Hoy la "familia" es pretexto y justificación para robar, para pisotear, incluso para asesinar... Los ricos y poderosos, los dueños del dinero y de las "instituciones" y de los pueblos hacen lo que sea por "su familia" (véanse hoy, por ejemplo, a las "familias" Fox, Calderón o Mouriño). Hacen lo que sea porque "sus hijos" tengan las mejore$ e$cuela$ y lo$ mejore$ biene$ y $ervicio$. "La$ mejore$ oportunidade$" –dicen-... Por eso se creen "gente de bien" y se sienten "gente buena y respetable", aunque sean ambiciosos vulgares, mentirosos y ladrones... El fin "familia" –"mi familia", claro- justifica "cualquier medio" ("aiga sido como aiga sido")...
El bombardeo de los medios acerca de "los valores" de "la familia" ha ido logrando que la gente no piense ya en función del bien universal o del mundo o del propio país, sino en función de "su familia"... Y entonces la mayoría de las personas clasemedia y hasta pobres, con el argumento de "pensar en la familia" se hacen indiferentes a lo que sucede en el mundo o en el país, se quedan callados, no hacen olas, aceptan ser cómplices silenciosos de quienes se están robando y destruyendo los países y sus instituciones...
Si un trabajador es testigo de la corrupción o de la injusticia en una empresa o, peor, en una "institución" gubernamental, prefiere no decir nada, hacerse el desentendido, o hasta colaborar con tal corrupción o tal injusticia, pues pende sobre él una amenaza tácita o explícita de que si dice o hace algo será echado fuera de la empresa o de la "institución" y eso repercutiría gravemente en perjuicio de "su familia"... Incluso si el trabajador es víctima directa de un acto de corrupción o de injusticia, prefiere "apechugar" y dejarse pisar antes que poner en riesgo el pan de cada día para "los suyos"...
La "familia" es hoy como un "opio para el pueblo" pues es el argumento y la justificación para toda clase de atropellos y es, sobre todo, la garantía de la impunidad, como lo fue en su momento la "religión" (Marx y otros)... La "religión" sigue siendo también, sin duda, "opio para el pueblo", pero ha sido desplazada de esta innoble tarea por la idea manipulada de "familia" que los medios de comunicación, las iglesias y la derecha en general ha ido imponiendo como una táctica inconsciente de auto-justificación y como una táctica consciente de control y de dominio...
Por eso, la primera terrible lucha de los "renegados" se combate en el seno de la propia "familia", especialmente si se trata de "familias" con mayoría prianista –aquí incluyo a tod@s l@s que no votan o son analfabetas o indiferentes políticos-. No hay reunión "familiar" donde no le echen montón a "la oveja negra de la familia" por idealista, fanático del peje o loco o por meterse en política... "¿No has visto en la tele u oído en el radio que todo son mentiras o fantasías o 'guerra sucia' del peje?"... "¿No ves que te están usando y engañando?"... "¡Te van a correr de la chamba por revoltoso!"... "¡Claro que estamos mal con Calderón, pero estaríamos peor con el peje!"... "¡Mejor ponte a trabajar, que mucho le hace falta a tu familia, en lugar de andar en esas tonterías!"... "¿Crees que el peje no es igual a todos?"... "¿Vas a conseguir algo?"...
He entrecomillado a propósito la palabra "familia" tratando de dejar en claro que no hablo de la familia –sin comillas-. La familia –sin comillas- es realmente un valor y una esperanza. Pero es, como otros valores –las instituciones, la legalidad, el estado de derecho, la democracia, etc.-, un valor usurpado y manipulado y tergiversado y casi aniquilado. La palabra familia –sin comillas y en su real y profundo sentido- a muy pocas "familias" se aplica hoy en este México dividido y enfrentado... Si tu familia está luchando, si no tiene miedo de hablar de política en sus reuniones, si está consciente de lo que sucede y es crítica y constructiva, si no es indiferente al bienestar de los demás –especialmente de los más pobres-, si pone por encima de los propios bienes e intereses su conciencia ética y el bien e interés de las mayorías, si no se deja engañar y manipular por los intereses de dinero y de poder de la tele y demás medios fraudulentos y egoístas... entonces, mi herman@... te felicito y te envidio con envidia de la buena... porque no es el caso de la mía...
