lunes, abril 23, 2007
Entre los individuos como entre las naciones
Por Ferrer Galván Acosta
http://liganacionaldecomites.blogspot.com
Sin juzgar si es bueno o malo, el sistema democrático en México es representativo. La ciudadanía del Distrito Federal, madura e inteligente, como lo ha sido siempre, decidió que la Asamblea Legislativa tuviera una mayoría parlamentaria fincada en el voto uninominal. La correlación política que la inteligencia ciudadana definió es esta, donde el Partido de la Revolución Democrática y con él su plataforma legislativa, mantengan el 50% más uno de los representantes populares, también entregó representatividad a las minorías (PAN, PRI, PaNAl, PVEM, ASDC, PT y Convergencia), ningún partido quedó excluido, la sabiduría ciudadana colocó a cada quién su legítima representatividad, sin ninguna complicación, ya que la elección y el trabajo del IEDF, no ha sido puesto en duda, como sí en el caso del IFE.
Por esta razón, el PRD apoyado por el PT, Convergencia, Alternativa y, tal vez, el PRI, aprobarán este martes 24 de abril de 2007, en medio de la intolerancia de ultraderecha, una modificación al Código Penal que permitirá la interrupción del embarazo mientras se realice dentro de las primeras 12 semanas de gestación. Con una votación en la Asamblea donde cada fuerza política ejercerá su representatividad, se estará afirmando un principio fundamental en la lucha por la equidad de género: que la mujer, en este caso, tenga la potestad para autodeterminarse, para decidir sobre su propio cuerpo.
Si la coalición legislativa encabezada por el PRD tiene una mayoría contundente, sustentada en casi tres millones de votos del pasado dos de julio en la Ciudad de México y, en no menos, de 45 diputados locales de los cuales 37 de ellos fueron electos democráticamente bajo el esquema de mayoría, es decir por ciudadanos que los eligieron directamente en sus distritos; ¡por qué se cree que es necesario, como partido, gastar los esfuerzos de movilización en una iniciativa que será aprobada y constitucional y, que de ser impugnada, no será sino una pataleta de una minoría moral que no goza de aprecio en la Ciudad de México
El presidente del Partido de la Revolución Democrática en el Distrito Federal, Ricardo Ruíz llama a las bases partidarias a movilizarse a favor de una iniciativa que será aprobada, pese a los esfuerzos de la fracción de la doble moral, los cristeros norbertistas, por imponer su moral sobre el cuerpo de las mujeres.
Pero, por otro lado, en la Cámara de Diputados, la comisión de la Defensa Nacional, donde el Partido Acción Nacional tiene mayoría ha aprobado una iniciativa que abroga, es decir, desaparece, la Ley de Neutralidad en Guerras, y dicho dictamen será presentado ante el pleno de la cámara baja, el mismo día y al mismo tiempo que los medios de comunicación esté dándole los reflectores a la Asamblea del Distrito Federal.
De abrogarse la Ley de Neutralidad en Guerras, estaríamos abandonando los principios elementales en que está sustentada nuestra política exterior, tales como la no intervención y la libre autodeterminación de los pueblos. Estaríamos tirando a la basura, la historia de diplomacia que dignifica a nuestro país y por la cual en 1982 fuimos merecedores del Premio Nóbel de la Paz para Alfonso García Robles, por su empeño para el desarme mundial.
La abrogación de la Ley de Neutralidad nos colocaría, tomando en cuenta la ilegitimidad de Calderón, en aliados obligados de los intereses norteamericanos por apoderarse de Irán, su energía y su tecnología. También, México admitiría, de facto, lo que el pelele ansía, el establecimiento de bases militares extranjeras en nuestro país, para, finalmente, entregar al army yankee el cuidado de nuestros pozos petroleros y nuestras refinerías. Esto no es otra cosa sino tolerar el intervencionismo contra el que tantos mexicanos han dado la vida.
Parecieran distantes, pero las posiciones norbertistas del Partido Acción Nacional con respecto a las dos iniciativas que se votarán este martes, están perfectamente hiladas. De qué otra forma se justifica la tolerancia de la cancillería mexicana al claro intervencionismo de Joseph Ratzinger, el papa Benedicto XVI, jefe del Estado Vaticano, llamando a hacer cruzadas contra leyes mexicanas; dicha tolerancia del gobierno espurio, no era entendida, si no por el conservadurismo, sin embargo, la aprobación en comisiones de la abrogación de la Ley de Neutralidad en Guerras, desvela la verdad; la cruzada, o la cristiana, consiste en abrir a México a los intereses extranjeros, más o menos, lo que los conservadores del siglo XIX pretendían, imponer un Estado no laico, gobernado por un príncipe extranjero.
Por esta razón hacemos un llamado a Ricardo Ruíz, presidente del PRD en el DF para que el llamado a movilizarse en defensa del derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo se extienda, al derecho de los pueblos, entre ellos el nuestro, a autodeterminarse y que la concentración en la Asamblea Legislativa avance, también hacia la Cámara de Diputados, para evitar que el poder legislativo abrogue la Ley de neutralidad.
Así lo dijo el presidente Benito Juárez: “entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”
23 de abril de 2007
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