Sale hoy en Por Esto un artículo de Alberto Barranco Chavarría:
El magnate Carlos Slim.
Perfilada la posibilidad de convertirse en el rico más rico del planeta, el magnate Carlos Slim convocó en marzo pasado a una tumultuaria conferencia de prensa, en intento de trazar a detalle la ruta de su colosal fortuna. "Nadie me regaló nada", pues.
Tiene razón pero no mucha, porque si bien casi le regalaron Teléfonos de México, la colosal fortuna devino de la explotación, la usura, el tráfico de influencias, la actitud monopólica y muchos otros delitos a través de los cuales se incrementó a niveles insultantes. Más valdría que se la hubieran regalado que las razones por las cuales se convirtió en el hombre más rico del mundo en un país con el 50% de la población hundidos en la pobreza y la miseria. La avaricia de dimensiones patológicas de este delincuente que está fuera de su conciencia porque no tiene ningún parámetro moral, no justifica que los mexicanos permitamos semejante atentado en contra de la equidad y la justicia social.
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