimos, y parvadas de panistas que viven de la política vivir.

Al final, sin embargo, será el propio Calderón el que decida quién será el próximo presidente del PAN, porque es dueño --por razones de nómina-- de las conciencias de la mayoría del Consejo Nacional, el órgano que tomará la decisión formal en poco menos de tres semanas.

Y, aunque hasta este lunes 15, Gil sólo tiene asegurados unos 150 consejeros nacionales (por cien de Madero, 60 de Cecilia Romero, 30 de Francisco Ramírez Acuña y 25 de Judith Díaz Delgado) y mantiene negociaciones con Romero, y aun ha buscado a Manuel Espino –la prórroga de su expulsión a eso obedece--, se prevé que al final Calderón rompa muñecas para imponer a un tercer presidente del PAN de manera consecutiva.

De Calderón dependerá que el futuro de Patricia Flores Elizondo sea distinto al de Rosario Robles, la experredista que se alió con Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Ahumada, con la que se comparó en la entrevista con Gente, al definirla como una política “íntegra, con gran carrera… ¡Pero se enamoró!”.

Apuntes

Sólo la evasión de la realidad o la prepotencia puede explicar la trama para que Calderón se aumente el sueldo en más de 25%, y junto con él toda la alta burocracia. En este 2010 su sueldo es de 152 mil 567 pesos mensuales, ya descontados todos los impuestos, y pretende que el próximo año gane casi 200 mil mensuales, es decir, 198 mil 870 pesos. El Partido Mexicano de los Trabajadores de Heberto Castillo acuñó la consigna de “Salario mínimo al presidente, pa’que vea lo que se siente” y ahora se socializa otra: “El mínimo a Calderón por baquetón”…

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

La guerra sin rostro

Escena de un asesinato en Sinaloa.

Javier Sicilia

MÉXICO, D.F., 15 de noviembre.- Toda guerra es terrible: muerte, miedo, despojo, odios que se expresan en atrocidades, familias rotas, miseria. Sin embargo, la guerra que desde hace años vive México tiene un sesgo inédito: carece de significado. Hasta hace poco –pienso en la Independencia, en la Revolución o en los movimientos armados de América Latina–, las guerras, con todo y su cauda de desgracias, se movían sobre ideas de justicia y de porvenir. Ideas abstractas, ciertamente, cuyas consecuencias resultaron contrarias, pero que al menos señalaban un horizonte sin el cual los seres humanos estamos privados de sentido. Hoy esas ideas no existen.

La mayor parte de las ideas de Felipe Calderón y su gobierno –no hablemos de las del crimen organizado–, que caminan en el sentido de la privatización, del fortalecimiento y la expansión de los grandes capitales, del dinero y de los privilegios, no son precisamente ideas que tengan que ver con la justicia y el porvenir. Por el contrario, han cobrado costos altísimos en miseria, división de familias y angustia que la guerra ha venido a potenciar.

En este sentido, no sólo vivimos una guerra inimaginable, sino también una sociedad inimaginable en el orden de la justicia y del porvenir. Una guerra cuyos rostros, como el de los torturados, sólo manifiesta las huellas del absurdo, hace que nos sintamos presos en una telaraña. No la podemos entender. No tenemos ninguna certeza de lo que saldrá de allí. Simplemente padecemos con la zozobra de los personajes de Kafka. Da la impresión de que habitamos en un mundo dirigido por fuerzas ciegas y sordas que se niegan a escuchar los gritos de advertencia, los consejos y las súplicas.

A fuerza de una violencia sin sustento, tanto Calderón como el crimen organizado han ido destruyendo algo fundamental para la vida humana: la confianza en que sobre la base de una política o de una guerra hay sentido de justicia y de porvenir. Por el contrario, a lo largo de estos años sólo hemos visto mentir, manipular, envilecer, torturar y matar. Nada ha podido impedirlo. No porque quienes perpetran esta guerra estén persuadidos –como lo estuvieron quienes las hicieron en el pasado– de la fuerza de sus ideas sobre la justicia y el porvenir, sino porque están poseídos por las fuerzas ciegas del mercado, que sólo puede mantenerse mediante un movimiento que se pretende perpetuo. Su dilema, como lo señalaba Jean Robert, es el de un Shakespeare pervertido: “crecer o dejar de ser”.

Ese crecimiento, como podemos verlo en las políticas económicas del gobierno y de la clase política, y en la guerra que en nombre de dicho crecimiento se ha desatado, sólo puede realizarse mediante la destrucción continua de dominios de existencia, de territorios y modos de vida; mediante la colonización de culturas, lenguajes y formas de pensar; mediante el despojo y el miedo. Así, en nombre del crecimiento, sea el de la legalidad (el del gobierno y los grandes capitales) o el de la ilegalidad (el del crimen organizado), vivimos una guerra sin significado que nos tiene en el terror y va ahondando la miseria.

En este caos es imposible la persuasión. Los seres humanos de este país hemos sido entregados a la violencia de fuerzas ciegas. Nos ahogamos en medio de gente que sólo cree en el poder del dinero. Y para quienes sólo podemos vivir con el diálogo, la amistad y las relaciones de confianza, la guerra que han desatado y la forma de vida que quieren imponernos son el infierno.

En este sentido, el problema político fundamental de México es saber si es posible seguir habitando un mundo en el que el crimen, en nombre del crecimiento –sea legal o ilegal–, está legitimado y la vida humana es vista como una realidad fútil –recursos humanos intercambiables, bajas colaterales, vidas prescindibles como las de los animales.

Si creemos todavía en que es posible hacer compatible la justicia, la paz social y el orden con la idea de la producción y el consumo desmedidos, habría que decir que sí, y entonces habrá que resignarse a una guerra cuyos resultados, en el orden del horror, son impredecibles. Si decimos que no, tendremos que aceptar que para detener esta realidad tóxica hay que inventar políticas que disocien la justicia y la paz de la cuestión del crecimiento, de la producción y del consumo desmedidos, y la asocien con la fuerza de las comunidades y sus relaciones de soporte mutuo.

Sólo mediante proyectos que recobren los ámbitos de comunidad, es decir, ámbitos de subsistencia, en donde la primera regla es asegurar los medios de sustento de los más débiles, podrá detenerse el absurdo. Esta lógica, ajena a las abstracciones de justicia y de porvenir de las guerras de antaño, y más ajena aún a las fuerzas ciegas de la guerra que hoy vivimos, hace posible la justicia y el porvenir en sus relaciones de solidaridad y de cooperación. Pero esto no depende ya del gobierno, que se mueve, al igual que el crimen organizado, en la racionalidad irracional de una economía del dinero, de la producción y del consumo sin límites. Depende de la gente y del sentido común, el más escaso –para nuestra desgracia– de los sentidos.

Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a todos los presos de la APPO y hacerle juicio político a Ulises Ruiz.

Don Raúl Vera y los derechos humanos

Obispo Raúl Vera. Congruencia.

Miguel Angel Granados Chapa

A su regreso de Noruega, donde hace una semana recibió el Premio Rafto, la agenda de don Raúl Vera lo esperaba muy apretada. Se contaba con su presencia en dos actos simultáneos el jueves 11, en la Ciudad de México, y uno más el viernes 12, en Saltillo, la sede de su diócesis.

