Las recientes declaraciones del genocida George W. Bush, presidente de los Estados Unidos, el país más terrorista del planeta, que busca incluir a Venezuela dentro de la lista de países terroristas resulta indignante porque es un insulto a la inteligencia mundial. Desafortunadamente la mayoría del pueblo estadounidense, totalmente mediatizado, no puede comprender el absurdo de este loco de la guerra que los ha llevado a cometer delitos de lesa humanidad y les ha provocado una recesión de la cual difícilmente van a salir si no provocan otra guerra.
También resulta siniestramente hilarante que después de que el genocida George W. Bush ha provocado una guerra con cientos de miles de muertos, heridos, desaparecidos, torturados y mutilados en Irak y Afganistán, sustentado en mentiras y patrañas que están a la luz pública, ha corrompido gobiernos y atacado mandatarios elegidos democráticamente, siga creyendo que tiene autoridad moral para determinar quien es terrorista y quien no.
Después de la masacre que el gobierno de Álvaro Uribe, su títere que aparece como narcotraficante aún en los documentos de la CIA del 2002, llevó a cabo en tierra ecuatoriana, Bush se atreve a defenderlo como un presidente democrático y a acusar a Chávez que fue quien evitó una posible guerra en Sudamérica en la Cumbre de Río, que él quería desatar, de terrorista que provoca sentimientos anti-estadounidenses, sin percatarse que los sentimientos anti-estadounidenses los ha estimulado él con su genocidio y su estupidez.
Resulta curioso que aún los pocos medios en que podemos confiar den un mayor espacio al tal Spitzer con su inclinación por la prostitución (hoy el editorial de la Jornada despilfarra su espacio en ello), cuestión que importa un bledo a la opinión mundial que no está interesada en la sexualidad de ese señor y no se ocupen con suficiente empeño de estas declaraciones que son verdaderamente absurdas, que influyen en la gente distorsionando la información y que ocultan lo significativo que puede ser este ataque flagrante a un mandatario que a diferencia de él ha sido elegido democráticamente en varias ocasiones por su pueblo.
De aquí en adelante cada vez que se nombre a Bush debiera anteponérsele el adjetivo de genocida y cada vez que se nombre a Estados Unidos, Israel o Colombia debiera señalarse su actuación terrorista porque si lo que pretenden estos Estados Terroristas es repetir mil veces que los mandatarios de izquierda que están luchando por sus pueblos son terroristas para que esto se considere verdad, se tendría que repetir millones de veces el genocidio que llevan a cabo Bush y sus compinches y el terrorismo de estado de estos países para que estas verdades no se olviden.
Esta es la nota:
Elegir entre “terroristas” y “demagogos” o apoyar a Uribe, pide Bush a Sudamérica
Dpa, Afp y Reuters
Washington, 12 de marzo. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, colocó hoy a todos los países de América del Sur en una encrucijada, en la que según él deben elegir entre los “terroristas” y los “demagogos”, en referencia a las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC) y al presidente venezolano Hugo Chávez, y el apoyo a Colombia.
De esta manera Bush urgió al Congreso a someter a una pronta votación un Tratado de Libre Comercio con Colombia, su principal aliado político en América del Sur, al considerar que es demasiado importante para la “seguridad nacional” de Estados Unidos y de la región, por lo que instó a que sea aprobado este año.
“Hay mucho en juego en Sudamérica”, afirmó Bush. “Como demostró la reciente situación en los Andes, la región se enfrenta a una elección cada vez más fuerte: aceptar tranquilamente la visión de terroristas y demagogos o apoyar activamente a líderes democráticos como el presidente (colombiano, Álvaro) Uribe”.
El mandatario estadunidense arremetió duramente contra su homólogo venezolano Hugo Chávez por sus presuntas relaciones con las FARC, lo acusó de intentar expandir su influencia en Latinoamérica, descalificó su política social como una “agenda de promesas vacías y sed de poder” y reiteró su afirmación de que “despilfarra” los ingresos petroleros de su país para alimentar una campaña contra Estados Unidos.
En paralelo, el presidente venezolano declaró que Estados Unidos podría hacerlo víctima de conspiraciones, trampas y provocaciones, y señaló que “hay que ponerle mucha atención” porque tales acciones van a estar “a la orden del día”.
Recordó además que éste es el último año del gobierno de Bush, “el señor de la guerra”.
Chávez, quien celebró el fin de la crisis andina, dijo que “ojalá el pueblo de Estados Unidos elija a un presidente que venga con un mensaje de paz a la vida de los pueblos, de respeto a la humanidad. Aunque tengamos diferencias podemos respetarnos y vivir en paz, como seres humanos y no matándonos como bestias”.
La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien este jueves y viernes visitará Brasil y Chile, declaró que hay interés en conocer la información sobre si Venezuela tiene nexos con las FARC.
Resaltó que es obligación de cada Estado miembro de Naciones Unidas no prestar su territorio para dar apoyo al terrorismo, y también subrayó que las FARC son una organización terrorista.
El subsecretario de Estado adjunto para América Latina, Thomas Shannon, aclaró que es muy pronto para determinar si Venezuela puede ser clasificado como un país patrocinador del terrorismo, pero que es “inquietante” la información contenida al respecto en computadores que le fueron incautados al dirigente rebelde abatido, Raúl Reyes.
Ni Rice ni Shannon mencionaron a Ecuador, donde tuvo lugar el ataque colombiano contra el campamento de las FARC.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha dicho que cerrará la base militar estadunidense de Manta, de donde Quito sospecha que pudo haber sido apoyada la incursión colombiana.
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