México no conoce la democracia, pues vive bajo "señoríos feudales empresariales"
DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Nueva York, 2 de febrero. El movimiento social de resistencia que ha surgido en sus varias expresiones en México es fuente de la esperanza de futuro, ante el embate de la derecha y el "analfabetismo moral" que prevalece entre las cúpulas del país tanto de derecha como de izquierda , sostuvo Carlos Monsiváis en foros académicos sobre la coyuntura mexicana.
"México nunca ha vivido la democracia... no la ha conocido", ya que sigue viviendo bajo "señoríos feudales empresariales", pero el país "sí se ha democratizado desde abajo", afirmó en un foro celebrado anoche en la Universidad de Nueva York. Describió un país caracterizado por la "obscenidad de la riqueza", en contraste con índices de miseria, de despojo, de desigualdad, que siguen definiendo la realidad y, ante esto, el surgimiento de un movimiento que "manifiesta su presencia como acto de resistencia contra su exclusión" es lo más vital en el panorama, por tanto "hay izquierda mexicana para rato".
Este movimiento, que se expresó masivamente en torno al voto por Andrés Manuel López Obrador, que se movió contra el fraude, que resiste intentos de retroceder ante los embates de la derecha contra principios de tolerancia e inclusión, que toma las calles en Oaxaca, entre otras expresiones, es lo que está ofreciendo algo nuevo que supera los límites de la izquierda dogmática y oportunista.
"Toda la clase política de México padece de analfabetismo moral", subrayó, incluyendo el Partido de la Revolución Democrática (con ciertas excepciones, como el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal Alejando Encinas), afirmó Monsiváis. Es el movimiento social que se manifiesta como "conciencia de resistencia" ante el proyecto excluyente e intolerante de derecha que se vuelve el actor más importante en este contexto.
Al ofrecer un mosaico de elementos para evaluar la coyuntura actual, Monsiváis, con su particular talento, destrozó la imagen de la clase gobernante utilizando las propias palabras de los funcionarios de la gestión actual, destacando las declaraciones sobre asuntos de salud, el precio de la tortilla, los derechos de las mujeres, la educación laica, entre otros. "La movilidad social se ha terminado... si uno desea ser rico tiene que nacer en una familia rica".
La risa se escuchaba en el auditorio ante la selección de pronunciamientos oficiales que ofrecía Monsiváis para documentar la "ineptitud" del gobierno de Felipe Calderón en sus primeros días, o algunas caracterizaciones de la recién jubilada "pareja presidencial". Con ello, Monsiváis dio la impresión de figuras públicas primitivas que acaban de salir de las cavernas de la historia disfrazados de "modernizadores".
La oposición a esto es un movimiento que sobre todo proclama su presencia ante el intento de desaparecerlo. En este contexto, consideró que López Obrador "es un fenómeno de masas con carisma" y "un líder excepcional de masas que tocó el tema fundamental: la desigualdad", algo que hasta su contrincante Felipe Calderón estuvo obligado a reconocer.
Señaló que se cometieron una serie de errores algunos personales del "presidente legítimo", otros de sus aliados, y particularmente de su partido , pero que lo que algunos concluyen de que "el peor enemigo de López Obrador es López Obrador no es cierto. No siempre fue su mejor amigo", pero recordó que la brutal campaña en su contra fue "impresionante", y lo más notable es que a pesar del feroz ataque "tal vez tuvo la lista de enemigos más fuerte que cualquier otra figura en la historia mexicana" logró una votación masiva en su favor.
Estas fuerzas emergentes son lo más vital, subrayó, pero advirtió que la izquierda mexicana debe enfocarse de nuevo en las cuestiones fundamentales, como también dejar claras sus posiciones ante gobiernos como el de Fidel Castro y Hugo Chávez cuando éstos buscan subordinar a su oposición.
Rossana Reguillo, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente de Guadalajara, ofreció una radiografía de la coyuntura mexicana, que existe entre el miedo y la esperanza, entre la extrema desigualdad socioeconómica, el creciente poder del crimen organizado, la impunidad de los poderosos que han "secuestrado la justicia", la criminalización de la protesta social, la "desmodernización" cultural e intelectual promovida por la derecha y los sectores más conservadores de la Iglesia. Ambos participaron en un foro copatrocinado por la Universidad de Nueva York y el Congreso Norteamericano sobre América Latina.
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