León Bendesky
¿Qué tanto es tantito? Ese es hoy un verdadero enigma en México. La Suprema Corte juzgó que la agresión a Lydia Cacho que involucra al gobernador de Puebla fue leve y no amerita ningún castigo. No sólo queda un gran interrogante sobre este asunto que tiene que ver con la legalidad y la misma confianza en la justicia. También se deja en la penumbra la cuestión de la red en torno a la pederastia que aglutina a poderosos personajes, y los posibles delitos en torno de ella que se asocian con este proceso.
Antes, la justicia había determinado que las violaciones electorales del ex presidente Fox en 2006 habían existido en efecto, pero que no eran graves, nomás fueron un tantito. De ahí que el ya ex presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, pueda decir sin recato alguno que se ha construido una mentira histórica sobre aquellas elecciones presidenciales.
El caso es que él ya no está y su desempeño, junto con el resto de los consejeros, ha dejado expuesta de nueva cuenta la frágil democracia, incluso en el sentido más restrictivo de las campañas políticas y los votos. El IFE ciudadano va tener un retroceso cuando ni siquiera se había consolidado plenamente. La nueva ley electoral no nace como parte de un proceso de evolución hacia la madurez política, sino para remendar lo que fue posible hacer con la ley anterior por parte de todos los participantes: el gobierno, los partidos, los candidatos, los grandes empresarios, la radio y la televisión.
Este último par de años no han sido memorables en cuanto a la procuración de la justicia, el cumplimiento de la ley, el fortalecimiento institucional y la definición clara de los compromisos y las alianzas políticas. Sigue habiendo personajes e instituciones que operan como piezas clave en la estructura de control político en el país y que comprometen de modo significativo un cambio y una real modernización democrática.
Qué tanto es tantito cuando se trata de la inseguridad pública. En el caso de la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, que empezó a tambor batiente al inicio de este gobierno, no hay indicios claros de la disminución notable y duradera de esas actividades. En el asunto general de la seguridad y la lucha contra el crimen no hay demasiado lugar para la práctica del nomás tantito, pues de ese modo inevitablemente la fuerza pública será rebasada y la sociedad queda inerme.
Y cuando se trata de los secuestros simulados por teléfonos celulares, no pasa de ahí, o sea, de una forma más del catálogo de la inseguridad, hasta que una serie de diputados las reciben casi al mismo tiempo y durante una sesión en el Congreso. Entonces ya no es nomás tantito. Y cuando policías auxiliares y judiciales protagonizan una balacera en plena colonia Del Valle de la ciudad de México en un episodio más de extorsión, pues nomás fueron tantitos balazos en plena vía pública.
La OCDE reprobó a México, una vez más, por sus malos resultados en el sistema educativo. De nuevo se advierte que la situación no es nomás de que nos falta un tantito, sino que es grave. De repente, como si se tratara de una aparición, la responsable de la SEP declara que en 2012, es decir, en sólo cinco años, el país llegará a los niveles de España a Chile.
Para empezar, ese objetivo no es muy preciso, pues el primero está alrededor del nivel 25 y el segundo del 42 de un total de 57 países que fueron clasificados; así que no se sabe adónde se apunta. Pero la crisis educativa del país es ya de muy larga duración y la verdad es que no se pueden inventar secretarios de educación como se ha hecho durante muchos sexenios, sin que se imponga un proyecto de largo plazo, sin vaivenes y con metas verificables y suficiente presupuesto. Tampoco se pueden sostener estructuras de poder sindical como la que priva en ese sector. Ya no son nomás tantitos los jóvenes con mayor capacidad y mejor preparación los que se van del país por falta de oportunidades.
Los acuerdos sobre la política económica a los que se llegaron con la más reciente reforma, que fue la base del presupuesto federal de 2008, están igualmente en el marco del nomás tantito. Las expectativas de crecimiento más optimistas lo sitúan, también para 2012, en una tasa de 5 por ciento anual, todavía menos que el promedio anual del periodo de 20 años anterior al inicio de las reformas estructurales a medidos de la década de 1980. En cuanto a la recaudación, tal como fue planteada la modificación impositiva con la Cetu, el gobierno no esperaba un aumento significativo.
Los precios suben, pero nomás tantito, y lo mismo pasa con las tasas de interés y la depreciación del peso frente al dólar. No hay claridad sobre qué tanto es tantito para seguir sosteniendo la actual estabilidad financiera que hasta ahora se alcanza esencialmente por los ingresos derivados del petróleo. En ese contexto tantito desempleo abierto no significa mucho en términos de la eficiencia del funcionamiento de la economía. La ocupación de la fuerza de trabajo está estrechamente ligada a la abundante emigración de los trabajadores, que, ésos sí, no son nomás tantitos.
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