■ ¿Adónde se está yendo el dinero del petróleo?
■ La guerra de la cerveza
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Aunque no se haya tocado más que superficialmente el tema de la corrupción, es obvio que al gobierno calderonista le urge detener la caída de la producción petrolera y encontrar nuevas reservas, a fin de garantizar el pago de los 700 mil millones de pesos que faltan por cubrir del Fobaproa. Refresquemos la memoria: cuando era presidente del PAN, Calderón dio luz verde al esquema del llamado rescate bancario, no obstante que una asamblea nacional de su partido había acordado los tres no ya famosos: “no al Fobaproa, no a la impunidad, no a convertir en deuda pública la deuda privada de los banqueros”. Pronto olvidó Calderón que había llegado a pedir juicio político contra su hoy aliado, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz. Es inconcebible, pero el senador Francisco Labastida, beneficiario del fraude del Pemexgate, aunque haya perdido la elección presidencial es ahora el coordinador del foro petrolero. Labastida también fue, como secretario de Gobernación de Zedillo, el componedor del arreglo en lo oscurito que unió para siempre a los dirigentes panistas y priístas en el Fobaproa.
La guerra de las cervezas
Una sorda lucha financiera tiene lugar a muchos kilómetros de distancia. Incumbe a la principal firma cervecera del país, Modelo, y sus marcas de exportación, Corona, Coronita y Negra Modelo. La compañía belga InBev intenta forzar la compra de la estadunidense Anheuser-Busch y ofrece 46 mil millones de dólares. Anheuser-Busch es dueña de 50 por ciento de las acciones de Modelo.
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