El 7 de noviembre recibió el Premio Rafto, en el Teatro Nacional de la ciudad noruega de Bergen. El jueves 11, a las 9:00 de la mañana, se instaló la Comisión Civil de Seguimiento de los Acuerdos SME-Gobierno Federal, de la que el prelado es miembro eminente. En el Senado, a la misma hora y el mismo día, se efectuó la primera sesión del Grupo de Trabajo de Participación Ciudadana, Capítulo México, de la Organización Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción.

Y es que el senador Ricardo García Cervantes, quien encabeza ese capítulo, decidió que fuera la Familia Pasta de Conchos –una de las iniciativas más sentidas por el obispo de Saltillo– la que se presentara a hablar sobre la situación de la minería de carbón en Coahuila. Abordar en tribuna el caso de Pasta de Conchos costó a García Cervantes una burda reconvención del subsecretario del Trabajo Álvaro Castro, quien perdió –al menos formalmente– esa posición ante la severa respuesta institucional del Senado, que declaró inadmisible el reproche a uno de sus miembros sobresalientes y consiguió una rectificación de dientes para afuera del secretario Javier Lozano, cuya postura ante los deudos de la tragedia –crimen, mejor dicho– del 19 de febrero de 2006 estuvo claramente reflejada, en estilo y contenido, en la admonición del subsecretario al legislador.

El viernes 12 don Raúl Vera presidió, en la capital de Coahuila, una reunión organizada por muchos de sus feligreses para darle la bienvenida, en un acto que sería aprovechado para entablar un “diálogo sobre derechos humanos en México”. La organización corrió a cargo del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, otra de las fundaciones del dominico que se graduó como ingeniero químico antes de ingresar a la Orden de Predicadores. Ya antes, en 1988, había fundado un centro de asistencia social, “la primera de varias instituciones que ha apoyado para asistir a gente pobre y marginada”, según informó a su auditorio la presidenta del Comité Rafto, Siri Gioppen.

Ese comité discierne desde 1987 el premio que lleva el nombre de Thoroft Rafto, un activista que antes de la caída del Muro y la disolución del campo socialista dedicó su esfuerzo a apoyar a disidentes en países sometidos al autoritarismo en Europa Oriental y en la Unión Soviética misma. A su muerte, y establecido el premio que lleva su nombre, los continuadores de su obra juzgaron necesario orientar a otras regiones del mundo su atención y, con la suya, la de vastos sectores de la opinión mundial que confían en los criterios humanitarios de esa organización noruega.

También ha tenido confianza en el Comité Rafto el correspondiente del Premio Nobel de la Paz. En cuatro ocasiones ya, recipiendarios del Rafto lo fueron después del Nobel, por la coincidencia en los principios que rigen la asignación de las respectivas preseas.

La primera persona colocada en esa situación fue la activista birmana Aung San Suu Kyi, quien recibió el Nobel en 1991. Mucho antes de entonces y aun hoy mismo ha pugnado por el cese del autoritarismo militar en su patria, Myanmar (antes Birmania), para abrir paso a la democracia. Cinco años después fue galardonado con el Nobel José Manuel Ramos-Horta, quien encabezó la lucha del pueblo de Timor Oriental por sacudirse el dominio de Indonesia, que debió retirarse de aquella isla –cuya población es de ascendencia portuguesa en el océano Índico– a causa del movimiento de opinión mundial en torno a Ramos-Horta, tras recibir los premios Rafto y Nobel.

En el año 2000 el premio discernido por el comité respectivo del Parlamento Noruego, en cumplimiento de las instrucciones de Alfred Nobel, fue otorgado a Kim Dae-jung, líder de la resistencia al militarismo autoritario en Corea del Sur, que llegó a ser presidente de esa república y desde entonces aboga por la reconciliación de las dos porciones en que la Guerra Fría dividió a Corea. En 2003, el Nobel fue para Shirin Ebadi, la legendaria juez iraní destituida de su cargo por su interpretación de las leyes islámicas en beneficio de la mujer y que como abogada ha luchado por la causa de las mujeres en una sociedad opresora. Además de su activismo civil, escribió el libro La jaula de oro, un alegato por la convivencia de formas diferentes de vivir el Islam.

A perfiles como esos corresponde ahora el del obispo de Saltillo. Así lo definió Siri Gioppen al hacer la semblanza del premiado este año con el Rafto: “Hay una clase de personas, muy escasas, que son referencia moral y cuya integridad constante les prepara a defender lo que consideran correcto sin hacer caso al riesgo personal que corran”. La oradora mencionó el paso de don Raúl por Chiapas y no pudo omitir una mención a don Samuel Ruiz, el hoy obispo emérito de San Cristóbal de las Casas. El dominico Vera había sido enviado a esa diócesis como adjunto con derecho a sucesión. Ignorantes quienes lo nombraron de su reciedumbre y sensibilidad humana, esperaron de él que acotara al obispo cuya pastoral indígena, cuya opción por los desvalidos irritaba al poder vaticano, y que al reemplazarlo desmontara su obra. La conversión vivida por don Raúl lo llevó hacia rumbos opuestos a los imaginados por sus promotores, que decidieron trasladarlo al norte, con la suposición de que, no habiendo allí indígenas con los cuales identificarse, el obispo se acomodaría al tradicional molde episcopal.

Nuevo mal cálculo. Don Raúl ha ejercido sus convicciones en varios campos. Lo preocupa la suerte de los migrantes hacia Estados Unidos, una corriente de los cuales pasa por Coahuila. Ha establecido dos centros de refugio para ese efecto: el de Saltillo, llamado Belén, ha atendido a 40 mil personas. Junto con esa atención a los seres humanos concretos, el obispo Vera es un activista en pro del reconocimiento de la dignidad humana de los migrantes, en pos de que se adopten políticas gubernamentales que en vez de perseguirlos los apoyen.

En lo que hace a la drogadicción y la violencia, ya no adosada sino consustancial al tráfico de estupefacientes, según explicó la humanitarista noruega, “el obispo Vera comparte la preocupación del gobierno por el poder y la violencia de los cárteles de la droga, pero critica sus métodos. No solucionan los problemas y debilitan la ley en vez de confirmarla”.

También preocupa a don Raúl “la exclusión social de los homosexuales, incluso por la misma Iglesia”. Para oponerse a ella apoya “la comunidad de San Egidio en Saltillo, (que) ofrece guía espiritual a jóvenes de toda orientación sexual, y don Raúl trabaja para promover su dignidad y sus derechos humanos”.

Como don Raúl, sin necesariamente conocerla, practica la máxima del obispo sudafricano y premio Nobel Desmond Tutu (“si usted permanece neutral en situaciones de injusticia, usted ya tomó partido por el opresor”), no ha vacilado en apoyar a las víctimas de la codiciosa e infame minería del carbón en Coahuila, a partir de la muerte de 65 personas en la mina de Pasta de Conchos hace más de cuatro años. De ser un obispo convencional, se hubiera amistado con los dueños de las minas y las acerías de la región norte del estado, en vez de enrostrarles su insensibilidad y sus violaciones a la ley.

