La Corte De Nuevo Cuidará a Bancos Vs. Usuarios
Con motivo de un juicio ganado a Banamex, por el que debe pagar casi 150 millones de dólares, la Tremenda Corte de (in)Justicia decidió atraer el caso, para evitar que los bancos paguen cantidades "exorbitantes" a sus ahorradores, según deslizó la Corte.
Según un juicio que perdió contra un ahorrador de Chihuahua, Banamex debe pagarle --hasta el 4 de septiembre de 2006-- el monto causado desde el 28 de mayo de 1987 de la inversión a plazo fijo que contrató, calculado en 1,462 millones 931,495 pesos, más lo que continúe causándose hasta la fecha en que se haga la liquidación total del adeudo, a razón de las tasas pactadas en 1987.
Para al banco ahora le parecen excesivas tales tasas pactadas en 1987, al calor del "boom" de las casas de bolsas, antes del "crack" que arruinó a muchos y enriqueció hasta el delirio a unos pocos amafiados, que hoy financian candidaturas políticas y han logrado cambiar leyes para acomodarlas a sus intereses.
Como Banamex no quiere pagar lo que le corresponde, en estricto derecho, quiso desconocer el valor del contrato firmado y se metió a los juzgados, donde el ahorrador le aplicó, con toda razón, el criterio --muy "jurídico", pero injusto-- de la Suprema Corte de legalizar el llamado "anatocismo", o sea, el cobro de intereses sobre intereses que estaba prohibido por la Constitución, pero que favorece la usura bancaria.
Hoy se revierte tal injusticia contra uno de sus beneficiarios, precisamente Banamex, el más favorecido por toda la "nomenklatura" prianista enquistada en el poder ejecutivo, legislativo y judicial. Por ello la Corte intentará revertir tal "anatocismo", para hacerlo exclusivo de los bancos y evitar que la renovación de los contratos y las condiciones pactadas en ellos, pueda generar "el reclamo de cantidades exorbitantes por concepto de intereses", según lo anticipó el pleno de la SCJN al admitir la atracción del asunto.
A Banamex le fueron adversas las tres instancias judiciales que recorrió en Chihuahua (donde hasta el Supremo Tribunal de Justicia de la entidad falló en su contra), condenándosele a respetar el contrato de inversión firmado y pagar lo que al cliente le corresponde según lo pactado, pero el banco recurrió al amparo directo de la justicia federal, sabedor de que en la Tremenda Corte de (in)Justicia son capaces de enderezar jorobados, hacer ver a los ciegos, o declarar Presidente a un abierto violador de la ley, con un simple fallo "inapelable".
Esta decisión de la Corte se aplicaría en por lo menos 150 procesos contra distintos bancos en todo el país, en los que también están en litigio “sumas multimillonarias” que los bancos deben pagar. Por eso es que el llamado "máximo tribunal", tan solícito y obsequioso con Los Pinos (donde se metió a la mala un pelele de los banqueros y empresarios trasnacionales), atrajo el caso “por su trascendencia e importancia para la vida del país”
El riesgo previsible, dada la corrupción e intereses adueñados de la SCJN, es un doble rasero: los contratos anatocistas aplicados contra deudores de los bancos y una disposición de "interés público" para limitar los intereses a pagar en contratos de inversión, a fin de salvaguardar a los bancos de tener que pagar "cantidades exorbitantes por concepto de intereses".
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