martes, marzo 11, 2008

United-States – Mexico / Undocumented Migrants

FIDH Releases its Investigative Report:

“Walls, Abuses, and Deaths at the Borders”
http://www.fidh.org/IMG/pdf/USAMexiquemigran488ang.pdf

Rights Groups in Washington, D.C. Denounce the Human Rights Violations ofUndocumented Migrants Crossing the Borders in the United States and in Mexico

FIDH to Testify before Inter-American Commission on the Day it Releasesits Investigative Report: “Walls, Abuses, and Deaths at the Borders”

Washington, D.C. – Tuesday, March 11th 2008: Tomorrow, at a hearing before the Inter-American Commission on Human Rights, the International Federation for Human rights (FIDH) will submit to the Mexican government and the Commission’s experts, evidence of the on-going human rights violations perpetrated against undocumented migrants on their way to the United States. FIDH will base its testimony on the alarming findings contained in its investigative report to be publicly released tomorrow: “United States - Mexico: Walls, Abuses, and Deaths at the Borders.” From March 12th until March 14th, FIDH representatives will present their fact-finding mission’s conclusions and recommendations to U.S. officials from various offices of the Department of Homeland Security (DHS), to U.S. House and Senate Representatives, and to migrants rights groups.
FIDH’s report “Walls, Abuses, and Deaths at the Borders,” is the result of an investigation conducted through 2007 from the southern borders of Mexico to the U.S. states of Arizona and Texas, investigating the rights of undocumented Central American and Mexican migrants traveling to the United States. The report denounces the human rights violations
perpetrated against migrants by both the Mexican and the U.S. authorities, in complete impunity. It criticizes both States for enforcing incoherent national migration policies which openly disregard their human rights obligations under national and international law, including the right to life.
As explained by a 28 year-old Central American migrant met by FIDH delegation in Mexico:
“There are all kinds of violations of human rights, rapes of women – but everything remains unpunished. There is discrimination against us in the administration of justice. Migrants are considered nothing.” In Mexico, while migrants are crossing the country they are frequently subjected, by the Mexican police and by migrant smugglers, to extortion, threat, beating, sexual harassment, rape, and kidnapping – this in complete impunity and in a corrupted context. In the United States, the government’s policy of “prevention through deterrence,” has resulted in the construction of miles of walls and the heavy militarization of the border, and has been forcing thousands of migrants to travel by feet through the most dangerous and inhospitable deserts of the country, causing hundreds of women, children, and men to die every year, often from dehydration or hypothermia. The deterrence policy deliberately intends – in vain – to dissuade other migrants from crossing the border. In addition, Border Patrol agents utilize verbal harassment, degradation, humiliation, and intimidation along with disproportionate use of deadly force against border crossers, which, in parallel, has led to significant racial profiling in border communities.
In the United States as well as in Mexico, the quasi-systematic detention of migrants is the norm, often in abusive conditions, especially in terms of health care. In Mexico, a current reform proposal would expand the legal categories of indefinite detention of undocumented migrants. In deportation proceedings, and in both countries, due process is shockingly missing: the overwhelming majority of migrants have no legal representation at all, and little or no legal protections such as judicial review. Vulnerable groups, such as children, mothers, disabled persons, and refugees at risk if sent back to their country of origin, are the first victims of such policies.
A deep immigration legislation reform respectful of the human rights of all migrants is a must in Mexico and in the United States. Such reforms should provide for the decriminalization of migrants in irregular administrative situations; end the detention of migrants in prison-like facilities; establish independent mechanisms to prosecute government agents responsible of acts of corruption, abuses, and killings; and restore due process and the right to legal representation in all deportation proceedings.
In the year 2008, marking the 60th anniversary of the Universal Declaration of Human Rights, it is time that government policy-makers stop thinking of migration through the simplifying prism of fear and security, but rather focus on the reasons for migration, on cooperation, and on human rights.
The report is available on FIDH Website :
http://www.fidh.org/IMG/pdf/USAMexiquemigran488ang.pdf
Press contacts :
Paris : Karine Appy + 33 1 43 55 14 12 / + 33 1 43 55 25 18
Washington : Claire Tixeire + 1 646-763-1685
Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH)**

INFORME*

*Estados Unidos – México: **Muros, abusos y muertos en las fronteras*<http://www.fidh.org/IMG/pdf/USAMexiquemigran488esp.pdf>

*Violaciones flagrantes de los derechos humanos de los migrantesindocumentados en camino a Estados Unidos*
*http://www.fidh.org/IMG/pdf/USAMexiquemigran488esp.pdf*

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), el 12 de marzo,le presentará al gobierno mexicano durante una audiencia en la ComisiónInteramericana, su informe titulado "Estados Unidos-México: Muros,abusos y muertos en las fronteras<http://www.fidh.org/IMG/pdf/USAMexiquemigran488esp.pdf>".
Este informeserá también presentado a varios congresistas norteamericanos y algobierno estadounidense el 13 de marzo. En este documento, la FIDHdenuncia los abusos cometidos en contra de los migrantes indocumentados,tanto en México como en Estados Unidos, a lo largo del periplo que ellosemprenden desde la frontera sur de México hasta los estados de Arizona yTexas. La FIDH deplora que tanto EE.UU. como México mantengan unaposición incoherente y atentatoria a los derechos humanos en suspolíticas nacionales de reducción de los flujos migratorios.
Estas políticas se han traducido, tanto en Estados Unidos como enMéxico, por legislaciones criminalizadoras y represivas que vulneran,entre otros, el derecho de los migrantes indocumentados a un debidoproceso. La FIDH considera que en Estados Unidos, la existencia en elderecho penal de la doble pena sistemática para los migrantes así tenganpapeles en regla, es discriminatoria. También le urge al Estado Mexicanoa no adoptar la disposición de la reforma del reglamento de lasestaciones migratorias que extiende los casos de posibles detencionesindefinidas para migrantes indocumentados.
La FIDH identificó numerosas violaciones flagrantes de los derechoshumanos de los migrantes al cruzar la frontera, al ser interceptados,detenidos y deportados.
En lo que se refiere al tránsito, en México, se producen extorsionesfrecuentemente acompañadas por amenazas, golpes, hostigamiento sexual oviolaciones y secuestros de migrantes, tanto por parte de las fuerzaspúblicas mexicanas como de los traficantes de migrantes. Frente a estasgraves violaciones de los derechos de los migrantes, existe unasituación de impunidad casi total en un contexto de corrupción enorme.
Teresa García, de 25 años:
"/Éramos un grupo de 24 personas, de las cuales 5 mujeres y el coyote,caminamos durante 9 días de Tapachula hasta Arriaga para tomar el tren.El tren estaba andando, estábamos instalados encima cuando frenó muybruscamente. Muchas personas se cayeron, otras se botaban. Yo caí entre2 vagones, la mochila me protegió. No sé si, como a otros, un soldado mehizo caer o si simplemente perdí el equilibrio. Tenía la nariz reventaday los brazos heridos. Un soldado me quitó la mochila donde tenía un parde zapatos para el desierto y algo de dinero, luego estuve un día en elhospital. Un policía, que se llamaba Fernando vino a visitarme y mepidió que firmara un documento de regreso voluntario especificando queyo tuve un accidente que no tenía nada que ver con el operativo del 15de febrero. Ellos se encargarían de llevarme hasta mi casa en Guatemala.Luego llegaron personas de derechos humanos que me dijeron que no teníapor qué firmar ese documento y que podía quedarme más tiempo en elhospital como me lo aconsejaban los médicos […] tengo que seguir miviaje hasta Estados Unidos, pues mi madre está cuidando mis 4 hijos yellos necesitan dinero para poder sobrevivir/".
En Estados Unidos, la FIDH considera como una grave e inaceptableviolación del derecho a la vida, la política de "prevention throughdeterrence" que consiste en llevar a los migrantes a atravesar por laszonas más peligrosas con el objetivo explicito que las numerosas muertesdisuaden otros migrantes. Además, en esas zonas, los agentes de lapolicia fronteriza (Border Patrol) utilizan el hostigamiento junto conla demostración desenfrenada de su fuerza letal contra quienesatraviesan ilegalmente la frontera. Es también alarmante el nivel dediscriminación racial que existe en contra de los latinos que viven enEstados Unidos cerca de la frontera.
Tanto en Estados Unidos como en México, la detención de tipo carcelariopara migrantes detenidos por una supuesta violación al derechoadministrativo es la norma. Ni Estados Unidos, ni México cumplen con elrespeto del derecho a la información sobre las razones de su detención yni con sus derechos a recibir una protección jurídica.Hay graves deficiencias en Estados Unidos y en México, tanto en lascondiciones de detención que de deportación de grupos vulnerables y enparticular de todos los niños que emprenden este viaje para reunirse consus padres.
La FIDH considera que en México, como en Estados Unidos, se debe aceptarel fracaso de la política actual e iniciar una reforma profunda de lalegislación sobre la migración. Esta reforma deberá descriminalizar alos migrantes en situación administrativa irregular, atacarse seriamentea la impunidad de los actos de corrupción y de violencia en contra delos migrantes indocumentados, no ponerlos en detención sistemáticamente,crear un derecho efectivo de apelación de las decisiones de deportación.Es también la responsabilidad de los gobernantes sacar el tema de lasmigraciones del ámbito del miedo y de la seguridad para ubicarlo en eldel desarrollo y los derechos humanos. El costo económico del conjuntode las infraestructuras y de las operaciones de represión y de controlde las fronteras es colosal: se estima, por ejemplo, que desde 1994, elGobierno norteamericano ha gastado unos 30 mil millones de dólares para"asegurar" su frontera con México. Este dinero podría ser invertido enproyectos de desarrollo.
*El informe se encuentra disponible en la página Web de la FIDH :
http://www.fidh.org/IMG/pdf/USAMexiquemigran488esp.pdf
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*Contacto : Karine Appy + 33 1 43 55 14 12 / + 33 1 43 55 25 18*--
Satrapi marjane

Karine AppyAttachée de pressePress OfficerFIDH17 passage de la main d'or75011 ParisFranceTél : 00 33 1 43 55 14 12Fax : 00 33 1 43 55 18 80
http://www.fidh.org

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Satrapi marjane

Delphine Raynal
Encargada de programas / Chargée de programmes
Américas / Amériques
Federación Internacional de Derechos Humanos
17 Passage de la Main d'Or
75011 Paris – FranceTel. (+33) 1 43 55 33 51Fax. (+33) 1 43 55 18 80

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