Por: Augusto Hernández
En América Latina existen dos países que comienzan, bajo modelos antágonicos, períodos gubernamentales de la misma duración, a cuyo vencimiento se sabrá cuál de los gobiernos aplicó recetas apropiadas contra la pobreza y el subdesarrollo.
Al cabo del sexenio que concluye en el 2012, si antes no ocurre un estallido social u otro fenómeno, se verá si las fórmulas del FMI, la participación en el NAFTA y la economía maquiladora, son las vías idóneas para la incorporación de México al mundo industrializado.
La economía mexicana figura entre las de mayor peso en Latinoamérica. Dos industrias poderosas generan gran parte de sus ingresos. El petróleo y el turismo contribuyen al aporte de los dólares que provienen de Estados Unidos. Por otra parte, millones de emigrantes mexicanos
radicados en las metrópolis gringas envían a sus pueblos de origen un caudal de divisas extranjeras para sostener a sus familias.
Según las cifras oficiales, entre 105 millones de habitantes al menos el 7% son analfabetas. La población en condiciones de pobreza supuestamente se redujo al 40% en 2002, mientras los indigentes llegan al 12,6%. Lo cierto es que en México los ricos son más ricos y los pobres son más pobres que en Venezuela.
No obstante los mexicanos disfrutan, si cabe así decirlo, de una beatífica paz mediática complaciente con el gobierno, que silencia los problemas y disfraza la miseria. Durante más de 70 años han logrado ocultar fraudes electorales y condonbar el peculado más feroz del hemisferio
Pero tanto va el cántaro al agua hasta reventar. El despojo electoral contra López Obrador colmó la paciencia de una mayoría que no está dispuesta a tolerar el robo de sus votos. El gobierno espurio de Felipe Calderón arranca con plomo en el ala y quién quita si no sobrevuela el
período completo.
En Venezuela Chávez deberá sortear situaciones complejas, comenzando por la hostilidad de Bush y su equipo, empeñados en desestabilizar el régimen criollo, cuyo apego al socialismo les resulta herético.
Por lo visto lo que al uno le falta al otro le sobra. Ahora veremos si el apoyo popular ejerce algún peso en este asunto.
augusther@cantv.net
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario