El canal abierto en el Grijalva, insuficiente para desfogar aguas; crecen las inundaciones
Protestan habitantes de Jalpa de Méndez y padres que demandan muebles para escuelas
René Alberto López y Claudia Herrera Beltrán (Corresponsal y reportera)
Campesinos del municipio de Jalpa de Méndez realizaron un mitin a las puertas del Instituto de Vivienda de Tabasco para exigir a la Secretaría de Desarrollo Social que no excluya de sus programas de ayuda a 27 comunidades afectadas por las inundaciones de octubre y noviembre de 2007 Foto: René Alberto López
Villahermosa, Tab., 8 de enero. Aproximadamente mil campesinos del municipio de Jalpa de Méndez se manifestaron frente al Instituto de Vivienda de Tabasco (Induvitab) para exigir que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) no deje fuera de los programas de entrega de enseres domésticos y empleo temporal a los habitantes de 27 comunidades de esa localidad que, alegaron, fueron afectadas por las inundaciones de octubre y noviembre pasados.
El alcalde de esa demarcación, Jesús Selván, de extracción perredista, encabezó la movilización y advirtió que podría pedir licencia a su cargo para apoyar esta lucha, porque prometió a los lugareños estar con ellos en “las buenas y las malas”.
Los manifestantes dijeron que Eugenia González Alcocer, funcionaria de la Sedeso, les informó que no serían incluidos en los programas sociales, pese a que ya existía un acuerdo para que recibieran apoyos.
Ariel Cetina, director del Induvitab, explicó que no compete a esa institución entregar los vales de la Sedeso y explicó que las comunidades de Jalpa de Méndez no aparecen en el diagnóstico satelital elaborado por el gobierno federal para señalar las localidades que resultaron afectadas por las inundaciones.
Otra manifestación en Villahermosa fue la que realizaron los padres de familia que, por segundo día consecutivo, protestaron por falta de pupitres en algunas escuelas afectadas por las inundaciones.
Más de una hora permaneció cerrada la carretera que conduce de Villahermosa al municipio de Reforma, Chiapas, cerca de la ranchería Río Viejo, debido a que alumnos del Centro Integrador número 2 aún reciben clases sentados en el suelo.
La movilización terminó después de las ocho de la mañana, luego que la Secretaría de Educación del gobierno local se comprometió a dotar de mesabancos a ese centro de estudios en una semana.
También se quejaron padres cuyos hijos estudian en la escuela 10 de Mayo. La dependencia les prometió subsanar el problema en unos días.
La mortandad por el frío “apenas empieza”: Ssa
A 20 se elevó el número de muertos por las bajas temperaturas en el país, informó en la ciudad de México el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, quien reconoció que podría haber más decesos.
“Esto apenas empieza”, dijo el titular de la Ssa, en referencia a que el periodo invernal concluirá en marzo y “no podemos saber qué va a pasar”.
Tras acudir a la celebración del Día de la Enfermera, en la residencia oficial de Los Pinos, Córdova destacó que este año se redujo el número de fallecimientos respecto de los 70 del mismo periodo de 2007.
“Ahora son 20 (decesos). No es algo para alegrarse, pero sí quiere decir que las acciones son más efectivas”, aseguró.
Al igual que el año pasado, 60 por ciento de las muertes (12 en 2008) se debieron a intoxicación con monóxido de carbono. Asimismo, el estado que encabeza la lista sigue siendo Chihuahua, seguido de Sonora.
Explicó que la cobertura de vacunación ha sido de 98 por ciento en las poblaciones marginadas y “prácticamente total” entre adultos mayores de 65 años.
Mientras, el Servicio Meteorológico Nacional informó que el frente frío número 20 se localiza en el norte y el noreste del territorio nacional y provocará temperaturas muy bajas.
El organismo dependiente de la Comisión Nacional del Agua señaló que en el sureste del país y la península de Yucatán se presentarán lluvias dispersas originadas por la entrada de humedad del Pacífico y el Golfo.
Los restos del tapón “ofrecen resistencia”
Por 6 meses, 5 mil personas no tendrán hogar
Ángeles Mariscal Corresponsal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 8 de enero. A tres semanas de que se abrió un canal en el tapón formado en el cauce del río que pasa por el poblado Juan de Grijalva, el desagüe “ofrece resistencia” para ensancharse y sólo logra desfogar 194 metros cúbicos por segundo, pese a que recibe 220 provenientes de la presa Malpaso.
El excedente, además del líquido de los riachuelos que alimentan el río Grijalva, se está almacenando a lo largo de 40 kilómetros que van de la hidroeléctrica a la boca del canal y ha inundado los 33 poblados ubicados en esa ribera. Al menos 280 casas se encuentran totalmente sumergidas.
Las comisiones Nacional del Agua (Conagua) y Federal de Electricidad (CFE) anunciaron este martes que “probablemente” en seis meses el nivel del río bajará y podrán retornar a sus hogares unas 5 mil personas. Desde el 4 de noviembre, cuando se formó el tapón, el río ha aumentado su nivel en 11 metros y se prevé que suba otros cuatro.
Durante una reunión de evaluación en la que participaron el gobierno del estado y representantes de la CFE y la Conagua, las dos dependencias federales informaron que el canal abierto en el poblado Juan de Grijalva no se ha erosionado como se esperaba para permitir el flujo del agua entre las presas Malpaso y Peñitas.
Ello se debe a que, al parecer, gran parte de los más de 15 millones de metros cúbicos que se derrumbaron sobre el río Grijalva son grandes bloques de tierra maciza.
La CFE y la Conagua informaron que a partir de esta semana usarán máquinas que lanzarán chorros de agua a presión sobre la base del canal y maquinaria pesada trabajará para “descopetar” la parte superior del derrumbe.
El objetivo, señalaron, es que a partir de febrero el canal abierto el 18 de diciembre pueda sacar 900 metros cúbicos por segundo y para junio al menos 3 mil. Actualmente esta obra sólo está desplazando 200 metros cúbicos de agua por segundo.
Durante la reunión los funcionarios explicaron que otra prioridad es vaciar al menos 60 por ciento del agua contenida en las presas La Angostura, Chicoasen y Malpaso –que forman lo que se conoce como la cuenca hidrológica del Grijalva– antes de la temporada de lluvias, que se inicia en junio.
De lo contrario, las hidroeléctricas no podrían captar las lluvias de la cuenca del Grijalva ni suministrar energía eléctrica al sureste de la República.
Las presas, interconectadas por el río Grijalva, se encuentran prácticamente al total de su capacidad. Las tres desembocan en la hidroeléctrica Peñitas, cuyas aguas se desfogan en los ríos de Tabasco para llegar al Golfo de México. Este proceso se encuentra detenido desde el derrumbe del 4 de noviembre.
Incertidumbre entre afectados
“Queremos saber qué va a pasar. ¿Hasta cuándo vamos a estar en los albergues? ¿Hasta dónde va a llegar el río? ¿Qué casas va a inundar? Queremos que nos digan quién se va a hacer responsable de los daños”, son algunas de las demandas entre las casi 5 mil personas que han sido desalojadas de los 33 poblados.
Al principio se les informó que regresarían “para Navidad”; posteriormente, que a mediados de enero, luego que en abril y hoy les dijeron que será en junio.
Parece que ahora las bicicletas que les dieron a cambio de votos no les sirven en las inundaciones, ni las despensas les duraron para estos tiempos. ¿Hasta cuándo aprenderán?
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