Guatemala a punto de caer en otro régimen fascista

El ex militar Otto Pérez Molina, favorito para comicios presidenciales de mañana

Por amenazas de muerte periodista abandona Guatemala a horas de segunda vuelta electoral

José Carlos Marroquín viajó a Miami; fue jefe de estrategia del candidato Alvaro Colom

Afp, Dpa y Reuters

Seguidores del derechista Pérez Molina participan en el cierre de campaña en Nahuala Foto: Ap

De ganar su candidato, estos seguidores irán derecho a su tumba sin saberlo. ¡Pobre gente! Están como nuestros panistas de abajo, sumidos en la ignorancia.

Guatemala, 2 de noviembre. El periodista José Carlos Marroquín, ex jefe de estrategia del candidato presidencial socialdemócrata Alvaro Colom, abandonó Guatemala ante las amenazas de muerte que recibió en los últimos días, a pocas horas de la segunda vuelta de la elección que se efectuará este domingo.

A pesar de la promesa de campaña de Colom de hacer frente a la inseguridad ciudadana con “inteligencia”, su antiguo colaborador se había visto obligado a dejar la campaña desde el 12 de octubre por el hostigamiento, y recién el pasado jueves viajó a Miami, donde desde hace semanas se encuentran su esposa e hijas.

Marroquín, que dejó al candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza, explicó que en promedio recibía a diario 32 mensajes telefónicos que le advertían que debía salir al extranjero, y que además recibió coronas de muerto y mensajes en que se le reclamaba “haber abierto de más la boca”.

Afirmó tener enemigos dentro de la propia agrupación política, pues en el tiempo que trabajó allí atacó frontalmente al crimen organizado, y que que hizo un “esfuerzo muy grande al interior del partido” para evitar que los grupos criminales y del narcotráfico “se infiltraran en sus estructuras”.

El periodista dijo que su eventual retorno está ligado con los resultados del domingo en la segunda vuelta electoral, pues tendrá que hacer un análisis que aclare si los responsables de las amenazas disponen de la protección de las instituciones del Estado.

De hecho, la inseguridad, pobreza y el crimen organizado son los principales problemas que se propone combatir Colom, un ingeniero industrial de 56 años que ha sido el líder político más visible durante toda la campaña y se presenta por tercera ocasión como candidato presidencial.

Sin embargo, el ex militar de derecha Otto Pérez Molina supera por leve margen al centroizquierdista Colom de cara a las elecciones presidenciales del domingo en Guatemala, para que las que están convocados cerca de 6 millones de ciudadanos, según una encuesta publicada este viernes por el periódico Siglo XXI.

Pérez Molina, que ha basado su campaña en un mensaje de “mano dura”, obtuvo en el sondeo 52.6 por ciento de intención de voto frente a 47.4 por ciento de Alvaro Colom, quienes disputarán una segunda vuelta electoral porque ninguno logró en la primera ronda de septiembre pasado los votos necesarios para triunfar.

Ya sabemos cómo son quienes se proclaman de "mano dura", unos fachos de mierda.

El ex general Pérez Molina, que fue jefe de la temida unidad de inteligencia militar en parte de la guerra civil (1960-1996), propone “mano dura” para acabar con la violencia que asola al país, en particular de pandillas que controlan barrios enteros.

Y vendrán las masacres de la población civil.

Colom, un ex dirigente empresarial que practica la religión maya, ha advertido que darle el poder a Pérez Molina significaría volver a un pasado de gobiernos militares. Más aún, su partido ha sido golpeado por la violencia del proceso electoral, en que fueron asesinados unos 50 políticos y activistas.

Colom sería la única posibilidad de que Guatemala comenzara a crearse una situación económica, social y política más justa y avanzada, si no gana será porque los guatemaltecos necesitan más sufrimiento para tener conciencia de que es importante elegir lo menos peor para que la lucha no sea tran cruenta. Ahora, si unos indígenas votan por Pérez Molina porque son ignorantes, porque están amenazados o comprados, y otros han caído en la idea de que es mejor no votar porque todos son lo mismo, quizás no vivan para contarlo, menos para organizarse entre ellos y cambiar sus condiciones, no harán más que, como ocurrió en México, darle el poder a la derecha militarista para que los asesine.