Sin falsa modestia, el obispo dominico reconoció la proyección que el Premio Rafto da en el mundo, sobre todo en las civilizadas sociedades del norte de Europa, a la situación mexicana. Dijo al concluir sus palabras el domingo pasado que acaso la Fundación Rafto pudo haberse equivocado al elegir a una persona no adecuada para el premio 2010, “pero no se equivocó en elegir a México para denunciar ante la comunidad internacional la terrible situación de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, de parte del gobierno, contra hombres y mujeres, ciudadanos de nuestro país”. l

Guerra servil

Manuel Bartlett

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Calderón nos conduce al desastre con su guerra imposible de ganar. Lanzó al Ejército contra el narcotráfico convencido por ajenos que bastaba la fuerza, no lo ilustra el fracaso. Guerra ilegal, utiliza a las fuerzas armadas fuera de la ley, lo saben los militares, que exigen facultades al filo de la inconstitucionalidad. Guerra servil, sólo sirve a la política antinarcóticos estadounidense, sometiéndonos a la intervención extranjera.

El Washington Post reporta “ligas crecientes entre militares norteamericanos y mexicanos que antes no se mencionaban para evitar críticas”, pero consideran superada la resistencia del Ejército Mexicano, aunque “todavía no permite la presencia permanente de militares norteamericanos”. “El presidente Calderón quiere que entremos, dijo un oficial de alto rango”.

Guerra absurda denunciada por mexicanos, pero también por estudios estadounidense. Instituto de Estudios Estratégicos. La narcoinsurgencia mexicana y la política antidrogas de EU (Hal Brands). “La Iniciativa Mérida es la extensión de la vieja estrategia americana ineficaz: enfatiza la seguridad, la coacción, no ataca las raíces: corrupción oficial, pobreza, desigualdad, debilidad gubernamental, la ilimitada demanda norteamericana de droga y el contrabando de armas hacia México”. “La iniciativa Mérida es simple paliativo”. “Calderón no ha reducido el narcotráfico”, tampoco, dice, se reduce el consumo estadounidense y califica de grave impedimento en México: la pobreza de la población y “el modelo macroeconómico que exige el recorte de los programas sociales”, “la pobreza alimenta de reclutas a los cárteles”. “La Iniciativa Mérida es incapaz de cerrar la puerta de Estados Unidos a la droga”. Su único interés.

Brookings Institution. M. Cárdenas. “En la medida en que la lucha contra el narcotráfico sea vista como contrainsurgencia serán relegadas las tareas cruciales; se trata de menos operaciones militares de corto plazo y más construcción institucional”. “No importa cuántos soldados ponga en pie de guerra, si el Estado no se reconstruye no existe posibilidad de revertir el crimen organizado y la violencia”.

Centro para la Infraestructura de Protección (Secretaria de Seguridad Interna). “50 mil soldados en la calle no han impedido el escalamiento de la violencia en México”. Denuncia corrupción, ineficacia mexicanas que superaremos con su “cooperación”. Pese a su énfasis en la violencia, considera indispensables programas socioeconómicos. Admiten: Estados Unidos debe reducir el consumo de drogas, pero, se lamentan, tardará mucho; atacar el lavado de dinero es difícil, como impedir el contrabando de armas. Nos circunscriben a la persecución para frenar las drogas hacia allá.

Centro para la Nueva Seguridad Americana. Crime Wars. Estados Unidos debe derrotar a los cárteles en su territorio, reducir el consumo que los enriquece, atacar sus redes financieras y promover la prevención. En México, “la solución a largo plazo es el desarrollo económico, superar el abismo entre ricos y pobres”. Hace un planteamiento revelador de la estrategia estadounidense: “…cientos de toneladas de cocaína y otras drogas estarían en las venas de norteamericanos si no hubieran sido detenidas antes de llegar a nuestras fronteras”. Ese es el objetivo de su guerra, sólo en el exterior, allá no está el ejército en las calles, aquí empujan a la violencia, asesinatos selectivos, fugas de población, sufrimiento social para impedir que pasen drogas por su porosa frontera, sangre nuestra para que haya menos droga en las venas de sus adictos. Esa no es nuestra guerra, atendamos sus análisis; la nuestra es atacar la desigualdad, prevención y exigirles que cumplan con su responsabilidad. La guerra de Calderón, limitada a lo policiaco-militar y sin acciones en Estados Unidos, está perdida.

mbartlett_diaz@hotmail.com

Ganas no nos faltan!


HOY EN DÍA...

QUIÉN NO QUISIERA INTENTARLO......

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FOTO TOMADA EL 5 DE MAYO EN PUEBLA.


El Nuevo Transporte Escolar en Mexico


PERMANENCIA INVOLUNTARIA

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Dos Sopas



Dos Sopas

REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL. La OTAN, gendarme mundial

Por Fidel Castro Ruz









La Habana, 22 de noviembre de 2010

(Tomado de CubaDebate)

Muchas personas sienten náuseas al escuchar el nombre de esa organización.

El viernes 19 de noviembre de 2010 en Lisboa, Portugal, los 28 miembros de esa belicosa institución, engendrada por Estados Unidos, decidieron crear lo que con cinismo califican de "la nueva OTAN".

Esta surgió después de la Segunda Guerra Mundial como instrumento de la Guerra Fría desatada por el imperialismo contra la Unión Soviética, el país que pagó con decenas de millones de vidas y una colosal destrucción la victoria sobre el nazismo.

Contra la URSS Estados Unidos movilizó, junto a una parte sana de la población europea, a la extrema derecha y toda la escoria nazifascista de Europa, llena de odio y dispuesta a sacar lasca de los errores cometidos por los propios dirigentes de la URSS, tras la muerte de Lenin.

El pueblo soviético, con enormes sacrificios, fue capaz de mantener la paridad nuclear y apoyar la lucha de liberación nacional de numerosos pueblos contra los esfuerzos de los Estados europeos por mantener el sistema colonial impuesto por la fuerza a lo largo de siglos; Estados que se aliaron en la posguerra al imperio yanki, quien asumió el mando de la contrarrevolución en el mundo.

En solo 10 días —menos de dos semanas—, la opinión mundial ha recibido tres grandes e inolvidables lecciones: G-20, APEC y OTAN, en Seúl, Yokohama y Lisboa, de modo que todas las personas honestas que sepan leer y escribir, y cuyas mentes no hayan sido mutiladas por los reflejos condicionados del aparato mediático del imperialismo, puedan tener una idea real de los problemas que afectan hoy a la humanidad.

En Lisboa no se pronunció una palabra capaz de transmitir esperanzas a miles de millones de personas que sufren pobreza, subdesarrollo, insuficiencia de alimentos, vivienda, salud, educación y empleo.

Por el contrario, el engreído personaje que figura como jefe de la mafia militar de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen declaró, en tono de fiurercito nazi, que el "nuevo concepto estratégico" era para "actuar en cualquier lugar del mundo". No en balde el gobierno de Turquía estuvo a punto de vetar su nombramiento cuando Fogh Rasmussen —un neoliberal danés—, como Primer Ministro de Dinamarca, usando el pretexto de la libertad de prensa, defendió en abril de 2009 a los autores de graves ofensas al profeta Mahoma, una figura respetada por todos los creyentes musulmanes.

No pocos en el mundo recuerdan las estrechas relaciones de cooperación entre el Gobierno de Dinamarca y los "invasores" nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La OTAN, ave de rapiña empollada en las faldas del imperio yanki, dotada incluso de armas nucleares tácticas que pueden ser hasta varias veces más destructivas que la que hizo desaparecer la ciudad de Hiroshima, está comprometida por Estados Unidos en la guerra genocida de Afganistán, más compleja todavía que la aventura de Kosovo y la guerra contra Serbia, donde masacraron la ciudad de Belgrado y estuvieron a punto de sufrir un desastre si el gobierno de aquel país se hubiese mantenido firme, en vez de confiar en las instituciones de justicia europea en La Haya.

La ingloriosa declaración de Lisboa, en uno de sus puntos afirma de forma vaga y abstracta:

"Apoyo a la estabilidad regional, los valores democráticos, la seguridad y la integración en el espacio euroatlántico en los Balcanes."

"La misión en Kosovo se orienta a una presencia menor y más flexible."

¿Ahora?

Tampoco Rusia lo podrá olvidar tan fácilmente: el hecho real es que cuando Yeltsin desintegró la URSS, Estados Unidos avanzó las fronteras de la OTAN y sus bases de ataque nuclear al corazón de Rusia desde Europa y Asia.

Esas nuevas instalaciones militares amenazaban también a la República Popular China y a otros países asiáticos.

Cuando aquello ocurrió en 1991, cientos de SS-19, SS-20 y otras poderosas armas soviéticas podían alcanzar en cuestión de minutos las bases militares de Estados Unidos y la OTAN en Europa. Ningún Secretario General de la OTAN se habría atrevido a hablar con la arrogancia de Rasmussen.

El primer acuerdo sobre limitación de armas nucleares fue suscrito en fecha tan temprana como el 26 de mayo de 1972, entre el presidente de Estados Unidos Richard Nixon y el Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética Leonid Brezhnev, con el objetivo de limitar el número de misiles antibalísticos (Tratado ABM) y defender ciertos puntos contra misiles con carga nuclear.

Brezhnev y Carter firmaron en Viena nuevos acuerdos conocidos como SALT II en 1979, pero el Senado de Estados Unidos se negó a ratificar dichos acuerdos.

El nuevo rearme promovido por Reagan, con la Iniciativa de Defensa Estratégica, puso fin a los acuerdos SALT.

El gasoducto de Siberia había sido volado ya por la CIA.

Un nuevo acuerdo, en cambio, fue suscrito en 1991 entre Bush padre y Gorbachov, cinco meses antes del colapso de la URSS. Al producirse tal acontecimiento, el campo socialista ya no existía. Los países que el Ejército Rojo había liberado de la ocupación nazi no fueron capaces siquiera de mantener la independencia. Gobiernos derechistas que accedieron al poder se pasaron con armas y bagajes a la OTAN, y cayeron en manos de Estados Unidos. El de la RDA, que bajo la dirección de Erich Honecker había realizado un gran esfuerzo, no pudo vencer la ofensiva ideológica y consumista lanzada desde la misma capital ocupada por las tropas occidentales.

Como dueño virtual del mundo, Estados Unidos incrementó su política aventurera y guerrerista.

Debido a un proceso bien manipulado, la URSS se desintegró. El golpe de gracia lo asestó Boris Yeltsin el 8 de diciembre de 1991 cuando, en su condición de presidente de la Federación Rusa, declaró que la Unión Soviética había dejado de existir. El día 25 de ese mismo mes y año, la bandera roja de la hoz y el martillo fue arriada del Kremlin.

Un tercer acuerdo sobre armas estratégicas fue firmado entonces entre George H. W. Bush y Boris Yeltsin, el 3 de enero de 1993, que prohibía el uso de los Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM por sus siglas en inglés) de cabezas múltiples. Fue ratificado por el Senado de Estados Unidos el 26 de enero de 1993, con un margen de votos de 87 a 4.

Rusia heredaba la ciencia y la tecnología de la URSS —que a pesar de la guerra y los enormes sacrificios fue capaz de equiparar su poder con el inmenso y rico imperio yanki—, la victoria contra el fascismo, las tradiciones, la cultura, y las glorias del pueblo ruso.

La guerra de Serbia, un pueblo eslavo, había hincado duramente su colmillo en la seguridad del pueblo ruso, algo que no podía darse el lujo de ignorar ningún gobierno.

La Duma rusa —indignada por la primera guerra de Iraq y la de Kosovo en la que la OTAN masacró al pueblo serbio—, se negó a ratificar el START II y no firmó dicho acuerdo hasta el año 2000, y en ese caso, para tratar de salvar el tratado ABM que a los yankis para esa fecha no les interesaba mantener.

Estados Unidos trata de utilizar sus enormes recursos mediáticos para mantener, engañar y confundir a la opinión pública mundial.

El Gobierno de ese país atraviesa una etapa difícil como consecuencia de sus aventuras bélicas. En la guerra de Afganistán están comprometidos los países de la OTAN sin excepción alguna, y varios otros del mundo, a cuyos pueblos resulta odiosa y repugnante la carnicería donde están envueltos en mayor o menor grado países ricos e industrializados como Japón y Australia, y otros del Tercer Mundo.

¿Cuál es la esencia del acuerdo aprobado en abril de este año por Estados Unidos y Rusia? Ambas partes se comprometen a reducir el número de ojivas nucleares estratégicas a 1 550. De las ojivas nucleares de Francia, Reino Unido e Israel, todas capaces de golpear a Rusia, no se dice una palabra. De las armas nucleares tácticas, algunas de ellas con mucho más poder que la que hizo desaparecer la ciudad de Hiroshima, tampoco. No se menciona la capacidad destructiva y letal de numerosas armas convencionales, las radioeléctricas y otros sistemas de armamentos a los cuales Estados Unidos dedica su creciente presupuesto militar, superior a los de todas las demás naciones del mundo juntas. Ambos gobiernos conocen, y tal vez otros muchos de los que allí se reunieron, que una tercera guerra mundial sería la última. ¿Qué tipo de ilusiones se pueden hacer los miembros de la OTAN? ¿Cuál es la tranquilidad que de esa reunión se deriva para la humanidad? ¿Qué beneficio para los países del Tercer Mundo, e incluso para la economía internacional, es posible esperar?

No pueden siquiera ofrecer la esperanza de que la crisis económica mundial sea superada, ni cuánto duraría esa mejoría. La deuda pública total de Estados Unidos, no solo la del gobierno central, sino del resto de las instituciones públicas y privadas de ese país, se eleva ya a una cifra que iguala el PIB mundial del 2009, que ascendía a 58 millones de millones de dólares. ¿Se han preguntado acaso los reunidos en Lisboa de dónde salieron esos fabulosos recursos? Sencillamente, de la economía de todos los demás pueblos del mundo, a los que Estados Unidos entregó papeles convertidos en divisas que a lo largo de 40 años, unilateralmente, dejaron de tener respaldo en oro y ahora el valor de ese metal es 40 veces superior. Ese país aún dispone de poder de veto en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. ¿Por qué no se discutió eso en Portugal?

La esperanza de extraer de Afganistán las tropas de Estados Unidos, de la OTAN y sus aliados, es idílica. Tendrán que abandonar ese país antes de que derrotados entreguen el poder a la resistencia afgana. Los propios aliados de Estados Unidos empiezan a reconocer ya que podrían transcurrir decenas de años antes de finalizar esa guerra, ¿estará dispuesta la OTAN a permanecer allí ese tiempo? ¿Lo permitirán los propios ciudadanos de cada uno de los gobiernos allí reunidos? No olvidar que un país de gran población, Pakistán, comparte una frontera de origen colonial con Afganistán y un porcentaje no desdeñable de sus habitantes.

