De Blogotitlan
México Debe Verse en el Espejo Exxon-Venezuela
Exxon se cree dueña de los yacimientos petroleros de Venezuela, no socia de su exploración y explotación, y ante decisiones soberanas del país, reclama como si la hubieran despojado de su propiedad. Lo mismo podría sucederle a México.
"Nadie aprende en cabeza ajena", reza un dicho para explicar el pensamiento general de que a uno no le sucedería lo mismo que al vecino.
Ante las pretensiones del PRIAN, inducidas por los gobiernos tecnocráticos, de entregar al capital privado --siempre extranjero, pues el nacional de inmediato cede sus concesiones a trasnacionales-- la exploración, explotación y comercialización de los yacimientos petroleros y gasíferos mexicanos, la agresión que está sufriendo Venezuela por parte de la petrolera texana Exxon-Mobil debe ser una severa advertencia de lo que el futuro le depara a México. Y no es sensato creer que eso no sucedería, dado que ya sucedió antes y originó la expropiación decretada por el Presidente Cárdenas.
Una vez firmado cualquier contrato, las petroleras lo toman como una escrituración del territorio a su favor, obviamente con todo lo que tiene el subsuelo, y no como una asociación mercantil. Como parte de un imperio, todo el poderío de éste --económico, militar, político-- está a la disposición de la petrolera en caso de que, unilateralmente, se sienta agraviada y exija una compensación, también unilateralmente determinada con sus propios valores y estimaciones.
La pretendida --aunque negada oficialmente-- bursatilización de Pemex y/o la aceptación de participación privada en la exploración de nuevos yacimientos, la explotación y comercialización de los actuales y futuros, sería tomada por las trasnacionales beneficiadas como una cesión o entrega del territorio nacional. Y el argumento de que aportarían "inversiones" se nulifica con las exenciones de impuestos, plazos de gracias y otras concesiones similares que se les promete para que "inviertan". O sea, que las mentadas "inversiones" las viene pagando el pueblo, no el gobierno.
Por tales cesiones o concesiones, cualquier petrolera "asociada" a Pemex, o los inversionistas que compraran acciones de Pemex puestas en la Bolsa, se creerían con facultades suficientes de dueños de la porción de territorio que les toque, con derechos para hacer y deshacer lo que les pegue su real gana, y se llamarían "despojados" en el hoy remoto caso de que la nación reclamara soberanía.
Al poner en manos extranjeras los principales recursos energéticos del país, México no tendría --como Venezuela-- el recurso de sus reservas para hacer frente a los poderes imperiales.
Por eso adquiere caracteres de traición a la patria la pretensión del gobierno y los partidos PRI, PAN, Verde ¿Ecologista? y demás chiquillería servil, para "abrir a la inversión privada" la exploración, explotación, distribución y comercialización del petróleo, gas y electricidad mexicanos. Si hoy se le abre la puerta, después ¿quién los saca?
El caso de Venezuela es ilustrativo. México --no su gobierno entreguista-- debe verse en ese espejo.
...Nadie experimenta en cabeza ajena pero en NUESTRO CASO, solo es cuestión de echar un vistazo A LA MEMORIA DE LA HISTORIA. Es por eso que se dice también que "Quien no conoce su historia está condenado a repetirla"...De por sí la historia tiende a ser cíclica mas no quiere decir que tenga que ser así. En eso consiste, precisamente NUSTRO GRAN DESAFIO : En romper ese CIRCULO VICIOSO, en acabar de una vez por todas con esa maldición.
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