miércoles, mayo 28, 2008

Pasos en falso y la falta de estrategia

por: Samuel Schmidt (schmidt@mexico.com)

Iba yo llegando a Ciudad Juárez y en el aeropuerto un militar me obligó a pasar una revisión de mi equipaje. Cuando el soldado hurgaba en mis pertenencias le pregunté:

- ¿Que se siente violar la ley?
El tipo me vio con cara de entre asombro, incredulidad de que yo le hablara cuando nadie les dirige la
palabra y esa actitud de: y este imbécil que se trae, cosa que no puede decir porque ellos solamente saben responder con agresión.
- No se.
- ¿Sabía usted que lo que esta haciendo es ilegal? Dije yo.
- Pues no, y ahí terminó el diálogo porque yo aproveche que después de manosear mis medicinas buscando quien sabe que cosa, el había sacado las manos de mis pertenencias, cerré mi maleta y me fui.
Me parece absurdo que después de pasar un control de rayos x en mi equipaje, al llegar a un
aeropuerto un soldado tenga la prerrogativa de manosear las pertenencias de una persona, eso a menos que los descerebrados de la Secretaría de la Defensa Nacional piensen que en el avión se pueda intercambiar algún producto ilícito que subió alguien que evadió los controles en el mismo aeropuerto donde a mi me revisaron.
Y es que eso nos ganamos por el uso de los militares. Pero parece evidente que sobran
soldados y entonces les están asignando tareas que no tiene ningún sentido realizar.
El
gobierno ha aprovechado su impotencia ante las expresiones delincuenciales para sacar al ejército de los cuarteles dandoles la oportunidad de interferir en la vida social y perturar la tranquilidad de la gente de bien, y recalco esto, porque mientras están molestando a los ciudadanos respetuosos de la ley, los malandros se dan vuelo imponiéndole su ley a los ciudadanos y a ese ejército incompetente para cumplir con las tareas que supuestamente deben cumplir en la esfera de la sociedad.
Parece ser que ante el
fracaso demostrado en la lucha contra la delincuencia ahora se les usa para continuar fracasando al realizar tareas que no les compete.
El
gobierno no termina de entender que desplazar militares a zonas turbulentas no es una estrategia, mas bien es una reacción, que bien puede ser una respuesta desesperada ante la imagen de que el gobierno esta rebasado por todos lados.
Han llegado los
soldados a Ciudad Juárez y las matanzas siguen como si no estuvieran. Han puesto a un general como secretario de seguridad pública y de entrada ha enfrentado movimientos de protesta de los policías que sienten ser tratados de manera injusta. Entre otras cosas, parece no ser muy inteligente un general que asigna turnos de trabajo de 36 horas. ¿Pensara el militar que alejar a los policías de su casa y sus familiares representa un paso adelante para introducir control en aguas turbias?
El
gobierno esta apostando a impactar la percepción de la gente y no a modificar drásticamente la terrible condición del narco. Estamos de frente a un manejo mediático de un problema de seguridad nacional y la falta de estrategia esta provocando un efecto volcán, porque no haber resuelto de manera clara y contundente un problema tan severo esta propiciando explosiones inesperadas y con una violencia desmedida, para la que por cierto, no se elaboraron planes de contingencia.
Han sido muchas las voces que se han elevado en contra de la militarización del
país por muchas razones, entre otras, que los militares no están equipados para realizar labores policíacas y ahora los utilizan hasta de policías fiscales y para violentar las libertades constitucionales. Aquí hay varias premisas equivocadas cuyo destino no puede ser otro mas que el fracaso en este paso en falso del gobierno: los militares no son dechados de virtud y honestidad, están acostumbrados a un manejo gandulesco del poder y la aplicación de la ley, no saben tratar con la población civil, su doctrina de enfrentamiento del enemigo los hace ver a los civiles como la fuerza a derrotar y esto propicia tratos groseros. Uno podría sospechar que los militares no leyeron la constitución, no entienden el concepto de libertad, aunque cada año algún jerarca lo mencione hablando por ellos.
El hecho que veamos fuertes reacciones del
narco no es solamente una falta de respeto a los militares, sino al reconocimiento de su poder. En Juárez han intentado desmovilizar a la ciudadanía lanzando amenazas para demostrar que la ciudad esta bajo su mando y lo han logrado, en parte porque mientras los políticos prometen los narcos cumplen y los gobiernos se han desvanecido, han desaparecido y los militares son una molestia y una ofensa a los ciudadanos respetuosos de la ley.
La ciudad ya esta sufriendo por la ausencia de turistas, cada día la gente empezará a salir menos por miedo a que le suceda algún accidente, ya mueren inocentes en los enfrentamientos y ni militares ni policías garantizan una convivencia armónica y mucho menos aportan un sentimiento de tranquilidad.

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