No critico a Medvedev, hace muy bien en tratar de limitar el número de ojivas nucleares que apuntan contra su país. Barack Obama no puede inventar justificación alguna. Sería risible imaginar que ese colosal y costoso despliegue del escudo nuclear antimisil es para proteger a Europa y a Rusia de los cohetes iraníes, procedentes de un país que no posee siquiera un artefacto nuclear táctico. Eso ni en un librito de historietas para niños se puede afirmar.

Obama admitió ya que su promesa de retirar los soldados norteamericanos de Afganistán podría dilatarse, y los impuestos a los contribuyentes más ricos suspenderse en lo inmediato. Después del Premio Nobel habría que concederle el premio al "mayor encantador de serpientes" que haya existido nunca.

Tomando en cuenta la autobiografía de W. Bush, convertida ya en "Best Sellers", que algún redactor inteligente elaboró para él, ¿por qué no le hicieron el honor de invitarlo a Lisboa? Con seguridad que la extrema derecha, el "Tea Party" de Europa, estaría feliz.








Fidel Castro Ruz
Noviembre 21 de 2010
8 y 36 p.m.

Plan B. Lo que pueden hacer madres y padres para mejorar la educación

Por Lydia Cacho




22 noviembre 2010
Una maestra amenaza a sus estudiantes, otro los insulta, una más entiende que su desnutrición les impide concentrarse y aprehender ideas, otro los inspira y escucha. Entrevisté a un centenar de educadores de escuelas públicas. Hablaron de sus debilidades personales, del monopolio sindical, de la falta de apoyo para ponerlos al día, de instalaciones deplorables, de la pobreza de sus estudiantes; pero también la mayoría considera una misión trabajar en la educación, les gustaría hacerlo mejor y no tienen claro por dónde empezar.

Y ojalá pudieran hacerlo mejor, porque las y los maestros son la clave de la calidad educativa del país. Y justamente ése es el acierto del documental De panzazo: el drama de la educación en México, dirigido por Juan Carlos Rulfo y producido por Carlos Loret; en él, las y los estudiantes documentan su realidad. De cada 100 mexicanos, sólo 60 terminan la secundaria, 14 millones de estudiantes de primaria y secundaria no comprenden lo que leen, y ocho de cada 10 de secundaria no saben multiplicar. El problema no es económico; uno de cada cuatro pesos del presupuesto se va a la educación, pero ¿a qué bolsillos?

Loret entrevista a Elba Esther Gordillo en el documental, y la pone contra la pared al preguntarle por qué no permite que se evalúe a maestras y maestros; ella culpa a la SEP de Lujambio. Aunque se sabe que Calderón amarró las manos del secretario de Educación, poniéndole como subsecretario al yerno de Gordillo. El sindicalismo corporativo necesita la complicidad de un profesorado que se siente protegido por un sistema de lealtades políticas y no de merecimientos. Eso le otorga a la líder una moneda de cambio, el poderío electoral para arrancar más prebendas políticas que ofrecer a sus cuadros y perpetuar su poder. El espaldarazo que antier ofreció públicamente a Peña Nieto, deja claro que acaba de comprar seis años más de longevidad.

Es poco lo que pueden hacer madres y padres para mejorar la educación de sus hijos e hijas: la gran mayoría carece de las herramientas y el tiempo. El 26% de los hogares son monoparentales con mujeres que trabajan 12 horas al día. Treinta millones de parejas trabajan más de ocho horas diarias fuera del hogar. Casi 8 millones de hombres y mujeres de México son analfabetas. El 70% de las mujeres trabajan fuera del hogar y el 80% dedica su "tiempo libre" a tareas domésticas. Aunque la modernidad ha propiciado que las mujeres tengan más estudio y trabajo, la mayoría gana menos que ellos. A los hombres, las empresas no les dan derecho a guarderías ni tiempo para convivencia familiar y tareas domésticas. La desigualdad es un factor decisivo; nos hemos modernizado en unas cosas, pero estructuralmente seguimos culpando a las mujeres por su ausencia en el hogar y como responsables únicas de la educación.

Efectivamente, todo el país es responsable de mejorar la educación: los medios, las familias, el Estado. Mucho se avanzaría con nuevas generaciones capaces de educar bien. Necesitamos mejores guarderías y empresarios que faciliten horarios para posibilitar la labor paterna y materna. Pero la clave sigue siendo la falta de calidad magisterial y la imposibilidad de evaluarles. Gordillo acaba de garantizar seis años más de rezago educativo en México, ahora de la mano de Peña Nieto, ¿lo permitiremos?

EDITORIAL. En un máximo de dos años caerá colapsando el sistema financiero mundial,

Año 8, número 3541
Lunes 22, noviembre del año 2010


El que Irlanda haya lanzado el SOS económico pidiendo ayuda a la Unión Europea y al FMI que la apoyarán con unos 90 mil millones de Euros, al parecer es solo una ficha del dominó financiero que en un máximo de dos años caerá colapsando el sistema financiero mundial, cuyos ciudadanos ya no pueden seguir financiando los dispendios y las frivolidades de quienes por el mundo nos gobiernan.

Y que aduciendo una inexistente Democracia y una consecuente Libertad que por supuesto tampoco existe, se han apoderado del Poder y sus negocios, traicionando sus propios principios y a los ciudadanos que al emitir su voto confiaron en ellos.

Y si lo que suceda en el País de los gnomos en poco nos puede afectar (aparentemente) como tampoco muy nos afectó lo sucedido en Grecia y en Rumanía; lo que al parecer inevitablemente sucederá en España cuando tenga que tomar medidas para afrontar su crisis económica, sí que repercutirá en nosotros.

Que si siempre hemos sido saqueados por quienes nos invadieron e impusieron a sangre y fuego su “civilización”, con su crisis padeceremos con mayor severidad el saqueo del que seguimos siendo objeto por parte de sus transnacionales.

Que operando con toda impunidad, no solo en los Bancos, sino hasta en sus hoteles, en los que por lo visto solo imperan las Leyes de España.

Lo que con el estallido en el Princess ha venido a relucir de una manera harto ofensiva; pues el hecho de que después del estallido ni al Procurador de Justicia de Quintana Roo le hayan permitido entrar los guardias de seguridad, significa que no solo ante los cárteles de la droga se ha perdido territorio; solo que nada más a unos se les combate.


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Videos de la Asamblea en el Hemiciclo a Juárez con AMLO el 20 de noviembre


Amigas, amigos:

De nuevo mi agradecimiento más sincero por la presencia de todas y de todos ustedes.

Nos congregamos para conmemorar, al mismo tiempo, el cuarto aniversario de la constitución del Gobierno Legítimo y el centenario de la Revolución Mexicana.

La historia nos enseña que las tres grandes transformaciones que se han registrado en nuestro país –la Independencia, la Reforma y la Revolución– las han hecho los mexicanos más humildes, los más conscientes y los más comprometidos con las causas justas.

En estos tres grandes momentos, el pueblo y sus auténticos dirigentes, supieron enfrentar a opresores y tiranos para remediar los males de la nación. El ejemplo más destacado fue la Revolución Mexicana de 1910.

