Pedro Echeverría V.
1. Aunque los ideales socialistas ya se difundían en México en las últimas tres décadas del siglo XIX, eran el mutualismo, el cooperativismo y el anarquismo los que predominaban. Aunque desde 1919 se fundó, por consigna de la III internacional el Partido Comunista y Lombardo Toledano creó en 1948 el Partido Popular, en los hechos los ideales y la lucha socialistas sólo comienzan a extenderse en la República, (particularmente en el DF) a partir de 1960. La Revolución Cubana y el movimiento ferrocarrilero, un año antes, fueron "el despegue". Pero también el ejemplo de Cuba fue determinante en la formación de las guerrillas izquierdistas en Venezuela, Colombia, Perú, Guatemala. Como respuesta el imperio norteamericano y sus vasallos económico, políticos e ideológicos de América Latina, arreció una costosa y enorme campaña anticomunista, usando a los medios de información, misma que logró desinformar.
2. En la primera mitad de la década de los sesenta, quizá hasta 1968, los jóvenes soñábamos en cambiar el mundo. Veíamos en nuestros países una enorme injusticia en la distribución de la riqueza, mucha explotación del trabajo y muchas muertes por enfermedades que tenían que ver con la enorme miseria económica de la población. En México los estudiantes de la UNAM y del Politécnico, así como los profesores de la sección IX del DF y, sobre todo, los ferrocarrileros vallejistas, habían luchado (y todavía algo quedaba) contra esa situación de enorme desigualdad que vivía el país. En muchos muros del centro histórico de la ciudad de México todavía se podían ver pintas de "Libertad a Vallejo", "Cuba Sí yanquis No" y en la región de Santa María la Rivera y el Casco de Santo Tomás se veían pintas contra el cierre del internado del Poli, la represión contra los estudiantes normalistas y a favor de la lucha magisterial de la IX.
3. Además de lo que sucedía en nuestro país, los jóvenes nos informábamos en la revista Política dirigida por Marcué Pardiñas, en otra que se llamaba Siglo Veinte, cuyo director era Carlos Velasco y entre sus colaboradores aparecían los literatos; Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Gregorio Selser, Pablo Neruda, Miguel Angel Asturias y otros. Prensa Latina era su fuente de información y ésta se centraba en el campo internacional. Se leía también la revista Siempre de Pages, Sucesos para Todos de Gustavo Alatriste y el periódico El Día dirigido por Ramírez y Ramírez. Era muy pobre la información de centroizquierda porque Excélsior, El Universal, Novedades y toda la gran prensa y la radio estaban al servicio del gobierno y de los poderosos empresarios. En los estados la información era peor: toda la prensa y la radio servía al derechismo más recalcitrante, así como al alto clero y al anticomunismo propagado por los Estados Unidos.
4. La campaña anticomunista en México, en esos primeros años de los sesenta, fue profundamente calumniosa contra la Revolución cubana cuyo triunfo fue en enero de 1959, así como contra el movimiento ferrocarrilero de 1958/59. Había un artículo de código penal (159 y 159 bis) con el que amenazaban a todos los que protestaran y con el que juzgaban a presos políticos tales como Demetrio Vallejo, Valentín Campa, Alfaro Siqueiros, Filomeno Mata. La gran prensa de derecha exigía "castigo ejemplar" y "aplicación de todo el peso de la ley" contra el "comunismo internacional que buscaba adueñarse del país". El alto clero ordenó en sus iglesias que se pegara en todos lados la figura de un pez con la consigna: "Cristianismo sí, comunismo no". El ultraderechismo del clero los llevó a combatir al Papa Juan XXIII y al morir éste en 1963, se propagó ampliamente que fue asesinado por los sectores más reaccionarios del Vaticano.
5. En aquellos años no solo eran odiados y perseguidos los de ideales comunistas, sino también a todos aquellos jóvenes que llevaban como protesta el cabello largo y crecidas barbas. Los medios de información propagaban las "decencia", "los buenos valores", el "respeto a los mayores", "la integración familiar". Ante las huelgas obreras y las protestas contra la explotación y el hambre, la iglesia hizo pegar en todas las iglesias del país un cartel en el que aparecía la foto de un empresario y un obrero abrazándose y decía: "amaos los unos a los otros". En México nació el Frente Cívico Mexicano de Afirmación Revolucionaria encabezado por el expresidente Miguel Alemán y los principales banqueros, industriales y comerciantes de cada estado de la república. Fue un gran frente anticomunista que impulsó y protegió a los cubanos que "huían de la dictadura de Castro en Cuba" y contribuyó a la expansión de la propaganda derechista.
6. En los muros de Ciudad Universitaria, además de las pintas por la democracia, la libertad y la igualdad, que ponían los izquierdistas para protestar contra la represión y el mal gobierno, no faltaron nunca las pintas del MURO, del GUIA y del FUA. Estas tres últimas eran organizaciones fascistoides que se encargaban de amenazar estudiantes, incluso de asesinarlos cuando lo consideraban necesario. De este modelo surgirían "los porros" que se encargarían de golpear a estudiantes y a los movimientos universitarios de izquierda. La realidad es que a principios de los sesenta (antes de 1968) los estudiantes de izquierda solamente estaban en las facultades de Ciencias Políticas, Economía y Filosofía. En la facultad de Derecho predominaban los priístas y en las demás no había participación ni interés por la política. Después de 1968 aparecieron en la escena las facultades de Ciencias y Arquitectura, así como el sindicalismo independiente.
7. Fue en las universidades, sobre todo en la UNAM, donde comenzó a manifestarse con fuerza la protesta social y contracultural de los jóvenes. El jipismo, la música rock y la mariguana, si bien comenzaron a manifestarse en los barrios, colonias, en las casas de vecindad, en multifamiliares que entonces se construían y apenas se inauguraban, fue en la UNAM donde se aglutinó gran parte de esa rebeldía juvenil que buscaba cambiar radicalmente el estado de cosas que oprimía a la mayoría de la población. La derecha, mientras añoraba los tiempos pasados, condenaba a la juventud y pedía que los padres le aplicaran un castigo ejemplar. En esos años los mismos militantes de organizaciones de izquierda (plenamente influidos por el estalinismo y el leninismo) no entendieron la revolución cultural que encabezaban los jóvenes del mundo. Los esclerotizados partidos comunistas del mundo quedaron rezagados de los movimientos estudiantiles en 1968.
8. La misma revolución cubana parecía haber roto con la rigidez impuesta por la revolución rusa y la revolución china; en tanto que éstas fueron dirigidas por un partido comunista de la "clase obrera" la rusa y de los campesinos la china, a la cubana no le antecedió un partido sino un movimiento. La revolución cubana se vio más juvenil, menos rígida, "más tropical", aunque años después se vio obligada ha imponer mucha regidez por el bloqueo a su economía, la invasión de Playa Girón y las permanentes amenazas de invasión. Los jóvenes de los 60 se formaron, además de los Beatles, los Rolling y María Sabina, teóricamente con eso y mucho más: con Marx, Sartre y De Beauvoir, con Bakunin y Marcuse, con Kafka y Schopenhauer, con Nietzsche y Hesse. Antes de los sesenta sólo puede recordarse al "presidencialismo", al corporativismo, al "clientelismo", al PRI, a la CTM y a la CNC. La década de los sesenta fue el gran corte histórico.
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