martes, agosto 28, 2007

El inmoral tráfico de la miseria
Álvaro delgado

México, 27 de agosto (apro).- La población pobre suele ser la más lastimada con los accidentes o desastres naturales, a menudo ocasionados por conductas perfectamente atribuibles a los humanos, pero el lucro de las tragedias, que se reciclan sobre todo en épocas electorales, colocan a México en la verdadera dimensión de atraso como sociedad de iguales.Veracruz es hoy el escenario visible del tráfico inmoral de la miseria y lo es no porque sea la única zona lastimada por el huracán Dean, que afecta también a Quintana Roo, Chiapas, Yucatán, Campeche, Hidalgo, Puebla, Jalisco y aun el Distrito Federal, sino porque en esa entidad se celebrarán, el domingo 2 de septiembre, elecciones de diputados y presidentes municipales.Los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) cruzan acusaciones de uso faccioso de la ayuda oficial, lo mismo que los gobiernos estatal, del priista Fidel Herrera, y el federal, encabezado por Felipe Calderón, cada cual con su paquete de pruebas --reales y supuestas-- del uso de la tragedia en su beneficio.Manuel Espino, presidente del PAN, acomete con una turba en el Palacio de Gobierno para reclamar probidad a Herrera, tildado de “mapache electoral”, por envolver tortillas y otros productos de primera necesidad del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) en bolsas rojas con el emblema del PRI, cuyo diseño cromático se confunde con la propaganda del gobierno.De eso se queja el PAN, que ha imitado la misma estrategia del gobierno federal para abajo: Apenas gana un ayuntamiento este partido, o un gobierno estatal, se pintan edificios y vehículos oficiales con los colores azul, blanco y naranja, y los eslóganes de gobierno y partido se hermanan en campañas mancomunadas no sólo en épocas electorales.En el caso de Veracruz, el candidato del PAN a alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, tiene un padre que le hace la campaña: El director del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes Linares: Ha hecho 22 viajes al estado de diciembre a julio, a razón de casi tres por mes, supuestamente para atender su labor como servidor público.Pero otro tanto hacen el resto de los partidos: Autoridades perredistas que fantochean, inclusive, con la moda de atracar los recursos de la sociedad para su imagen, como las campañas en televisión, meras gacetillas electrónicas, de Marcelo Ebrard y de su mujer, Mariagna Prats, en afanes que --como Marta Sahagún-- no tendrán un final feliz.Salvo los 3 mil 700 millones de pesos que el gobierno de Calderón destinó este año para medios de comunicación, ninguna campaña se compara con la que despliega en todos los ámbitos Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, quien este jueves 23, en Metepec, fue abiertamente destapado --ese es el término que usan los priistas-- para ser candidato a la Presidencia de la República.Estas deleznables prácticas, sin embargo, tienen antecedentes y se seguirán reproduciendo cada que acontezcan en el país desastres naturales o se efectúan procesos electorales, casi permanentemente, en la medida en la que no haya un decidido compromiso de real transformación del país, que no se ve desde la clase política.Predomina la simulación y el canje de impunidades que, en el caso del tráfico de la miseria y el uso de los recursos públicos con afanes electorales, serán sepultados, como los cadáveres de los mineros de Pasta de Conchos, cuyos deudos no reclaman limosnas, sino justicia.Y luego los políticos se quejan del asco que generan a los ciudadanos…
Apuntes
El primer informe de Calderón: Sólo propaganda.
Comentarios: delgado@proceso.com.mx

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