En aquel entonces, la oligarquía porfirista dominaba de manera cruel y prepotente. Un grupo de hacendados, comerciantes, banqueros, mineros, nacionales y extranjeros, mantenían un régimen clasista, racista y dictatorial. Las comunidades indígenas padecían el acoso permanente de las haciendas que las despojaban de sus tierras y ansiaban convertir a sus pobladores en peones acasillados.

La esclavitud era una amarga realidad; indígenas y campesinos eran desterrados, “enganchados”, tratados en forma inhumana y azotados hasta la muerte. Los trabajadores de minas y fábricas eran explotados sin misericordia. La justicia, como lo expresó Madero en el célebre Plan de San Luis, sólo servía para legalizar los despojos que cometía el fuerte. La democracia era inexistente. Porfirio Díaz dominaba y se reelegía a sus anchas, con el beneplácito de una minoría aristocrática, de intelectuales alcahuetes, que se sentían científicos, y con la complicidad de la prensa oficial y oficiosa. Las elecciones eran una farsa. Siempre ganaban los mismos: los grandes caciques, dueños de vidas y haciendas, los amos y señores de México.

En este ambiente de poder absoluto, sin justicia ni libertades, surgió, de manera admirable, la oposición al gobierno de Porfirio Díaz. Considerado en aquellos tiempos como el régimen dictatorial personalista más perfecto del mundo.

El núcleo opositor más inteligente y de convicciones más firmes lo integraron los magonistas. Ellos fueron los precursores de la Revolución. En homenaje a estos héroes casi anónimos recordemos algunos nombres: Camilo Arriaga, Librado Rivera, Juan Sarabia, Praxedis Guerrero, Federico Pérez Fernández, Santiago de la Hoz, Manuel Sarabia, Benjamín Millán, Evaristo Guillén, Gabriel Pérez Fernández, Antonio Díaz Soto y Gama, Rosalío Bustamante, Tomás Sarabia, y los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón.

Este grupo de liberales, antes que otros, empezó a enfrentar a la dictadura con la publicación de periódicos de denuncia y con la organización de clubes o comités para hacer labor de concientización y liberar al pueblo.

Ante el hostigamiento y la represión, los magonistas tuvieron que refugiarse en las ciudades fronterizas de Estados Unidos. Desde allí editaban el periódico Regeneración que pasaban de contrabando y distribuían en el país; mantenían relación con dirigentes regionales, mujeres y hombres, que hacían trabajo con obreros y campesinos. Su organización y sus ideales influyeron en las huelgas de Cananea y Río Blanco y, más tarde, en todo el movimiento revolucionario.

Para saber de qué estaban hechos estos dirigentes, recordemos de nuevo lo que decía Ricardo Flores Magón: "Cuando muera mis amigos quizás inscriban en mi tumba: ‘Aquí yace un soñador’, y mis enemigos: ‘Aquí yace un loco’. Pero no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción: ‘Aquí yace un cobarde y un traidor a sus ideas’”.

Otro de estos hombres de profundas convicciones revolucionarias fue Juan Sarabia, a quien detienen en 1906 en Ciudad Juárez, luego de un fallido levantamiento armado. Cuentan que fue llevado preso a la Ciudad de Chihuahua. Y el 7 de enero de 1907 se presentaron al teatro donde era juzgado, los hombres fuertes de Porfirio Díaz en ese estado: Enrique Creel y Luis Terrazas. Dicen que éste último se le paró enfrente y en tono retador y despectivo le preguntó: “¿Es usted el bandido Juan Sarabia?”. “Yo no soy bandido señor”, contestó Sarabia, “los bandidos son otros”. Entonces, el terrateniente y general porfirista le replicó: “¿Quiénes son ellos? Dígalo”. Y Juan Sarabia en voz alta le dijo: “Los bandidos son Porfirio Díaz, Ramón Corral, Enrique Creel, usted y muchos otros”. Terrazas guardó silencio y el público que oyó aquello empezó a gritar y aplaudir. La gente fue desalojada con el uso de la fuerza y la audiencia fue suspendida. Ese mismo día, Sarabia fue subido al tren y conducido a la cárcel de San Juan de Ulúa, Veracruz, donde permaneció cinco años hasta que triunfó la Revolución y fue liberado por Madero.

Es precisamente Francisco I. Madero, un hombre bueno, el que más ayudó a promover los cambios revolucionarios. A pesar de su holgada situación económica, de ser hijo de hacendado, Madero era un idealista que tenía una sincera vocación democrática.

En 1905 contribuyó con dinero para editar Regeneración. En 1908 escribió el libro La Sucesión Presidencial, en el cual llamaba a enfrentar a la dictadura mediante la participación del pueblo en las elecciones de 1910. A partir de entonces se dedicó a organizar el partido antirreleccionista e inicio una campaña por el país bajo el lema de Sufragio Efectivo No Reelección.

Luego del fraude en las elecciones presidenciales, convocó a los mexicanos a que en un día como hoy, 20 de noviembre, a las seis de la tarde, el pueblo tomara las armas para derrotar al gobierno porfirista.

El levantamiento armado obligó a renunciar a Porfirio Díaz que dejó el país y Madero llegó a la Presidencia de la República. Sin embargo, por lo arraigado que estaba el régimen de componendas y complicidades, y por la falta de organización del pueblo, entre otros factores, se produjo la ingobernabilidad que fue aprovechada por una pandilla de rufianes para cometer la felonía de asesinar a Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez.

En ese cuartelazo, en ese golpe de Estado que llevó a la presidencia a Victoriano Huerta, participó como autor intelectual el embajador de Estados Unidos, cuyo nombre es preferible olvidar.

A partir del asesinato de Madero se propagó por todo el país el movimiento revolucionario. En el norte, Francisco Villa asentó su predominio. En el sur, Emiliano Zapata siguió enarbolando el Plan de Ayala para exigir que se devolviera y se entregara la tierra a los campesinos. A su vez, Venustiano Carranza fue el primer gobernador que desconoció a Huerta y llamó a luchar contra la usurpación.

Aunque Huerta es derrotado, las divisiones en las filas revolucionarias por diferencias ideológicas o políticas, complicaron la posibilidad de acuerdos para lograr la estabilidad del gobierno y sobre todo para cumplir con las demandas del pueblo.

Sin embargo, se avanzó, el sacrificio de los mexicanos no fue en vano. Gracias a la Revolución, en la Constitución de 1917 se reconocieron los derechos sociales: el derecho de los campesinos a la tierra; el salario mínimo, la jornada de ocho horas, la organización sindical; el derecho a la educación y a pesar de fuertes presiones de las compañías y gobiernos extranjeros, se definió, en el artículo 27, la propiedad y el dominio de la nación sobre las riquezas naturales, en particular, del petróleo.

No fue fácil convertir en realidad estas reivindicaciones, perdieron la vida más de un millón de mexicanos y todavía hubo que esperar un buen tiempo. No obstante, la justicia llegó.

Por eso es grande el general Lázaro Cárdenas del Río, porque con hechos dio respuesta a las demandas sociales incumplidas y afianzó la soberanía nacional. Durante su gobierno, de 1934 a 1940, se entregaron 18 millones de hectáreas a un millón de familias campesinas, se defendió a los trabajadores y se hicieron valer los derechos laborales.

