Milenio Puebla
Periscopio
Juvenal González González
12/04/08
Foxilandia Reloaded
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
William Shakespeare
A la denuncia de que Felipe Calderón preparaba un proyecto para abrir el jugoso negocio de Pemex a las empresas privadas nacionales y extranjeras, los herederos de la tristemente célebre "prensa vendida" respondieron una y otra vez que se trataba de "molinos de viento", "fantasmas", "inventos", de los malosos enemigos de la paz, el orden y el progreso de la nación. Solo les faltó decir que era una "conjura comunista".
Un día después de haber declarado que "no sabía nada" Calderón, finalmente, decidió abrir su juego. Lo hizo de manera tan abrupta que agarró al hombrecito fuera de base y no estuvo para recibir la propuesta. La Adelita de Calderón, como bautizó Jairo Calixto a la secretaria de energía, tuvo que entregarla en la oficialía de partes, con su gorrita de DHL (entregas y te vas).
Según el "diagnóstico" dado a conocer por el gobierno unos días antes, Pemex es una empresa quebrada, incapaz de hacer frente a las necesidades de inversión y carente de la tecnología necesaria para sacar el tesoro escondido en las profundidades marinas.
Nunca respondió a los cuestionamientos de los legisladores del PRI respecto a las causas de tan desastroso panorama, ni de la responsabilidad de Fox al haber bajado a Pemex del sexto al onceavo lugar entre las grandes empresas petroleras del mundo, pese a haber obtenido en ese periodo las ganancias más cuantiosas de su historia.
Tampoco reconocieron que si 40 de cada 100 pesos del presupuesto nacional provienen de Pemex, sin contar los "excedentes", es porque México tiene una de las tasas de recaudación mas bajas del mundo. Dicho en cristiano, las empresas no pagan impuestos en la proporción que les corresponde.
De lo poco que se recauda, la página de la presidencia de la república promueve con orgullo su disposición a devolver una parte. Bajo el título de ¿Que puede deducir de su declaración anual? Enlista los siguientes rubros: Honorarios médicos y dentales; gastos hospitalarios, incluidos compra o alquiler de aparatos, prótesis, honorarios a enfermeras, análisis y estudios clínicos; gastos funerarios; primas por seguros médicos; donativos; transporte escolar; intereses por créditos hipotecarios y aportaciones complementarias para el retiro, entre otros.
Es ocioso recordar que los millones de asalariados, desempleados y demás jodidos no hacemos "declaración" por lo que no podemos acceder a tan bondadosos beneficios de esta ley de Herodes.
A las arcas semivacías sáquele los escandalosos sueldos y prebendas de la alta burocracia, sus derroches, su ineficiencia y los "clavelitos" de rigor, y encontrará la causa del saqueo hacendario a Pemex.
La patriótica propuesta de Calderón lejos de atacar de raíz el problema, atiende a las exigencias del Fondo Monetario Internacional y de las grandes trasnacionales, para compartir con ellas las ganancias petroleras.
Con cinismo pasmoso el gobierno panista y sus cortesanos afirman que una cosa es permitir que las empresas privadas participen en el negocio petrolero y otra, muy diferente, es privatizarlo.
En sus afanes propagandísticos por "vender" su baratija, Calderón recurre al mundo maravilloso concebido por la cabecita loca de Fox. Recordando la diarreica verborrea de su gran elector, ofreció en cadena nacional que si el Congreso le da luz verde a la privatización, "estaremos en condiciones de garantizar un mejor futuro para nuestros hijos" (los de él y sus cuates).
"Si logramos obtener los recursos que la reforma nos daría (a él y sus cuates), el Estado podrá garantizar plenamente el acceso a la educación de calidad y a la plena cobertura de salud de todos los mexicanos". "más escuelas, medicinas, clínicas, hospitales, caminos, carreteras, puentes, agua potable, drenaje, electricidad, vivienda".
"Crear preparatorias y universidades, a fin de que ningún joven mexicano se quede sin estudiar una carrera". "Superar definitivamente la pobreza y garantizar la educación y la salud de todos los mexicanos".
Lo que el patriota chaparrito quiso decir, es que si México comparte su tesorito con los hombres blancos y barbados, sus campos se trocarán verdes y se llenarán de flores. Sus viejas se pondrán bien buenas, sus machos ya no van a chupar y sus niños serán altos y de ojo azul.
Otra vez los vochos y los changarros, volver a aprender a vivir en la abundancia, a resolver los problemas en 15 minutos y a ser el México triunfador creciendo a tasas del 7%. Foxilandia reloaded.
Y al rato nos estaremos quejando de las transas y trafiques de los gobernantes, de que ya nos volvieron a saquear, de los "errores" de diciembre, de los parientes incómodos, de las falsas promesas y de la impunidad de los delincuentes de cuello blanco.
Los que hoy defienden y apoyan lacayunamente las medidas "dolorosas pero necesarias", las "reformas posibles", mañana serán los más acérrimos críticos y enterradores de los reyes muertos.
¿Cuántas veces estaremos dispuestos a ver la misma película?
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