Michoacán, la elección
México, D.F., 29 de agosto (apro).- La próxima elección en Michoacán, que se efectuará el 11 noviembre, es una de las más complejas por la serie de actores que están implicados: los grupos internos de PAN, PRD y PRI, la familia Cárdenas, Felipe Calderón, Elba Esther Gordillo, Andrés Manuel López Obrador y hasta grupos del narcotráfico que pretenden incidir en el poder político de ciertas zonas de la región.Ese domingo habrán de disputarse en Michoacán la gubernatura, 113 alcaldías y el Congreso local. Como candidatos a gobernador irán Jesús Reyna por el PRI, Salvador López Orduña por PAN, Leonel Godoy por PRD y Alejandro Méndez por el PVEM. Pero la pelea se centrará entre panistas y perredistas.La elección cobra importancia para los panistas porque se trata de demostrar que en la tierra de Felipe Calderón tienen fuerza suficiente para ganarle al candidato del PRD apoyado por López Obrador.De alguna manera, se trata de una extensión del enfrentamiento que tuvieron panistas y perredistas en la elección presidencial del 2006 y de demostrar quién tiene más fuerza política y electoral.De acuerdo con las últimas encuestas, el perredista Leonel Godoy esta arriba del panista López Orduña por apenas dos puntos, lo que significa un “empate técnico”. El panorama resulta positivo para los panistas quienes confían en que Calderón pondrá especial interés en ganar estos comicios.Para Calderón se trataría, de alguna manera, de cobrar la derrota que tuvo en 1995, cuando fracasó en su propia tierra ante el priista Víctor Manuel Tinoco Rubí. A pesar que no obtuvo la gubernatura, aumentó la votación en favor de su partido en 25%.De ahí que desde ahora se prevea que, a la usanza priista, Calderón destine mayores recursos federales a esta entidad, ponga más atención en el combate al narcotráfico y se vea su presencia por todo el estado.Los perredistas, por su parte, tienen en Michoacán múltiples razones para ganar. Como partido es de vital importancia que tengan una victoria luego de la escasa presencia que han tenido en las elecciones de Yucatán y Baja California, y de las derrotas en Zacatecas.La caída que ha mostrado en términos electorales ha sido importante y una derrota en Michoacán impactaría en la correlación de fuerzas entre las distintas corrientes y entre los dos personajes que han manejado al partido en los últimos años: Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador.Michoacán es la tierra del cardenismo y este último es la base que dio origen al PRD. Es público el distanciamiento que existe entre Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador. Y, al mismo tiempo, es público el acercamiento del actual gobernador Lázaro Cárdenas con Felipe Calderón. De ahí las dudas de cómo va a actuar la familia Cárdenas en estos comicios.¿Qué le conviene más a la familia Cárdenas, apoyar a Godoy que no era su candidato y dejar solo al PRD, o para que la derrota recaiga en López Obrador y en el Frente Amplio Progresista (FAP)? ¿O apoyarlo para que se tome como una victoria de ellos y lanzarse rumbo a la elección presidencial del 2012?Luego de su último congreso nacional el PRD mostró graves fisuras y, un nuevo distanciamiento entre los Cárdenas y López Obrador, no sólo afectaría la vida interna del partido, sino sus esperanzas de mantenerse como segunda fuerza dentro del Congreso de la Unión en las elecciones del 2009. Así, la victoria o la derrota de Leonel Godoy es clave para el PRD y sólo con un frente unitario, con un pacto entre las distintas fuerzas y personajes dentro del sol azteca, se podría competir con el candidato de Felipe Calderón. Pero esto, hasta el momento, se ve difícil. Este martes Cuauhtémoc Cárdenas acompañó a Leonel Godoy en la inauguración del libramiento “Francisco Javier Ovando”, en Penjamillo, donde aseguró que la relación con López Obrador “nunca se ha roto”. Sin embargo, tampoco se ve que exista una relación entre ambos como para que asistan a un solo acto en apoyo del candidato del PRD.Los priistas, por su parte, tratarán de jugar el papel de factor de equilibrio en la balanza. Su candidato Jesús Reyna tiene pocas posibilidades de ganar, pero puede vender muy cara su posición. No obstante, es posible que los más altos mandos del PRI decidan actuar si ven que Elba Esther Gordillo mete sus manos, pues todavía les duele la derrota en Baja California y querrán cobrarle la factura a la líder del SNTE.Al margen de los candidatos, pero como actores de peso en el proceso político electoral del estado, ya se observa la posible presencia activa de los maestros y de los grupos del narcotráfico interesados en apoyar a ciertos candidatos en municipios en que la producción y el tráfico de drogas son importantes.Luego del desgaste que ha tenido en Oaxaca, la disidencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) está concentrada en Michoacán y estos maestros podrían ser los únicos que frenarían los planes de Gordillo de operar en la elección en favor del PAN, como lo hizo en Baja California.Sin embargo, los perredistas al parecer no están interesados en que los maestros michoacanos actúen por su cuenta y los quieren someter a su estructura, lo que ha sido rechazado por los propios mentores disidentes. Así, el campo está despejado para que Elba Esther Gordillo actúe libremente cuando ella quiera o, mejor dicho, cuando sea necesario, pues al parecer su plan ahora es dejar que corra la elección, cruzarse de brazos, dejar que la competencia transcurra y, si los panistas ven que urge su presencia, vender carísimo su trabajo de “operadora electoral” en favor del candidato de Calderón Hinojosa.
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