También se expropió el petróleo que estaba en manos de extranjeros, para beneficio de los mexicanos. El general Cárdenas es el único gobernante revolucionario que ha profesado un profundo amor hacia el pueblo y a la nación.

Pero aun cuando hubo progreso en el terreno social, la Revolución no produjo cambios sustanciales en lo político. El poder se siguió ejerciendo sin la participación del pueblo. Nunca se ha podido aplicar plenamente el lema de Madero de Sufragio Efectivo. La democracia sigue siendo una asignatura pendiente.

Y precisamente por ello, la vida pública de México se fue degradando. Al pueblo se le hizo a un lado y la política se convirtió en asunto de los políticos, quienes sin ideales ni principios, cada vez más se han ido corrompiendo, hasta convertirse en empleados de los nuevos opresores.

Este régimen posrevolucionario se pudrió por completo con la implantación de la llamada política neoliberal y con el engaño de la alternancia de partidos en el poder. Desde 1983 se lleva a cabo una política de saqueo de los bienes de la nación en beneficio de particulares, nacionales y extranjeros.

Durante el gobierno de Salinas, mediante el pillaje se conformó la actual oligarquía que fue confiscando todos los poderes y mantiene secuestradas a las instituciones; es decir, se impuso la contrarrevolución que ha venido eliminando las conquistas sociales, empobreciendo al pueblo y destruyendo al país.

Por eso no nos cabe la menor duda de que los integrantes de la oligarquía, con su presidente espurio, sus políticos corruptos y con sus medios de comunicación, son los principales responsables de la actual tragedia nacional.

Es esta mafia que detenta el poder la que arruinó las actividades productivas; la que ha impedido el desarrollo y el progreso de México; la que ha propiciado el estancamiento económico, la falta de empleos y la crisis de bienestar social.

También es la mafia del poder la culpable de la espiral de inseguridad y violencia que azota el país.

Por la ambición de este grupo que canceló el futuro de millones de mexicanos y, en particular, el porvenir de los jóvenes, se produjo el estallido de odio y resentimiento que ha costado la vida a más de 30 mil mexicanos, que mantiene en vilo a muchos pueblos y que ha provocado un éxodo de más de cien mil familias de clases medias, que se han visto obligadas a refugiarse en las ciudades fronterizas de los Estados Unidos.

De modo que hoy nos encontramos de nuevo en una situación parecida a la que se vivió hace 100 años. Y como entonces, el remedio tendrá que venir del pueblo. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo y sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación.

Y sostenemos que sólo con una transformación profunda en todos los órdenes de la vida pública podremos lograr el renacimiento de México.

Afortunadamente, muchos mexicanos –como ustedes- de todo el país saben o intuyen que el cambio que necesita el país no vendrá de arriba, o con la simple alternancia del PRI o del PAN en la Presidencia que, como ha quedado demostrado, significa más de lo mismo. Estos dos partidos, están en manos de la oligarquía, mantienen sus intereses y privilegios, son en realidad partidarios de la economía de élite, desprecian al pueblo y no les importa el destino del país.

¿Ustedes creen que con el PRI o con el PAN en la presidencia, con Calderón o con Peña Nieto, dominando la misma mafia que encabeza Carlos Salinas, con la corrupción de siempre y con la dictadura que se ejerce a través de los medios de comunicación, México, nuestro querido país, saldrá de la decadencia y su pueblo podrá recobrar el bienestar, la tranquilidad y vivir con felicidad?

La verdad es que no. La crisis no se resolverá con el continuismo. Ésta es una aseveración irrebatible. Nadie medianamente informado y con un poco de luz en la frente, podría creer que las cosas mejorarán sin un verdadero cambio. La crisis es de tal magnitud que si no hay una renovación tajante de la vida pública, lo que nos espera es más descomposición social y el hundimiento por entero de nuestro país.

Pero también estamos obligados a decir que, desde nuestro punto de vista, tampoco la vía armada constituye una opción. Nosotros apostamos a la transformación pacífica de México.

Ahora bien, ¿por qué consideramos que la violencia no es el camino a seguir? En primer término, porque traería más sufrimiento y, al igual que con el continuismo, se terminaría de destruir al país; con el añadido que se daría lugar a un mayor intervencionismo extranjero; incluso, se correría el riesgo de dejar de ser un país libre y soberano para convertirnos en una colonia o en un protectorado, con bases militares de otra nación, algo que nunca aceptaremos.

Además, como siempre sucede, los responsables del surgimiento de una confrontación armada ni siquiera darían la cara. Serían los primeros en huir y en esconderse. Y no estamos de acuerdo en el enfrentamiento entre hermanos, entre el pueblo y los soldados, que también son pueblo, no olvidemos que son hijos de campesinos y de obreros.

Se puede replicar que la vía armada es la única forma de acabar con los privilegios y de liberar al pueblo, como ha quedado demostrado con la Independencia, la Reforma y la Revolución. Pero aunque respetamos a quienes piensan de esa manera, respondemos que son otras las circunstancias.

Insistimos que nuestro movimiento ha sido, es y seguirá siendo pacifico. Nosotros, y eso es muy importante, tenemos una creencia, una convicción, estamos seguros de que lograremos la transformación del país con la concientización y la organización del pueblo, con el despertar ciudadano, con una insurgencia cívica, masiva, ordenada, contundente y capaz de hacer inevitable el triunfo del movimiento popular para establecer una auténtica y verdadera democracia.

Mi optimismo se fundamenta en lo que escucho, veo y recojo en mis recorridos por el país. Son muchos los hombres y mujeres conscientes que hay en todos lados.

Mucha gente, como ustedes, a lo largo y ancho del territorio nacional. Estos admirables mexicanos trabajan cotidianamente para despertar y organizar al pueblo.

Están formando comités en comunidades, pueblos, barrios, colonias y unidades habitacionales. Están convenciendo a ciudadanos para que nos ayuden como protagonistas del cambio verdadero; reparten el periódico Regeneración casa por casa y, sobre todo, realizan estas tareas llenos de entusiasmo, manteniendo la moral en alto y con la firme convicción de que es posible vivir en una sociedad mejor.

Esto es muy significativo, porque en estos momentos aciagos, de sufrimiento y tristeza, hay muchos mexicanos que caen en la depresión, en la desesperanza e incluso en la frustración.

Unos sinceramente piensan que no hay salidas y otros, por su pensamiento conservador y por su animadversión hacia nosotros, no están dispuestos a aceptar que han sido engañados y se refugian en argumentos como el decir que todos los políticos somos iguales.

Esto no es cierto. Lo afirmo de manera categórica. Hay quienes tenemos ideales y principios y hemos hecho el compromiso con nosotros mismos y ante los demás, de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

Pero insisto: estoy optimista, pienso que el trabajo, el entusiasmo y la alegría de quienes participan en este movimiento, me refiero a ustedes y a millones de mexicanos más, crearán las condiciones y el ambiente que nos permitirá llevar a cabo la transformación del país.

Amigas y amigos:

El 5 de febrero de 1903, cuando se conmemoraba un aniversario más de la Constitución de 1857, hubo un acto de protesta en esta ciudad, en el balcón del edificio donde se imprimía El Hijo del Ahuizote, los magonistas colocaron una manta que decía "La Constitución ha muerto".