Mi "familia" –con comillas- es de las que no están luchando... o luchan, pero en sentido contrario... o les vale... o entienden las "reuniones de familia" como silencio cómplice o como fuga de lo real a través de la trivialidad y las risas y la comida y la bebida y las cursilerías que vende la tele en, por ejemplo, el pasado "domingo de la familia" que inventaron recientemente... En mi "familia" es casi un pecado hablar de política y más aún si se habla de conciencia o de resistencia... En mi "familia" es casi más que un pecado lo que yo pienso, digo y hago, pues es como una ofensa a "la familia" y a su "sagrado deber" de "unidad" y de "defenderla-protegerla" sea como sea y al costo que sea –aun al costo de la conciencia- y aiga sido como aiga sido... Desde los 50 días del plantón del zócalo, para mi "familia" yo he perdido prácticamente la razón y he olvidado y violado mis "sagrados deberes" como diácono y por supuesto mis "deberes familiares", especialmente el de mantenernos "unidos" cueste lo que cueste... El otrora admirado y respetado médico y sacerdote de la "familia" –cuando no hacía olas y era bien portado y modosito y calladito- se ha convertido en un "renegado" y "fanático del peje" y "loco"... se ha convertido en un perfecto ejemplo de "por qué no hay que meternos en la mierda de la política"... "A ver cuándo el álvaro entra en razón y se cura o se convierte y regresa al seno de la familia y lo abrazaremos y lloraremos juntos y le perdonaremos todas sus locuras y actividades anti-familia"...
No. No se preocupen porque esto que escribo le resultara ofensivo a mi "familia"... No. Mi "familia" no me ve ni me oye, y mucho menos perdería el tiempo en leerme... No es que me discriminen a mí en particular. No. No ven ni oyen ni leen a ninguno de los blogs políticos. Y jamás leerían un periódico que se atreviera a decir algo distinto de lo que dice la tele -La Jornada, por ejemplo-... No. No se preocupen. Aunque les cueste creerme, nadie, absolutamente nadie de mi "familia" –con la excepción de mi esposa y de mis hijos- ha leído una sola línea de lo que pienso-escribo-hago-soy desde hace mucho, pero especialmente desde aquel oscuro domingo 2 de julio del 2006... Así de clara y grave es la situación del México dividido y enfrentado que nos están dejando los dueños del poder y del dinero... Y así de clara y grave seguirá siendo la situación, a no ser que sigamos luchando y resistiendo...
La familia –sin comillas-, tu familia –sin comillas-, ojalá muchísimas familias –sin comillas- no son "opio del pueblo" sino bendición y esperanza para nuestro pueblo... Pero mi "familia" –con comillas- y muchas "familias" –con comillas- que yo veo, sí son, con dolor desgarrador lo digo por la mía, "opio del pueblo", maldición y desesperanza para nuestro pueblo, obstáculo y retraso para la Victoria necesaria, imprescindible e inevitable de nuestro pueblo...
Yo, por lo pronto, por mi familia –sin comillas-, la auténtica, la que se agazapa noble y grande detrás de las comillas, la que se ha convertido en mi "familia" –con comillas- por la manipulación y la mentira y el abandono de la conciencia, esa "familia" que se ha distanciado de mí y de la que yo también me he visto obligado a tomar distancia por decisión política, de salud y de conciencia, esa "familia" de la que espero ardientemente el "regreso", aun más ardientemente de lo que ella espera el mío... y por la otra gran familia –dobles no comillas- de la que formo parte, la universal, la mundial, la mexicana, la de este Gran Movimiento... seguiré luchando y resistiendo... hasta el último día de mi vida...
Álvaro, ciudadano de la IV República
PD: Como yo hoy no puedo hacer nada por mi propia "familia", dedico mi vida y mi tiempo y mis capacidades y recursos a otras familias –con y sin comillas-... a tu familia -con y sin comillas-... a todas las familias –con y sin comillas- que me ven, oyen o leen por casualidad o por error o porque forman parte de mi nueva familia... Especialmente dedico mi vida y mi tiempo y mis capacidades y recursos a las familias –con y sin comillas- más pobres de México que son la razón principal de que yo siga siendo-luchando-resistiendo... Así que... a quien me vea, oiga o lea... a quien pueda... en este mundo o en el otro o en cualquiera... ahí le encargo a mi propia "familia"...
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