Hoy podríamos escribir también con pena, dolor y coraje: "La contrarrevolución ha triunfado". Pero como en aquellos tiempos, cuando esos hombres y mujeres no se rindieron ante la adversidad, ahora nosotros decimos que no claudicaremos, que no dejaremos de luchar, que la ignominia, ese régimen de injusticias, de privilegios y de opresión, será transitoria porque está en marcha la Revolución de las conciencias.

Y pronto, muy pronto, estaremos celebrando el advenimiento de una nueva República, como la hemos soñado, la queremos para nosotros y para las nuevas generaciones, una República libre, soberana, progresista, justa, democrática, igualitaria y fraterna.


¡Viva la Revolución Mexicana!

¡Vivan los magonistas!

¡Viva Madero!

¡Viva Zapata!

¡Viva Villa!

¡Viva Lázaro Cárdenas!

¡Vivan los héroes anónimos!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

Hemiciclo a Juárez, 20 de noviembre de 2010

Cuba: cambios y más democracia

por Angel Guerra

El proceso nacional de debate convocado en Cuba entre el 1 de diciembre de 2010 y el 28 de febrero de 2011 es el verdadero inicio del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba(PCC), continuidad de un parlamento obrero, campesino, estudiantil y popular al que la Revolución ha acudido muchas veces desde su llegada al poder. El documento abierto a discusión pública es el “Proyecto de Lineamientos de la política económica y social”(www.cubadebate.cu), elaborado por la Comisión de Política Económicadel Congreso, del cual constituirá el tema principal y el propósito al debatirlo con la ciudadanía es asegurar que de sus propuestas salga el documento definitivo que habrá de someterse a la consideración del máximo órgano de dirección del PCC, a celebrarse en abril de 2011. El proyecto fue puesto hace días a disposición de la población a la vez que el partido celebró un seminario nacional para preparar a los cuadros y especialistas de ese nivel que tendrán la responsabilidad de organizar el debate en las provincias. En una de sus intervenciones en el seminario, que duró cuatro días, el segundo secretario del PCC Raúl Castro orientó: no se trata de convencer sobre lo que está escrito en el proyecto sino de explicar los
asuntos y recoger meticulosamente las opiniones porque en este proceso el que va a decidir es el pueblo(las cursivas son mías). Antes había expresado que la diversidad es fundamental y que la vida se enriquece con las discrepancias, lo que tiene que ser una máxima dentro del partido, idea que reitera con frecuencia. Por ello -subrayó- la participación masiva es cardinal para el éxito del Congreso y puntualizó que las ideas de Fidel están en cada uno de los lineamientos propuestos.

¿Se quiere un ejemplo superior de democracia directa y participativa, raigalmente socialista? Los dos principales jefes de la única revolución que ha luchado por el ideal y las realizaciones socialistas más de cincuenta años ante el embate implacable del imperialismo yanqui someten a escrutinio popular las propuestas del partido, en cuya elaboración han tomado parte personalmente. Una cuidadosa lectura del documento nos pone ante la perspectiva de una imperiosa e ineludible renovación radical del sistema de dirección económica, los mecanismos de redistribución social y los criterios de empleo de la fuerza de trabajo pero sin ceder un ápice en la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción ni en la soberanía nacional sobre los recursos económicos y naturales. Sólo que ahora una parte importante de la propiedad social no sería estatal sino cooperativa, en la agricultura, los servicios y otras actividades, y tanto las cooperativas como las empresas estatales y los gobiernos municipales
pasarían a disponer de crecientes prerrogativas, facultades y recursos que fortalecerían extraordinariamente la democracia participativa, la función del Estado en la planificación socialista y las armas para luchar contra el burocratismo. A la vez un emergente sector privado, debidamente regulado, pasaría a hacerse cargo de tareas que el Estado nunca pudo cumplir. Los
dirigentes cubanos eluden el término “reforma” y prefieren el de “actualización del modelo económico” puesto que no se trata de cambiar la sustancia, el socialismo, sino de dar un gran salto en su perfeccionamiento, en la consecución de sus objetivos y en el paso a una etapa superior del desarrollo económico realizando los cambios que sean necesarios, rectificando errores y modificando reglas que en su momento pueden haber sido indispensables pero hoy constituyen trabas a la construcción socialista. Se trata también de elevar la competitividad y el
nivel de vida del país en las hostiles e imprevisibles condiciones de la crisis más catastrófica en la historia del capitalismo sin dejar a nadie desamparado pues las redes sociales se encargarán de evitarlo.

El proceso de discusión actual no es nuevo y sus antecedentes han sido decisivos para llegar a estas fechas con la formación de una base de consenso popular. Se inició con el debate nacional sobre el discurso de Raúl en Camagüey del 26 de julio de 2007 cuando expresó la necesidad de
introducir cambios estructurales y de concepto en la economía cubana, -y evocando a Fidel “cambiar todo lo que haya de ser cambiado” para, lo que llamó a abrir una discusión pública que lleva ya tres años en curso y ha fomentado otro ciclo de parlamentarismo de calle cuya culminación será justamente el VI Congreso del partido.

(Tomado de La Jornada)

¡Vaya, con la justicia en el mundo!

Sique

Emblemático resulta el hecho de que uno de los criminales nazis de la 2a. Guerra Mundial, Samuel Kunz, presunto responsable del asesinato de 430 mil personas, haya vivido tranquilamente en Bonn, Alemania, hasta su muerte a los 89 años de edad. De casi nada sirve tanto organismo internacional y tanto teatro sobre democracias y justicia. ¿Que pasó con los judíos? Ahí es donde tendrían que aplicarse en vez de estarse enseñando con los palestinos que ni la deben ni la temen.
Más de sesenta años les tomó a los tribunales internacionales encontrarlo e iniciarle un juicio, no tienen vergüenza. Los asesinos como Franco, Pinochet o Bush pueden seguir cometiendo crímenes de guerra impunemente con la garantía de que disfrutarán de su vida en la opulencia y hasta su muerte. ¡Vaya, con la justicia en este mundo!

http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2010/11/22/antes-de-juicio-fallece-kunz-uno-de-los-criminales-nazis-mas-buscados

sábado, noviembre 20, 2010

EDITORIAL. Del fracaso de los éxitos.

Año 8, número 3539
Sábado 20, noviembre del año 2010


No se puede dudar que el Ejército y la Armada están haciendo su tarea, o mejor dicho, la tarea que anticonstitucionalmente les han asignado desde Los Pinos.

Han matado y atrapado delincuentes, que es un contento. Los panteones están saturados (por no comentar de las fosas clandestinas) y las cárceles están sobre pobladas.

Se ha despreciado todo tipo de negociación o tregua con los delincuentes y se ha festinado la detención de algunos y el asesinato (¿ejecución?) de otros que vivos hubieran abierto la boca.

Pero ¿Se ha ganado algo? ¿La situación ha mejorado? ¿Siquiera hay menos muertos? No. Al contrario, hasta se ha perdido territorio.

El que hayan descabezado a algunos cárteles, todos ellos disidentes del “Chapo”, cabe mencionarlo, no quiere decir que hayan desbaratado las células; y por el contrario, sus ejecuciones han generado más violencia.

Como la que hoy se vive en Tamaulipas tras la muerte de “Tony Tormenta” que sabido era, traería las graves repercusiones que estamos viendo. Haciendo claro lo que es el fracaso de los éxitos.


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